Tras presentarse al mundo como Wilhelm and The Dancing Animals llega la hora de la reválida para los ahora rebautizados WILHEM. De estreno con How High Lily? y de nuevo enrolados en la escudería Origami abren nueva etapa musical, «sin mandolinas ni acordeones», un trabajo 100%100 eléctrico que mantiene, eso sí, la onda expansiva y luminosa presente ya en The War Of Species. Hemos hablado con ellos coincidiendo con la salida al mercado de su nuevo trabajo, un disco «más extremo no apto para todos los gustos«.
- Entrevista: R. IZQUIERDO
- Fotografías: ORIGAMI & WILHELM (Facebook)
Muchos conocimos a los ahora rebautizados como Wilhelm con The War Of Species, el expansivo disco que presentaron hace un par de años con Origami. Ahora están de vuelta mostrando intensas novedades -«hemos cambiando los bosques escandinavos por el desierto americano«, nos cuenta a modo de metáfora Guillermo Fernández, Guille, sobre How High Lilly?. El disco vuelve a estar editado por Origami Records y puedes escucharlo aquí:
Hemos eliminado todo el tema naif y fantasioso y eso se refleja también en el cambio de nombre
Desde hace unos días puede escucharse vuestro nuevo disco. ¿Qué novedades encontramos respecto a vuestros anteriores trabajos?
“How High Lily?” mantiene la esencia de WILHELM pero sin repetir fórmula. Se aleja del folk y se acerca más a la electrónica y al rock. No están las mandolinas, melódicas, acordeones o guitarras acústicas tan características de “The War of the Species”. En este disco todo pasa por cables, es un disco eléctrico. Hemos cambiado los bosques escandinavos por el desierto americano, es más extremo, más duro. Es más acorde a lo que somos, no somos una banda bonita y feliz, por lo que es un disco más extremo (dentro de nuestros límites) y no apto para todos los gustos.
La más evidente es la del cambio de nombre. ¿Dónde se ha quedado el “The Dancing Animals”?
Forma parte de la política de cambio que ha vivido el grupo. Todo el tema naif, naturalista y fantasioso ha sido eliminado, y eso está reflejado en el cambio de nombre. Esto es WILHELM a secas, seco como Arizona. En su día nos llamamos Wilhelm and the Dancing Animals porque el grupo éramos Helen y yo, y nos hacía gracia la idea de que parte del grupo fueran nuestros gatos, pero como no se aprendieron las canciones les echamos. La verdad es que adoramos a los animales, en parte por eso nos llamábamos así. No hemos dejado el animalismo de lado, quizás todo lo contrario, pero quizás la parte de “and the Dancing Animals” haya dado una idea equivocada de lo que hacemos.
En Bandcamp habéis apostado por el Name your price, dando al usuario al posibilidad de pagar lo que considere. ¿Habéis tenido debate interno al respecto?
Realmente no. Yo me encargo del marketing y promoción (a parte de Origami), por lo que fue una decisión unilateral. Decidí hacerlo así porque hay que ser realistas, poca gente compra CD y menos aún discos digitales. Quien lo hace es, o bien porque es una persona muy legal o porque apoya al grupo con su granito de arena. Ante todo, lo que quiero es que la gente escuche la música, y si alguien quiere colaborar, que tenga la opción de pagar por descargar. Son pocos los que lo hacen pero es muy gratificante. No tengo la intención de ganar dinero con los discos; si fuera así, sería muy frustrante.
Han pasado casi dos años respecto a vuestro trabajo anterior. A nivel de producción interna, ¿en qué ha cambiado la manera de trabajar del grupo?
No ha cambiado mucho. Yo tengo una situación laboral que me permite dedicar muchas horas a esto, por lo que he podido emplear estos dos años en la preparación del disco en mi estudio. Voy grabando baterías, guitarras, arreglos, voces y cuando tengo unos cimientos estructurados, Helen aporta las letras, más voces y teclados. Una vez compuesto repartimos el material entre el resto para ensayarlo y llevarlo al directo.
Nos gustaría que se recuerde como un disco diferente, por lo menos a nivel nacional. Seguramente necesita algunas escuchas para acostumbrarte pero tiene varios significados
Aunque en este nuevo disco hay variaciones a nivel de sonido os movéis entre el folk y el pop. Leí en una entrevista antigua que, más allá de géneros o etiquetas lo que os gusta trabajar es la base rítimica y en este trabajo me da la sensación de que todo es más expansivo. ¿Cómo os gustaría que se recuerde este disco?
Me gustaría que se recuerde como un disco diferente, por lo menos diferente a nivel nacional. Se sale del indie mainstream para adentrarse en una escena más underground y oscura. Un disco que necesita unas escuchas para acostumbrarse pero que, una vez digerido, tiene mucho significado. Tiene pasajes pop y pasajes screamo, es ambicioso en cuanto a estilos pero no apto para todos los públicos.
Le habéis dado mucha importancia desde siempre al tema de los videoclips. ¿Qué criterios seguís para preparar los videoclips? ¿Participáis en las decisiones artísticas de los clips?
El tema de los vídeos depende más de Miguel (Origami), que es quien se encarga de buscar a los realizadores. Obviamente compartimos gustos y siempre nos parece bien la elección de “productoras”. Solemos aportar ideas e intentamos facilitar al máximo el trabajo, pero para nada somos las cabezas pensantes de los videclips.
También ha sido importante todo el elemento visual (art-work, fotografías promocionales). ¿Cómo se decide todo el elemento gimnástico de este lanzamiento? Personalmente vídeo y fotografías me recuerdan a la estética de Wes Anderson. ¿Es intencionado?
Llevamos una temporada vistiéndonos de deportistas para nuestros directos. Esta idea vino por un videoclip de Blink 182 que me hace mucha gracia, y por la foto de la galleta del cd. Es algo que va con nuestra forma de interpretar “How High Lily ?”en directo. Somos un grupo que se mueve, salta, suda… y cuando nos ponemos la ropa nos incita a hacerlo aún más. El tema de Wes Anderson es más cosa de David Inurrieta, el realizador del video para el single Erin´s Song. Fue idea suya darle esa orientación una vez que escuchó la canción, y a nosotros nos pareció genial. Si hay algo que me gusta de Wes Anderson es la estética en sus películas.
Dándole tanta importancia al videoclip me gustaría saber un poco vuestras influencias cinematográficas, y saber si inciden en el tipo de clips que presentáis. ¿Hay conexión?
No mucha pero tampoco está alejada. Nos gusta todo tipo de cine fantasioso, pero no nos arrebata. Yo soy seguidor de la ciencia ficción, las pelis de aventuras de los 80-90 y de todo lo relacionado con serie B y estúpido. A Helen le gusta la novela piscológica pasada al cine, todo lo que esté relacionado con el desarrollo de personalidades y sentimientos… Por ejemplo la idea del video de All Along, nuestro primer single de “The War of the Species”, fue suya.
Mantenéis el reparto vocal. ¿Cómo trabajáis las canciones?
Sí, al unisono y a voces. Nos gustan las dos cosas. Me encantan los juegos de voces en plan Beatles o el unisono en plan Black Sabbath. Cada canción es un mundo, pero generalmente soy yo quien saca las melodías de las canciones diciendo “wachifri” y Helen lo remata con la letra. Además, yo tengo pocas nociones musicales por lo que suelo cometer bastantes errores que Helen corrige. En otras canciones como Heila y Erin´s Song, sin embargo, nos hemos separado el trabajo, cada uno ha hecho su parte y luego las hemos unido.
Yo estuve a punto de descartar Erin’s song pero a Helen le gustaba mucho. Al final Hans Krüger, nuestro productor, nos instó a que fuese el single de partida. Es el tema más alejado a nuestro estilo aunque ha acabado siendo la que funciona mejor
Erin’s song lo tiene todo para ser un gran single de lanzamiento. ¿Tuvisteis siempre claro que sería la canción para presentar el disco? Siguiendo con eso, ¿cuál es la canción que os define mejor?
No, para nada, de hecho yo prácticamente la descartaba, pero a Helen le gustaba. Una vez grabada fue Hans Krüger (nuestro productor) quien lo vio claro, y nos instó a usarla como single. Es la canción que más se aleja del estilo de Wilhelm, pero es la que mejor funciona. Tiene pocos instrumentos, pocas partes, y una estructura muy sencilla. Yo tiendo a adornar todo, soy un barroco musical, y éste posiblemente sea un punto de inflexión para futuras composiciones.
Recuerdo que la primera vez que hablamos sobre vosotros estabais a punto de iros a Islandia a tocar. ¿Cómo fue toda aquella aventura?
Unas inolvidables vacaciones! El tema de los conciertos se cayó por lo que no hubo una experiencia musical. Eso sí compramos varios discos y descubrimos grupos muy buenos.
Hay una edición japonesa de Jungle Army. ¿Qué acogida tenéis fuera de nuestro país?
Nuestro anterior disco está a la venta en las tiendas en Japón. Tengo colegas que han estado ahí y me han mandado fotos flipando. Además a veces buscando #hashtags por las redes veo imágenes de japoneses con nuestros discos y comentarios que no entiendo. Nos encantaría salir a tocar fuera pero de momento es demasiado caro. De vez en cuando nos compran discos gente de Europa y otros continentes, pero es algo muy anecdótico. Supongo que serán melómanos que se dedican a buscar grupos underground en el mundo. Nosotros no tenemos apoyo promocional fuera de España por lo que somos totalmente desconocidos.
Estos últimos años han aparecido un montón de grupos de Pamplona y Navarra. Almanaque, Panty Pantera, Tremenda Trementina, vosotros. ¿Cómo es el circuito local de Pamplona? ¿Qué condiciones creéis que se han dado para que aparezcan tantos grupos nuevos?
El circuito es reducido pero parece que las cosas están cambiando. Cada vez hay más conciertos y lo mejor, más variados. Aquí siempre ha habido bastantes conciertos, pero básicamente eran de grupos locales. Ahora parece que Pamplona empieza a entrar en el circuito de ciudades donde los grupos de éxito medio presentan los discos. A nivel de grupos Pamplona está muy bien, pero no creo que sea algo circunstancial y de ahora, siempre ha habido, lo que pasa es que ahora con todo lo que internet está suponiendo, parece que hay más, eso es algo que pasa en todas las ciudades.
Wilhelm son Guillermo Fernández, Helen Agreda, Josh Rackstraw, Kiko Ayestarón e Iñigo Andión.