Ya queda menos para el sábado, fecha en la que Corte Moderno presentarán Negociudad en la Sala Sidecar de Barcelona. Presentado por Terranova Editorial, la nueva aventura del ex Canadá Lluís Cervero, como «una distopía disonante en forma de concierto» Negociudad aspira a convertirse en una de las propuestas más interesantes de Corte Moderno… y eso es decir mucho si repasamos la intensa trayectoria musical de nuestros protagonistas. Hemos hablado con El Ortiga y Jordi para conocer un poco más de cerca el proyecto.

  • Entrevista: RUBÉN IZQUIERDO
  • Fotografías: Fotografías de RAFA CASTELLS cedidas por Corte Moderno y tomadas en #MACBAESVIU
Corte Moderno, en directo / Rafa Castells

Corte Moderno, en directo / Rafa Castells

Empecemos por el principio. ¿Cuáles son los orígenes de Corte Moderno?
El Ortiga: Comenzamos después de la disolución de dos grupos en los que yo tocaba, ¡Pelea! y Cotolengo. En ¡Pelea! yo ya tocaba con Javi y en Cotolengo con Jordi. Después de disolver Cotolengo, Jordi y yo queríamos seguir haciendo algo juntos, teníamos el plan de hacernos con una caja de ritmos, porque no me apetecía tocar más la batería y quería solamente mostrar al mundo mi maravillosa voz… Necesitábamos algo más, así que intentamos convencer a Javi ,que no estaba muy animado para empezar un grupo de cero después de ¡Pelea!, pero lo logramos diciéndole que no tendríamos que cargar mucho equipo porque no tendríamos batería, y así empezamos a ensayar en la habitación de Jordi en la calle Princesa. Fuimos dándole vueltas un poco (no mucho) a la música hasta encontrar la fórmula en la que cada uno hace lo que mejor sabe, Jordi bajo, Javi y yo voces y la caja de ritmos Mambo/Rumba.

Como cuentas, habéis estado en varias movidas musicales. ¿A qué se parece Corte Moderno de todo lo que habéis hecho antes, si es que se parece en algo?
El Ortiga: Yo creo que tiene bastante de todo lo que hemos hecho los tres. Principalmente la intención de ser nosotros mismo, no ser ningún otro grupo.
Jordi: Es una mezcla de todos nuestros grupos porque somos las mismas personas y tenemos las mismas ideas. La diferencia más grande que veo es que las canciones son más largas.

El próximo 31 de enero tocáis en Sidecar junto a Svper. ¿Qué nos espera allí?
El Ortiga: Corte Moderno volveremos a representar nuestro nuevo proyecto Negociudad con la colaboración de Guillem Peeters. Durante una hora os explicaremos la historia de los errantes llegados a la gran urbe desde el distrito periférico, y cómo los que aspiran más alto lograrán ascender a la gran cúspide de la ciudad. Pero para que unos ganen otros siempre han de perder, así que también veréis la cara más sucia del gran negocio. También será la última oportunidad para escuchar en Barcelona en directo los temas del lp ¨Pegasvs¨de Svper, ya que pretenden editar pronto su segundo LP.

Negociudad ha sido presentado como una “distopia disonante en forma de concierto conceptual”. ¿De qué va toda la movida de Negociudad y qué papel ha jugado Guillem G. Peeters en el proyecto
El Ortiga: Negociudad es una fábula en la que se narra la historia de los errantes, campesinos del perímetro exterior de la urbe, que buscan la oportunidad de subsistir en la ciudad tras la gran merma del campo que les ha arrebatado su apacible forma de vida. En el concierto vamos narrando la historia mediante 18 escenas divididas en 3 actos, en los que Guillem crea una atmósfera mediante diferentes ambientes y paisajes sonoros, y nosotros tocamos y cantamos la historia. Cada escena también puede diferenciarse mediante las proyecciones visuales que aparecen en el escenario obra de Albert Mallol, y que terminan de explicar lo que nosotros narramos en las letras.

Imagino que compartir cartel con Svper supondrá algo especial para vosotros. ¿Cómo definiríais su música?
El Ortiga: Si, a mi personalmente me hace mucha ilusión. Sergio y yo somos amigos desde niños, hemos compartido muchas cosas en la vida y en la música, con un montón de proyectos musicales juntos. Con Luciana también he tocado en Anticonceptivas y es mi amiga desde hace muchos años. Son personas que aprecio como lo más cercano que tengo y tocar juntos me parece lo más natural y lo más bonito a la vez. No se cómo podría definir su música. No soy muy de etiquetas, aunque supongo que podría decirse que hacen pop con sintetizadores. Tienen influencia de muchas cosas que me gustan y una sencillez compleja. Su LP está muy bien producido por ellos mismos, da gusto y sus canciones sonando a tope en directo tienen una energía muy orgánica, cosa que es difícil conseguir con la música electrónica.

Estos últimos meses habéis estado muy activos: en octubre presentabais el EP Montaña Tai Shan y en verano la movida del Multiverso. ¿Qué balance hacéis de vuestro 2014?
El Ortiga: Como dices, muy activo. 2013 también lo fue, por lo menos en su segunda mitad. Lo que pasó es que todos los proyectos se retrasaron mucho y acabaron llegando en 2014, y por eso hemos presentado cosas tan seguidas. Piensa que Montaña Tai Shan ya llevaba tiempo terminado, con los temas compuestos y grabados y el cómic dibujado. Pero las ediciones siempre acaban tardando más de lo que uno piensa… Desde la idea de editarlo hasta que se tiene en la mano, suelen pasar unos meses, con lo que mientras esto iba avanzando, nos dio tiempo a idear, componer y presentar Negociudad.

Hablemos de Multiverso. ¿Cómo surge la idea del videojuego retro? ¿Y qué ha acogida ha tenido?
El Ortiga: Después de idear Montaña Tai Shan, surgió la idea de hacer un disco de cuatro canciones con Diego García. Queríamos hacer canciones juntos y así seguir con las colaboraciones con otros artistas que ya veníamos haciendo. Pero el proyecto se fue muriendo y a Javi se le ocurrió la idea del videojuego, en principio pensado para colaborar con otros amigos, pero que finalmente terminó cargando con casi todo el trabajo el propio Javi. La idea se pensó entre los tres miembros de Corte Moderno y Javi se encargó de desarrollar y programar el juego. No se si ha tenido mucha acogida, al principio a la gente le parecía un poco difícil y nadie lograba acabárselo para descargar la canción, así que finalmente tuvimos que bajar el nivel de dificultad… Si no esa canción tan delicada que habíamos compuesto se quedaría muerta de risa detrás del monstruo final de Multiverso.

Imagino que un concepto así sólo se le ocurriría a alguien que tenga un recuerdo idealizado de los míticos juegos en 8 bits. ¿Fuisteis usuarios del Spectrum y similares? En caso afirmativo, ¿cuál era vuestro videojuego favorito de aquella época?
El Ortiga: Yo no tuve nunca Spectrum, ya fui más de videoconsolas y de salas recreativas, pero si que fui un buen viciado hasta los 13 o 14 años. Me gusta mucho y me influencia Elevator Action
Jordi: Yo prácticamente nací ayer. Pasé mi adolescencia jugando a la Super Nintendo y a la Nintendo 64, después de eso perdí el interés del todo.

Vaya, he fallado de pleno. Otro proyecto interesante en el que participasteis fue el cortometraje que os dirigió Rafa Castells y Miguel Rojas. ¿Cómo surgió aquel proyecto?
El Ortiga: Pues después del primer concierto de Corte Moderno, nuestro amigo Albert Mallol, que estaba entre el público, me dijo al finalizar el concierto que deberíamos hacer una película sobre el grupo. Me quedé con sus palabras y empecé a darle vueltas. Miguel Rojas, estaba preparando su primer corto y tenía muchas ganas de hacer cosas. Aparte que nos encanta lo que hace. Yo no quería que fuera un videoclip, ya que no me gusta nada ese formato, pero si que me encanta el cine, y me interesaba mucho la idea de mezclar música y cine sin que el propósito fuera promocionar una canción o un disco. Queríamos que el disco fuera la película.

¿Qué pasó después?
El Ortiga: Se lo propuse a los otros miembros de Corte Moderno y comenzamos a ver cómo podríamos hacerlo con un presupuesto muy reducido, pero no quedándonos en algo chapuzas. Lo hablamos con Miguel Rojas y Rafa Castells y les hizo mucha ilusión, así que enseguida empezaron a ponerse con el guión y luego ya fue todo trabajo de un montón de amigos con muy poco dinero pero con muchas ganas, trabajo, ideas y esfuerzo.

En el caso de Montaña Tai Shan se presentó en formato discómic. Para quien no esté al caso, ¿en qué consistió aquella aventura? ¿Cómo trabajasteis con Irkus en aquella aventura?
El Ortiga
: Es un disco de 7¨en vinilo con música de Corte Moderno, acompañado de un comic de Irkus (M) Zeberio. Las canciones siguen el hilo de la historia ideada por Irkus, con lo que lo ideal es escuchar el disco mientras lees el cómic. Trabajar con Irkus fue muy divertido y muy fácil. No nos conocíamos de nada, pero yo conocía su trabajo y me encantaba. Él apareció en el primer concierto de Corte Moderno y una amiga nos dijo que le había gustado mucho. Después de tiempo siguiendo lo que hacía, y nosotros trabajando en el corto, surgió la idea de proponerle la colaboración. Quedamos con él sin conocerlo personalmente, sólo de vista. Pero desde el principio fue muy fácil y ahora tenemos un gran amor.

¿Y qué pasó después?
El Ortiga:  Muchos meses después de empezar el proyecto y ya teniéndolo prácticamente preparado para planchar, Luis Cerveró, que acababa de editar un libro de foto de Rafa Castells, nos propuso editarlo con su editorial Terranova. A Luis ya lo conocíamos Javi y yo de la edición del lp de ¡Pelea! cuando él trabajaba en otra editorial, así que sabíamos los propósitos que tenía, muy parecidos a los nuestros. La entrada en el proyecto de Luis nos hizo dar un salto de exigencia y de calidad, aparte de que su proyecto de editorial nos parece genial y de que también fue todo muy muy fácil con él. A raíz de esta edición surgió también la idea de hacer un lp de Negociudad para Terranova. Será también con un formato muy especial, y es con lo que ahora mismo estamos ocupando nuestro tiempo.

Por todo lo dicho queda claro que no os conformáis con darle a vuestros trabajos una salida digamos convencional. ¿Cuál es el formato ideal para vosotros?
El Ortiga: A mi personalmente me aburre mucho el concepto convencional de grupo concierto-maqueta-concierto-single-concierto-disco-gira. También me aburren casi el 90 por ciento de los conciertos a los que voy. No me atrae nada tocar una canción detrás de otra para una gente que te mira, toma una cerveza, luego mira a otro grupo, toma otra cerveza y se va a casa. Me aburre y no le encuentro ningún sentido. No me gusta tocar en directo por tocar, prefiero que tenga algún sentido, no hacer lo mismo cada vez. La fórmula es difícil de sostener, porque los únicos ingresos, aunque sean muy pocos, que tiene un grupo de nuestras características son los conciertos en directo, pero en eso estamos, en buscar la manera de poder hacer lo que queremos. Sólo hacer directos cuando hay algo interesante que ofrecer y dedicarnos más a hacer proyectos que conjuguen los musical con otras disciplinas.
Jordi: A mí me gustan todos los formatos, también los de grupo más convencional, pero en este tuvimos claro desde el principio que queríamos hacer algo distinto.

Corte Moderno, de estreno con Negociudad // R. CASTELLS

Corte Moderno, de estreno con Negociudad // R. CASTELLS

Siguiendo un poco con eso, ¿existe algún formato “imposible” para vosotros? (algún tipo de lanzamiento que no sea viable técnicamente, pero que os gustaría acometer)
El Ortiga: Nuestro próximo proyecto es destruir las grandes corporaciones, la banca, la iglesa y el estado e instaurar el comunismo libertario en el mundo. No creemos que sea un formato imposible. Será un trabajo duro, pero ya estamos comenzando a dar los primeros pasos. La fábula de Negociudad debería ser un cuento que los padres les susurren a sus hijos para ir a dormir.
Jordi: Como dice el Ortiga, el futuro no está en los proyectos constructivos, sino en los destructivos.  Se hacen muchos discos que la gente no compra, así que ahora habrá que destruirlos.

Estáis vinculados a toda la movida de La Cofradía de la Pirueta, colectivo que en fechas recientes anunciaba una pausa en sus actividades. ¿Cómo veis la salud del directo en Barcelona?
El Ortiga: Depende de lo que te interese. Si te interesa el Primavera Sound, pues supongo que está muy bien. Si te interesa tocar en salas convencionales, supongo que está mejor que en algunos sitios y peor que en otros. No hay mucho circuito de bares musicales, o si lo hay, siempre tienen muchos problemas para hacer cualquier cosa. Hay muchos centros cívicos desaprovechados en los que se podrían hacer cosas sin ser nocturnas. Casi todos los directos están enfocados a la noche y eso, para abuelos como nosotros, es un poco rollo. No hay muy buena salud de centros sociales ocupados, y menos con la represión que está sufriendo todo el entorno anarquista y los ateneos libertarios. Pero en general no me interesa demasiado el tema del directo.
Jordi: Los centros cívicos nos parecen mejor opción que las salas, pero la lista de espera suele ser interminable y las condiciones más difíciles que en algunas salas.

Ya acabo. Se os pudo ver también en el recopilatorio Cenizas y Diamantes, uno de los mejores recopilatorios que recuerdo. ¿Os sentís próximos a alguna escena concreta?
El Ortiga: Me siento cercano a mis amigos, no sé si eso es una escena o no. Musicalmente no me siento cercano a casi nadie, pero claro muchos grupos que salen en ese recopilatorio son buenos amigos o conocidos. Supongo que también por vivir en la misma ciudad tengo más contacto y amistad con grupos musicales de Barcelona que de otras ciudades. Pero la verdad que personalmente no me siento parte de ningún movimiento ni nada por el estilo.
Jordi: Tocar con amigxs siempre es lo mejor aunque cada grupo tenga un estilo diferente. Compartir una forma de hacer las cosas me parece más importante para sentirte unido a alguien que los gustos musicales.