Tras marcarse un 2015 de lo más intenso con Novelería, disco que les ha devuelto con todo merecimiento al primer plano, Nueva Vulcano arrancan 2016 con nuevo EP y gira de presentación. El 7 pulgadas lleva por nombre Nombres y Apellidos EP, lo edita BCore en febrero y se convierte en la excusa ideal para que la banda vuelva a la carretera, con un amplia gira de diez fechas, disponibles en el cartel que antecede esta entrevista.

El 7» incluye los temas ‘Mike Woodward‘ y ‘El despertador‘, y desde Bcore han apuntado que serán dos canciones «que gustarán mucho musicalmente y también por sus letras con claras referencias al entorno y vivencias del grupo», manteniendo el tono en parte autobiográfico existente en su último trabajo. Aprovechamos la gira para recuperar la entrevista que nos concedieron en el monográfico sobre el 25 aniversario de Bcore publicado originalmente en Shook Down Underzine vol. III.

Entrevista: ANA MARTÍNEZ | RUBÉN IZQUIERDO

Nueva Vulcano

[ENTREVISTA PUBLICADA ORIGINALMENTE EN SHOOK DOWN UNDERZINE 3]

Rubén: En este especial recuperamos los orígenes de BCore, por lo que estaría bien recuperar también los vuestros. ¿Cómo recordáis el principio?
Artur: Empezamos en el mismo local que teníamos con Aina. Lo compartíamos con Shanty Rd, el grupo de Wences. Juraría que hacíamos servir hasta la misma batería, ¿no?
Albert: Creo que sí…
Artur: Estaba en el Born. Ahora hay una tienda de gafas en el mismo sitio donde ensayábamos. Si lo piensas es muy fuerte que pudiéramos tocar allí, en unos bajos en pleno Born. Habían dos equipos montados, uno delante del otro, y solo podías pasar por entremedio de las dos baterías. ¡Era algo muy pequeño!
Albert: Yo lo que recuerdo es que había una doble puerta. El mercado del Born de antes era para mayoristas, y juraría que aquello era una nevera. Al ser todo hermético el sonido no se iba mucho. Por eso aguantamos un tiempo.
Artur: Estuvimos bastante, allí…

Ana: ¿Y cuándo empezáis a tocar juntos?
Artur: En la recta final de Aina el batería vivía ya en Estados Unidos, y en aquellos tiempos muertos empezó un poco la movida. Al principio probamos también con otros baterías. Un día vimos a Albert tocando y fue como “wow, ya lo tenemos”. Primero probamos a Joan (nota: el hermano de Albert, miembro fundador también de La Castanya) aunque al ver a Albert le comentamos a Joan que lo sentíamos, pero que nos quedábamos con el amigo.
Albert: Yo era fan de los grupos respectivos de Albert y Wences. Por entonces era un chavalín muy tímido.
Artur: Te conocíamos de verte en los bolos, que venías a darnos caña. “Bueno, què? Avui li fotreu, no?”, nos decía. La diferencia de edad en aquella época se nota un poco más. Albert tenía 16 o 17 por entonces, pero como batería encajaba perfecto. Al empezar el legado de Aina nos abrió puertas. Por entonces los bolos aún se cerraban por teléfono y algunos bolos fueron fáciles de cerrar por el feedback que traíamos

Rubén: Albert comentaba que era fan de Aina y Shanty Rd. ¿Qué feedback teníais de vuestros proyectos anteriores?
Artur: Buf, eso es algo difícil de medir. Sí que conseguimos que se nos hiciese más caso al empezar. Eso no lo podemos negar.
Albert: Sobre todo por Aina. El mail aún no estaba generalizado por entonces y se hacía casi todo por teléfono. Cuando llamabas se te abrían muchas puertas.
Artur: Sí. El circuito de Aina lo tuvimos siempre a mano. De hecho tocamos con A Room With a View. Fue de sus últimos bolos y lo hicieron con nosotros. Pudimos aprovechar todo aquello…

Ana: A nivel de intenciones musicales, ¿planteasteis alguna ruptura respecto a lo que veníais haciendo antes?
Artur: Lo cierto es que al principio de Nueva Vulcano tenía pensado recuperar alguna cosa de la primera época de Aina. La última época, la más rock, no me entusiasmó del todo, así que buscaba recuperar un poco el sonido más del tipo Superchunk, que es el que de alguna manera definió mejor el sonido de Aina. Ahora me escucho esa fase más rock y sí que me gusta, pero en aquel momento me sentía menos cómodo, así que me apetecía mucho volver a lo inicial. El factor idiomático también nos animó a probar otras cosas… Creo que todo aquello fue guay, sobre todo porque el último disco de Aina se tardó en grabar. Nos encontramos en un punto en el que el proceso creativo era farragoso. El empezar de 0 aquí nos dio mucha fuerza.
Albert: Creo que tardamos solo seis meses en ponernos a grabar, lo que da una idea del entusiasmo con el que cogimos el asunto.
Artur: Coincidió que Santi tenía unos días libres…
Albert: Hubiésemos grabado más canciones, pero nos adaptamos a lo de Santi y grabamos lo que presentamos.
Artur: Imagina, un disco doble (risas). Tampoco quisimos rompernos mucho la cabeza…

Rubén: Con Santi siempre habéis tenido una relación especial, ¿no?
Artur: Lo nuestro con Santi viene de Sant Feliu. De tocar allí y juntarnos con el Agus… (nota: “el Agus”, como se le conoce popularmente, es uno de los rostros más reconocibles del festival Sant Feliu Fest). Todo lo que pasa en Sant Feliu es muy bonito. Era el único sitio donde podíamos ir a tocar en Catalunya sabiendo que estaríamos en el sitio indicado. Había complicidad de grupos, y una sintonía a nivel de sonido que sólo se daba allí. En Euskadi era mucho más normal escuchar a Fugazi en los bares, por ejemplo. Pero aquí esa complicidad estaba solo allí, así que fue algo muy natural. También influyó que hubiese una manera de hacer y de entenderlo todo muy similar. Lo que nos acabó de unir fue el viaje a Estados Unidos para ir a grabar. El tío se vino a la furgo y era un día Fugazi por aquí, Fugazi por allí… Además no hablaba nada de inglés, pero estaba entusiasmado. Ha sido una relación de ir fomentando la amistad a medida que crecíamos.
Albert: Y de crecer también él como productor.

Rubén: ¿Cuál es vuestro primer recuerdo sobre Santi?
Artur: Empezó muy joven, creo que a los 15 años, grabando maquetas con un 4 pistas y cosas así. La verdad es que tiene mucha historia. Ves fotos suyas en la radio de Sant Feliu y buf… Es un histórico.
Albert: Creo que ellos empezaron en el 97, ¿no?
Artur: Tocamos en La Báscula con ellos. Aparecieron los No More y la verdad es que hubo sintonía.
Albert: Después se vino aquí una temporada, aprendió un poco más en temas de producción y luego ya se puso a grabar ya en serio en Sant Feliu.
Artur: Nosotros lo pillamos en su anterior estudio. De hecho siempre diviniza una grabación de los Shanti. “Mai havia gravat això, en directe i en quatre dies!”. Tiene frases muy suyas: “Zeidun son els meus millors clients, sempre vénen amb mi!”. Santi tiene ese rollo de “és de les millors gravacions de la meva vida”… Admiro su entusiasmo.

Y en esas que llega Wences. Mientras se sienta bromea con el hecho de que en la entrevista pondremos algo en plan “y en esas que llega Wences”, para presentarle, algo que evidentemente hacemos.

Artur: Va, siéntate que acabamos de empezar. Yo hasta las ocho que entro a trabajar tengo tiempo (risas)

Ana: ¿En qué notáis que habéis cambiado más?
Artur: Santi un día me dijo que antes cantaba más para adentro que ahora. Supongo que es algo que viene dado por el estilo musical. Es algo orgánico, y el sonido influye mucho. En las primeras canciones no teníamos las letras hechas, y ahora sí. Lo cierto es que nunca tuve una vocación de líder ni de vocalista. En Aina acabé cantando yo porque no había otro para cantar, aunque creo a medida que he seguido en esto mi voz sí que ha ido ganando presencia.
Rubén: Venís de un circuito muy concreto, el que heredáis de Aina. El abriros a otros escenarios, ¿os ha costado críticas del fan de toda la vida?
Albert: Bueno, tampoco nos invitan a tantos sitios como para que pase eso (risas). Sí que tenemos una cierta guía para tocar en x sitios, y unos límites que nos autoimponemos. Al final la gente se queda con eso. Eso no quita que no podamos hacer otras cosas, claro.
Wences: Yo creo que nos fijamos más en lo contrario que en lo que comentas. No dejar de tocar en sitios, sólo porque en ese momento pueda tocar otra cosa como banda. Hemos querido mantener el propósito de tocar en ciertos lugares emocionalmente importantes para nosotros. Se puede ir a ciertos festivales sin dejar de lado lo que te empezó a definir como grupo.
Artur: De hecho aún no se nos ha acusado de vendidos (risas). Y bueno, lo cierto es que tampoco hemos tenido la oportunidad de hacerlo…

Tenemos el pacto interno de no dejar de tocar en sitios sólo por el hecho de que en ese momento pueda tocar otra cosa. Hay lugares emocionalmente importante para nosotros a los que no dejaremos de ir

Rubén: ¿Habéis tenido debate con eso?
Albert: Se mantienen unas intencionalidades según el momento del grupo. Creo que lo sabemos explicar bastante bien, lo que ayuda a que la gente lo entienda y los bolos salgan un poco en consecuencia.
Artur: Sería un error empezar con un “vamos a sudar de aquí o de allí”.

Wences: A medida que te abres ves a un nuevo tipo de público, que quizá no estaba tan acostumbrado a nuestra música. La gente nueva se quedan como atrás en plan “esto quiero verlo bien”. Es algo realmente curioso que me llama la atención.
Albert: Y tenemos la suerte de que el fan o el público habitual es muy fiel. Creo que nunca se han sentido incómodos con que hayamos tocado en algún festival o en otro. El año pasado tocamos por ejemplo en el Cruïlla y el fan de toda la vida estaba en primera fila. La gente entiende que vayamos a festivales y le gusta que podamos dar un salto.
Artur: Hay una convivencia entre los dos perfiles.

Rubén: En vuestro regreso hubo una elección de fechas y salas muy consecuente con todo lo que estáis comentando.
Artur: Se nos ofreció algo a lo que dijimos que no porque no era el momento. Lo natural era volver en el Sant Feliu Fest, y es lo que acabamos haciendo. A partir de ahí venía el hacer canciones y volver a ponerse. Lo de la gira de los garitos pequeños fue para lanzar el single y para recobrar un poco el tacto del directo.
Albert: Fue algo pensado también para nuestra propia comodidad. Una manera de volver a empezar sintiéndote a gusto, y yendo cogiendo confianza poco a poco. Y en el Sant Feliu Fest, además, lo de recuperar bandas es algo que se da con cierta frecuencia.
Wences: Lo que pasa allí es un caso excepcional. Hay amistades cruzadas y mucha complicidad.

Ana: Antes de la vuelta oficial de este año hubo una especie de retorno previo, con libro incluido. ¿Cómo se idea todo?
Albert: Lo del libro viene de la relación que teníamos con Alberto Polo. Después del parón Artur vino con tres canciones muy acabadas. Una se aprovechó para el single y en el disco hay dos. Mogollón es la primera que volvemos a hacer juntos.
Artur: Mogollón es un hitet. ¡Aún tiene que llegar a los corazones de la escena! (risas)

Volviendo de un bolo de Madrid sacamos la agenda y empezamos a pensar en sitios para tocar. Lo más sorprendente es que en casi todos los sitios que pensamos con aquel subidón pudimos tocar

Rubén: Y el momento en el que decidís que ya estáis listos, ¿lo recordáis?
Artur: El primer concierto fue en Madrid. Tocamos en el aniversario de La Castanya… Recuerdo que volvimos en la furgo, y que Joan y Alberto Polo también estaban. Allí fue cuando perfilamos la gira… Estábamos de subidón, con la euforia del bolo y dijimos: “tenemos que tocar aquí, allí y allí”. Y lo sorprendente fue que fue saliendo todo.
Wences: ¡Llamamos a Santi en la misma furgo!
Artur: Empezamos a decir sitios… Es muy fuerte porque después todo lo que dijimos se cumplió.
Artur: El final en el Estraperlo nos dio mucha energía. Estaba lleno a petar, y la gente de allí muy contenta porque era algo que no contemplaban… Fue una gira muy bonita, con un final muy bonito también.
Wences: Lo bueno de esos conciertos es que son días en los que pasan muchas cosas.
Albert: Y estábamos muy enfocados ya en el disco nuevo. Aquello nos acabó de reafirmar que teníamos que volver.
Artur: Exacto. Sirvió para recuperar sensaciones. Que es un símil un poco futbolístico pero que vale para el caso (risas)

Rubén: De esa tanda. ¿Con cuál os quedáis?
Artur: Con el de las fiestas de Sants. Y mira que sobre el papel era un bolo complicado. El Cruïlla fue muy bien también. Y todo Euskadi.
Albert: Nos lo tomamos como un rodaje. No queríamos llegar al estudio sin rodarnos…
Artur: Era testarlo todo. Una pretemporada, volviendo al símil futbolístico, para llegar a puntito de caramelo.

Ruben: ¿Dónde habéis grabado Novelería?
Albert: Grabamos en el estudio nuevo del Fermí de Biscuit. Teníamos ganas de sacar a Santi del estudio y nos pareció buena opción. Pensamos mil cosas, incluso repetir Euskadi, pero al final optamos por el estudio de Fermí. Santi luego le dio el toque final.
Artur: De hecho en el bolo de Madrid que comentábamos antes los Biscuit también estaban, y creo que se empezó a fraguar entonces.
Wences: Cada cosa que hemos ido haciendo siempre hemos querido aportar algo diferente, algo que haces también en beneficio del fan. El grabar siempre de un modo diferente o el girar en salas pequeñas son pequeños guiños para el seguidor más fiel. Hay un cierto espíritu gimcana en todo eso.

Ana: A nivel de referencias, ¿os marcasteis alguna en concreto para la grabación?
Artur: Bueno, en este caso estamos ante un disco de directo. No es que estemos en contra de las bandas que hacen sonar las canciones de manera muy diferente, pero en este en concreto quisimos hacerlo así. Lo ideal sería estar los tres en la habitación y grabar sin claqueta, como se grababa en los cincuenta, aunque con el volumen que utilizamos tampoco es que sea algo muy viable.

Rubén: ¿Hasta dónde interviene Santi?
Artur: Santi nos conoce muy bien. Además es muy divertido porque siempre te explica historias de cómo será la grabación. “M’he comprat una màquina a Bèlgica. La vaig recollir en una Vespa. i vaig trigar un munt en portar-la” Después se lo recuerdas y te dice que se ha de calibrar (risas). “Si voleu ho fem, eh?”.
Albert: En esta ocasión tuvimos conversaciones previas, que es algo que no solemos hacer.
Wences: Lo acordado fue huir de la sobreproducción, que es algo que con Santi sabes de entrada que no pasará. Creo que tenemos un feedback muy marcado y que todos tenemos el concepto de qué es Nueva Vulcano. Quieras o no saber eso te permite trabajar con una seguridad, una garantía que te da una perspectiva muy válida.
Albert: El resultado es un disco de sonido natural.
Artur: Ahí hemos llegado dándole libertad plena a Santi. Le dices qué es lo que no quieres y a partir de ahí trabaja. Estamos muy contentos de cómo ha quedado. Ha introducido novedades y creo que mola, sobre todo cuando ves que es lo que ha aportado él, que es mucho.

Nos ha quedado un disco muy autobiográfico, menos político de lo que requería el momento

Rubén: Lo que sí que he detectado es que se mantiene un componente autobiográfico fuerte.
Artur: Lo es. Es muy autobiográfico. Quizá faltan canciones más políticas, más de crítica social. Podría haber escrito más sobre esto, pero ha quedado un componente más mío, que es algo que por otra parte me pasa a menudo.
Wences: Bueno, bueno. La jota va a volver es muy reivindicativa (risas)

En la de Rabindranath tengo que decir que me flipa el nombre.
Artur: Es un tío brutal. Es el tío de las frases de los árboles no te dejan ver el bosque. ¡Que bien nos iría un gurú así! Estamos en un momento en el que te creerías cualquier cosa. Necesitamos un puto mesías. Y es nuestra canción favorita del disco. Es la última que hicimos, no dábamos un duro por ella… Se ve mucho también la producción de Santi en toda la canción.
Wences: Es de esas canciones que cuando escuchas fuera del estudio te sorprende.
Ruben: Hay referentes comunes. Todo el tema Gràcia…
Artur: El look del amigo encajaría bien aquí.

En Aventura en Arkham Comics también hay una mención muy clara a pasajes de Barcelona.
Artur: Yo soy de la calle Notariat. Me vicié mucho a la tienda, que está en la zona. En la canción se explica un poco la historia. Es un tío muy majo y el trato con la gente es muy buena. Es nuestra manera de apoyar al pequeño comercio (risas)

Ana: Lo de las referencias a Barcelona es una constante a lo largo de vuestra carrera.
Albert: Es que este par son muy de Barcelona. ¡Son dos de los tíos más de Barcelona que conozco!
Artur: Me sé todo el recorrido del 39 (risas)
Wences: Creo que eso en parte explica que sean tan autobiográficas. Aunque las hace Artur creo que puedo decirlo, ¿no? Yo estoy un poco en contra de la Barcelona de turismo que se vende desde arriba, así que me gustan mucho esas referencias.

Rubén: Albert, en tu caso gestionas un sello al margen del grupo. ¿Tratas de aplicar inputs de las bandas que vas descubriendo en Nueva?
Albert: He aprendido que Nueva Vulcano funciona de una manera muy nuestra, aunque sigue siendo universal. En muchos puntos sí que me sirve para trabajar en el sello. Creo que hay una sinergia: que yo me fijo en cosas y que los grupos también se fijan.
Wences: Siempre hay una evolución.
Albert: Y los grupos nuevos te aportan cosas.
Artur: Te hacen ver que no se enteran de nada. ¡Nosotros sí lo hacemos bien! (risas)

Rubén: Es que estamos en una época muy rara, en la que se va a festivales grandes ya con una maqueta o un par de demos.
Albert: A nosotros no nos llamaron a ningún festival hasta el tercer disco. Es algo que siempre se lo digo a los grupos nuevos que llegan a La Castanya. Supongo que cuando lo dices al grupo en cuestión le da igual, porque lo que quieren es tocar, pero creo que es importante que lo sepan. Supongo que ahora es más fácil que cuando empezamos lo de darse a conocer, hay una exposición mayor. Lo difícil es que los festivales te sigan queriendo.