Este sábado arranca en el Hangar la primera edición de The Exploding Plastic Fest, una ambiciosa propuesta artística movida desde The Good Good y niu que se plantea como un happening de improvisación de música y danza. La cita contará con nombres de interés como Maria Rodés, Esperit!, Ensemble Topogràfic, nuu y Blood Quartet, entre otros y se desarrollará en Hangar este sábado 4 de julio. Más información en Facebook.
Kike Bela, uno de los impulsores de The Exploding Plastic Fest junto a su compañero en Murnau b Lluis Rueda, llevaba bastante tiempo detrás de la propuesta. «Se juntaron dos grandes motivaciones para que Lluís y yo decidiésemos montarlo», nos apunta Kike recordando los orígenes de The Exploding Plastic Fest. «Que faltan espacios de muestra y experimentación para proyectos musicales como el nuestro (Blood Quartet), lo que nos hizo pensar que si nadie viene a montártelo lo mejor será montarlo nosotros y que ambos hemos vuelto a conectar con el legado de Andy Warhol y sus happenings perfomance», añade antes de fijar como esencial la influencia del libro Por Favor Mátame, de Leg McNeil. «Su lectura es muy inspiradora, como lo e la libertad creativa de mezcla interdisciplinar y de fiesta que proponía con con The Exploding Platic Inevitable. Era y es una excusa pionera perfecta para que gente con diferentes intereses se puedan conocer y tener experiencias intensas a la vez», añade con un punto de emoción.
En la propuesta están la práctica totalidad de nombres en los que pensó, salvo nombres como Za! o Cabo San Roque, que se cayeron por problemas de agenda. «Querían participar pero no podían, quizás en la próxima edición«, nos comenta Kike antes de valorar la cantidad de grupos que de hecho podrían formar parte del cartel. «Está claro que existen algunos artistas de primera línea en Barcelona que conjugan la improvisación con el divertimento y la trangresión«, amplía antes de marcar la hoja de ruta de la cita del sábado. «Se trata de crear una complicidad entre los músicos y los bailarines – performers. Queremos que los artistas participantes busquen un lenguaje de improvisación en dos direcciones. Es decir que haya un diálogo, una búsqueda mútua, y que se potencien a la vez la música y el arte en moviento. Aun así, para nosotros, la experiencia del proceso artístico y la complicidad con el público son más importantes que el resultado final«.
UN PROYECTO AUTOGESTIONADO. Sobre el cartel, Kike Bela valora el hecho de ser un proyecto «autogestionado», organizado «por un lado a través de un grupo de músicxs amigxs a los que nos gusta improvisar y, por otro, un colectivo de amiga bailarinxs y coreógrafxs de arte contemporáneo. La selección ha ido muy natural, ya que al contar con pocos medios hemos contado con la inestimable ayuda de lo amigos y conocidos dispuestos a echar un cable», algo a la postre decisivo para cerrar un cartel de garantías. «Tanto a nivel musica como de artes del movimiento, todos los participantes están siempre buscando desarrollar algunas líneas creativas y experiencias fuera de lo común. Pienso como músico, que si a veces traspasas la línea de lo que está formalmente establecido, es posible que puedas recoger algunas buenas ideas que podrás utilizar en tus futuras creaciones».
LA PROPUESTA ARTÍSTICA. Queda claro, pues, que en el proyecto se alterna una faceta musical y otra escénica, conjugados a través de la experimentación y la improvisación. «En el caso de la música, se conjugan artistas más conocidos de la escena alternativa de Barcelona, con algunas nuevas promesas que están empezando a despuntar. Entre todos ellos hay una conexión con el underground y con el espíritu de transgresión. Por eso, esta vez no se verán músicos más formados en el ámbito del jazz, por ejemplo», matiza antes de descifrarnos las clave en materia escénica. «Muchos de l@s bailarin@s y performers que participan provienen de las nuevas generaciones del Institut del Teatre. Y vienen con ganas de explorar nuevos lenguajes más allá del formato académico. En esto nos han ayudado mucho The Company Escola de Dansa de Sabadell también», añade completando la suma de sinergias de la propuesta.
La cita será en Hàngar, enclave al que se ha llegado también de manera natural. «Algunos de nosotros somos activistas culturales de Poblenou, y ellos, además, son uno de los pocos centros realmente abiertos, siempre dispuestos a apoyar el riesgo artístico como el que les hemos propuesto«, un riesgo asumido desde The Good Good, nueva aventura especializada en «la programación y comunicación de festivales y proyectos musicales» que se bautiza en cierto modo el sábado. Suerte en el estreno.