Aprovechamos el estreno del videoclip de «Badulake», tema incluido en el último disco de Za!, para publicar en formato digital la entrevista que el dúo nos concedió para Shook Down Underzine vol. 5 en la Fabra Coats la semana previa a la presentación de Loloísmo. Agradecimientos a Za! y La Gandula por sus facilidades para realizar la entrevista en su campamento base.
Za! vuelven al rue(i)do con Loloismo, un nuevo capítulo para el dúo, tan solo unos meses después de haber sacado a la luz Jose»s Ministry of Sound (Mascarpone, 2015), un cassette con versiones en directo de Wanananai (Gandula, 2013) y otras rarezas. Vuelven a la carga, y se visten de largo con un LP que suena a tantas y tan diferentes cosas que necesita un proceso de ajuste para el/la oyente, incluso entre canción y canción. Nada tienen que ver la calidez que desprende “Sancha” —una instrumental cercana al sonido de Slint—, con la sinfonía industrial de “La Maquinaria está Engrasada”, o con la oda hooligan, entre lo hardcore y lo tropical, que es “Loloismo”.
Nos juntamos con Spazzfrica Ehd(u Pou) y Papa duPau (Rodríguez) para hablar de su nueva maravilla caótica, llena de collages sonoros, y nos interesamos también por su vertiente como grupo “autogestionado”. Za! han seguido una trayectoria que los ha llevado a autoeditar sus materiales —a través de su propio sello, Gandula, capitaneado por Alfons Serra (antiguo miembro de Nisei)—, además de haberse recorrido Australia y Japón de gira.
Texto: Ana Martínez | Fotografías cedidas por Za!
El disco viene muy cargado en cada canción. Es denso de asimilar. En unas primeras escuchas da la sensación de que tal vez hay más repeticiones y loops, pero en realidad, un poco más procesado se pierde esta sensación. ¿Habéis tirado más por la tendencia a la repetición en este disco?
Spazzfrica Ehd: Precisamente a nivel de loops como los habíamos hecho en el Wanananai, Macumba, o Megaflow, donde había loops de voces y guitarras, yo diría que no hay ninguno grabado. Lo que sí que es cierto, es que puede que los toquemos en directo, quizá en “Hablas como Autechre #2”.
Papa duPau: Creo que sé a qué te refieres, por ejemplo, la primera canción de maquinaria, es un ritmo que no cambia nunca. Solo en un par de momentos, pero hay un rollo constante, casi mántrico. “Sancha” es otro mantra, y en “Mundo Estrella” también está esta sensación de repetición constante.
Ehd: Sí, igual la diferencia está en que, hasta ahora, en los otros discos eran más cosas grabadas, y el resto encima, en este todo lo que tocamos está en directo. Puede que jugásemos más a la repetición e ir haciendo pequeñas variaciones. Solo hay un loop en “¡Aquí huele a Assufre!” que es el timbal grabado con el micro, apretándolo contra él, y encima de eso vamos jugando. Pero así como en “El Calentito”, por ejemplo, había un loop de guitarra, en “Kalon-Jah! Tewra-ssah!” y “Ceacescu” eran loops de voces; aquí intentamos nos repetirnos y no hacer este tipo de loops.
En las voces por ejemplo sí que os habéis soltado mucho más
duPau: Con las voces, por una parte teníamos ganas de hacer más letras, porque es una cosa que no habíamos hecho y tenemos esta filosofía de ir haciendo cosas que no hemos hecho nunca antes, para no repetir los trucos. Si con una canción hicimos el truco de grabar los loops, y seguimos haciéndolo, se ve un poco el cartón. Buscamos ir haciendo cosas diferentes, por eso aquí, hacer voces era importante, porque no lo hacemos habitualmente. Tampoco hacemos nunca raps, y aquí aparece esto, y en “Loloismo” tiene un contenido que para nosotros es entre irónico y antidenuncia.
Ehd: Autocrítica…
“Loloismo” precisamente me resulta ambiguo. Personalmente tengo algo muy en contra del loloísmo, por el momento en que suena “Seven Nation Army” de The White Stripes en algún garito, y todo el mundo hace la versión loloísta. Pero es algo personal y muy concreto. Quiero saber vuestra parte en esto.
Ehd: Yo creo que como en todo hay un loloísmo mainstream, que es por ejemplo este que dices de los White Stripes, o el del himno de España. Pero claro, la gracia es loloízar a Schoenberg o una misa ortodoxa. En el sentido de loloízar todos juntos haciendo algo de forma colectiva, dejando de lado que se haga algo bien. Nosotros no tenemos ni una gran voz ni una gran lírica, pero tenemos ganas de cantar y la gracia de la voz es comunicar.
duPau: Nosotros hablamos del loloísmo desde la perspectiva de estar dentro de un coro, no importa cómo, pero donde lo importante es que vamos todos a una y que le quitamos todo el peso y la solemnidad. Como lo que él decía sobre la música contemporánea o dodecafónica, que es completamente solemne. Pues… sacárnosla del cacas.
Por otro lado, sumado al loloísmo, está que desde el “Wake up” de Arcade Fire parece que ha sido la década de los “ooohh ooohh”
Ehd: Claro, precisamente tenemos que recuperar el loloísmo en otras cotas, y que esto no sea solo patrimonio de Arcade Fire. Con esto también hablamos de nosotros mismos, de chavales que escuchábamos hardcore y estamos acostumbrados a haber escuchado muchos grupos que hacen letras muy pontificadoras, pero después igual no predicabas demasiado con el ejemplo. Eso hace gracia, y al final todos pecamos un poco de eso. En la canción también nosotros mismos estamos pontificando, y en realidad va por ahí la cosa.
Como habéis dicho, para este habéis intentado no repetir los “trucos” de discos anteriores. ¿Cómo es en general vuestro proceso para componer las canciones? ¿Improvisáis, esperáis a estar en el estudio, tenéis cosas hechas de antemano…?
Ehd: Por orden cronológico: a nivel de composición, varía mucho si hay una idea previa o un reto. Un reto como, por ejemplo, hacer una canción sin cambiar el acorde. En “Sancha”, Pau toca todo el rato el mismo acorde de guitarra, no se mueve de ahí, entonces, a partir de ahí nos planteamos qué podemos mover. En este caso sería el ritmo, ir jugando con patrones rítmicos diferentes. O por ejemplo, “pues molaría hacer un rap”, y mira qué rap más guapo se ha currado Pau en “Don Autoleyendas”. A veces partimos de estas premisas —el caso del reto—, otras, partimos de una impro, que acaba cuajando en una canción. «Badulaque» viene de unos sonidos que Pau se sacó con el sampler después de escuchar un concierto de Omar Souleyman en Polonia, en el que tuvo problemas técnicos. Después estuvimos hablando con él, escuchado el tecladillo, y nos gustaron mucho los pitch y los sonidillos que iba haciendo el teclista. Pau se grabó algunos sonidos en el sampler y a partir de aquí salió la canción. Cada canción en realidad parte de un proceso distinto.
duPau: En este disco cada canción tiene su método. No hemos tenido esta cosa de pensar “el siguiente disco será nuestro disco conceptual, chicos” (con voz de intelectualoide). Es simplemente que la forma de trabajar que a nosotros nos resulta estimulante —igual no la más fácil, pero sí la más gratificante— es que cada cosa que hagamos tenga un sistema propio. En «Loloismo» dijimos: “vamos a hacer una canción que solo sean guiños del hardcore oldschool”, desde cómo empieza con el “¡¡¡UNDOS, UNDOSTRESCUAAA!!!”, hasta el ritmo, la temática, el tipo de voces, o la parte del medio, como hacían siempre Youth of Today, que empezaban rápido, luego paraban y hacían el medio tiempo.
Hemos intentado también que las canciones sean un poco más cortas, que haya menos desarrollo. En otros discos cogíamos una idea que nos flipara y de ella hacíamos unas tres o cuatro versiones. Al final era una idea, con unas siete dimensiones, y sin darnos cuenta hacíamos canciones de veinte minutos. Por eso hay canciones partidas en tres o cuatro partes. Ahora hemos intentado comprimir y que ninguna canción supere los seis minutos.
Edh: Luego en directo ya haremos lo que queramos. Como si cada canción fuera una cápsula Hoi Poi de aquellas de Goku, y en cada concierto las podamos desarrollar. El otro día empezamos un concierto con «Empatando»: nunca lo habíamos hecho, y fue de coña. Una forma de empezar el concierto mucho más relajada, más tranqui, con las maracas, no sé… cogimos otro rollo.
A la hora de grabar, este es el disco en que más hemos grabado en directo. Pau tiene momentos de estar rollo pulpo, con la guitarra, el sampler, la trompeta; y yo con el teclado y la batería. En otros momentos grabábamos un loop previo, para poder panearlo mejor. Si grabas un loop con algún pedal DD-7, se escucha en mono, y pierde un poco de gracia. Ahora al estar todo en directo no hay casi overdubs —pistas grabadas encima—, solo las voces y poco más.
duPau: Hemos grabado guitarras, una sobre otra, pero eso no cuenta… Y es igual de válido que grabarlo todo por pistas. Bueno, los que graban por pistas en realidad son un poco maricas… pero es igual de válido.
Edh: También en el proceso de grabación, ha sido la primera vez que grabábamos en el mismo sitio donde nos quedábamos a dormir. Hasta ahora siempre salíamos del curro y por la tarde íbamos a Sant Feliu a grabar, con el estrés de venir del trabajo y saber que al día siguiente tenías que ir a currar otra vez por la mañana. Y esta vez nos hemos quedado cuatro días, hemos dormido allí, y así una canción que te pide estar relajado, como «Sancha», la grabamos en varias tomas, siempre después de comer, con la gustera, ahí tiradillos en el sofá, y claro, eso va tomando otro ambiente. El Wanananai, lo que tiene es un estilo de urgencia, porque íbamos a tope de todo.
duPau: Sí claro, porque nos teníamos que pirar a Barcelona. Llegábamos a grabar, pero en dos horas había que volver a Barcelona, así que más valía grabarlo todo a la primera y rápido. Esta vez yo he disfrutado mucho de estar allí y de la convivencia. Pero también ha sido la primera vez que hemos grabado la gran mayoría de canciones después de haberlas rodado haciendo una pequeña gira. Nos ha servido también para asentarlas, y eso está muy guay porque a nosotros nos gusta mucho dejar una parte que no esté del todo cerrada, un poco abierta para, en los directos, ir pillando el mojo de cada sitio y de la gente, y adaptarlo.
«La Maquinaria está Engrasada» es como una especie de sinfonía industrial casera. ¿Nos podéis hablar de cómo grabasteis esta canción y qué usasteis para los mil y un sonidos metálicos?
Edh: A nivel de sonidos en la batería, utilizo dos platos, uno sobre el otro, por tanto el sonido queda muy matado, y sobre el goliat pongo un chino muy roto. Para mí, la premisa era que los sonidos estuvieran muy matados, sin ningún tipo de cola, que no se alargaran. A nivel de percusión, los sonidos son todo lo que había metálico en la casa donde estábamos grabando: una sartén gigante, un brasero, una tubería, la tapa de una caldera antigua de plomo… Son todos estos sonidos… como si fuera Einstürzende Neubauten mezclado con… arroz La Fallera (risas). Y con la guitarra, lo que hace Pau, en varias canciones, es un truco que nos ha encantado y hemos descubierto en este disco, que es pasar la guitarra por el sampler. Es un trucazo porque puedes añadir efectos muy guapos, la guitarra pasada por sampler, más el DD-7 con delay corto, más el whammy.
duPau: Un efecto típico de DJ, porque en realidad este cacharro del sampler es una máquina de DJ, para hacer un poco de producción… cutre. Sabes, el típico efecto en una cantadita de electrónica, cuando sobre la base entra la voz y se queda como enganchada en un palabra, y va con los BPM de la canción. Esto es porque hay un efecto que se llama BPM looper, entonces tú puedes seleccionar lo que quieres dejar enganchado. Así descubrimos que si lo que dejo enganchado es la guitarra, con toda la distorsión, y luego modifico los BPM, quedaba algo guapísimo. Edu tenía un ritmo que es la hostia, y yo iba tocando y decía “joder tío, es que solo me salen movidas de Rage Against the Machine”, y aún hay algo ahí, en la parte del medio. El resultado es un poco guarreras, un poco new metal, pero porque estaba aprendiendo a tocar el cacharro este y la guitarra a la vez.
Edh: En la parte del medio yo toco el teclado, y aquello nos vino por un concierto que vimos de Wesphere, una gente que hace electrónica rollo dubstep. Coincidimos con ellos en el festival Eufònic de las tierras del Ebro, y molaba mucho este efecto que usaban, en que dejaban un silencio pronunciado en mitad del ritmo, y pensamos que molaría mucho adaptarlo a lo nuestro y hacer ritmos cortados en lugar de siempre el 4/4. En realidad hay muchas cosas que salen así, de intentar llevar a nuestro terreno cosas como el dubstep, con nuestras limitaciones técnicas y musicales, y mezclarlo por ejemplo con sonidos de fábrica.
duPau: Realmente las ideas nos vienen muchas veces en los bolos que vemos, es muy inspirador. A veces, ves grupos que te enriquecen muchísimo, como el de Omar Souleyman…
Edh: Sí, en Sheffield tocamos en un pequeño festival del sello que nos saca allí y flipamos con Ex-Easter Island Heads, que tocaban guitarras con mazas de batería y hacían un rollo muy minimalista; o Gum Takes Tooth que son dos tíos, uno con un sinte y el otro tocando la batería: aunque son dos, aquello parece una rave. Fue guapísimo, luego me escucho el disco y no me acaban, pero de aquel directo no me olvido.
duPau: Bueno, es lo que le pasa a la peña con nosotros (risas): “el directo guay, pero es que el disco no me lo pongo”.
Edh: Hostia, nunca nos han dicho eso, ¿no?
En este número (nota: la entrevista se realizó para Shook Down UNDERZINE vol. 5) nos interesa especialmente la gestión y autogestión en diferentes ámbitos. Vosotros os movéis por todas partes, acabáis de volver de Japón, Australia… ¿cómo organizáis estas cosas y como lleváis todo el trabajo que esto comporta?
Edh: Sí, nosotros lo que siempre decimos es que la filosofía, más que Do It Yourself, es Do It Together. Nosotros en Australia no nos podríamos haber montado una gira, la única forma es que allí nos ayude alguien. Entonces Paul Curtis, que tiene un pequeño sello, y lo conocimos por casualidades de la vida, tiene además una forma de hacer y de pensar las cosas como nosotros, y nos ayudó a montar el bolo, como nosotros hemos ayudado a montar giras a gente que viene aquí. En Australia nos ayudaron Valve Records, y un pequeño sello en Japón que se llama Moorworks también nos montó la gira allí. Aquí en general solemos gestionarnos nosotros los conciertos y algunas cosas más tipo festivales, o donde no tenemos contacto lo hacemos con Sones, que son colegas, y se ofrecieron desde hace mucho tiempo a montarnos cosas. Sí que les dijimos que nos interesaba, pero sin exclusividad, porque nosotros siempre nos hemos montado los conciertos con colegas y no tenía ningún sentido que si vamos a tocar al Arrebato sean ellos quienes estén de por medio haciendo las gestiones: seremos nosotros quienes hablamos con Dani de Picore.
Cada vez más, porque no vamos tan liados con los curros de lunes a viernes, aún hemos asumido más el trabajo de montarnos los bolos nosotros. En Alemania también tenemos un colega, que hace años que trabajábamos con él, que se llama Christian Kirmes. Es un chavalín que tendrá 26 años y que nos monta bolos allí. Básicamente a través de bolos y cosas muy pequeñas pues vas saltando. Tenemos lo que nosotros llamamos el mundo estrella, un mapa interior nuestro, que no tiene nada que ver con el mapa normal: es mucho más importante para nosotros Braganza, porque allí está Nuno, que es un muy bien parido, en cambio hay ciudades muy grandes en las que no conocemos a nadie y por tanto no están en nuestro mapa. Y es través de esta gente como nos hemos ido montando las giras y las ediciones.
Aquí seguís una especie de doble circuito, ¿no? En festivales grandes y otras historias más pequeñas como, por ejemplo, el Lemon Day.
duPau: Sí, pero yo creo que con la burbuja de festivales que hay, los programadores a veces nos pillan porque necesitan una cuota freak. Después hay algunas revistas que tienen peso crítico, o son líderes de opinión, y nos han valorado bien, que es algo que pasa pero que es totalmente aleatorio. Y los festivales se dejan influenciar por ellas o te valoran. Para nosotros guay, porque si un festi está promocionado por no sé quién, pues pedimos “x”, y tocas en un festi donde hay un montón de peña. Mola si la persona que te recibe y el trato con la peña de allí es cercano, y son festis que se lo curran, como el Primavera que siempre nos ha tratado de puta madre. Al final se trata casi más del trato que de cualquier otra cosa. La gente del Lemon Day o de otras cosas pequeñas, también tienen un trato cercano y yo creo que el problema muchas veces es el tipo de comunicación que tienes: no influye tanto la plataforma como el cómo se plantean las cosas. Hay festis grandes con los que te puedes entender fácil y a la primera, y luego hay otra gente que hace cosas pequeñas; nos ha pasado, por ejemplo, tener propaganda en el escenario, cuando nos estaban diciendo que no tenían ni un duro. Nosotros venimos a tocar y si no tenéis ni un duro, venimos también, pero venir a tocar gratis cuando te tienes que comer la publi sobre el escenario, eso no, porque os están tomando el pelo y nosotros salimos perjudicados. Entonces igual ese doble circuito sale de que nosotros somos, en general, personas accesibles. A veces sí pensamos cosas que no queremos hacer, historias de programas de la tele por ejemplo. Hay historias más personales de gente muy concreta, que son pequeñas, que si nos interesan también haremos.
Edh: Tampoco es que tengamos ningún dogma particular, simplemente de cada propuesta que llega, a parte de lo que surge de nosotros, simplemente discutirlo para ver si nos sentiremos cómodos o no. También nos hemos equivocado y hemos hecho cosas que no nos han gustado nada.
duPau: Sí, a veces hemos hecho cosas que tampoco nos han hecho sentir cómodos, pero a nivel económico nos ha compensado: al menos esa parte nos llevamos. Porque la incomodidad tampoco será tan grande cuando estás tocando con dos amplis a toda leche… y a nivel artístico te están respetando, que nadie te está diciendo qué no puedes decir o cosas por el estilo. No sé si me explico.
Otra movida interesante en la que habéis participado. ¿Qué podéis contarnos de La orquesta del caballo ganador?
Edh: Aquello surgió de un concierto que teníamos que dar Za! y Estrategia Lo Capto! donde tocaban los hermanos Junquera (el Negro y Marcos, el batería de Betunizer), y otro chaval que aquel día no podía tocar, entonces los dos Junquera nos dijeron de hacer un taller de improvisación conducida, que bajásemos un día a Valencia para enseñárnoslo. Y aquello fue como abrir una puerta interestelar y flipamos mucho aquel finde. A partir de aquí La Orquesta del Caballo Ganador ha tenido varias etapas. La primera éramos los tres Za! y los hermanos Junquera, después se apuntó más peña; otras épocas éramos doce, más tarde volvimos a reducir y se hacía más en Valencia, y ahora hacemos de tanto en tanto, pero seguimos queriendo hacer estos conciertos de improvisación conducida. Luego con Sara Fontán, Pau y yo, hemos estado montando las noches de El Caballo en el Heliogàbal, una vez al mes al menos, y cada vez con gente diferente y así también ir descubriendo a otra gente que nos gusta o con quien nos mola tocar. Colegas de toda la vida. Lo guay de este lenguaje es que en dos tardes montas las señales y desde alguien que lleve el rollo del conservatorio hasta otra que tenga actitud punk y autodidacta, todo el mundo se puede integrar y tocamos juntos. Pensamos que el Helio es un sitio de puta madre a nivel de espacio, y donde además, estamos haciendo cosas con colegas, como el Artur y Albert (Nueva Vulcano) y toda esta gente siempre nos han llamado para hacer cosas. Y a partir de estas noches hemos descubierto un montón de músicos y también colegas.
¿Nos podéis hablar un poco de vuestro sello Gandula? ¿Cómo se crea?
Edh: Gandula en realidad no lo llevamos ni Pau ni yo, lo lleva Alfons Serra, batería de Nisei, y es simplemente una plataforma para editar discos suyos y de colegas. Siempre te encuentras con la típica situación de no saber cómo sacar determinados materiales, igual estás con un sello que te saca un CD, pero no hace la edición en vinilo. Gandula es una asociación cultural por temas legales, para sacar discos, sobre todo de bandas amigas.
El primer CD de Za! lo sacamos con un colega, Pablo Treguevoz, y no hicimos vinilo. Después Macumba y Megaflow, Acuarela, un sello de Madrid, hacía los CDs, y los vinilos los hicimos con Gandula. Hasta que decidimos que lo haríamos todo nosotros, porque no queríamos hacer nada más con ellos.
Pau: Sí, con Acuarela acabamos un poco mal, aunque en un sentido positivo, en relación nula, porque trabajar con Jesús es complicado. Este trato del que hablábamos antes, de estar cómodos, es una cosa que oscila entre estar muy cómodos haciendo una birra y charlando de puta madre, de libros e historietas… y el tío tiene un humor que es la polla. Pero después a la hora de estar serios haciendo números, o del feedback, de temas del registro de canciones, de royalties y casi todo lo que implicaba pasta, era superopaco.
Edh: Sí, aquello nos hizo aprender, y nos reafirmó en decir que en la medida que pudiéramos haríamos todo con colegas. Y hacer cosas con gente con la que tengamos afinidad y con la que pensemos de la misma manera.
duPau: Hay una parte muy guay y es que él fue una persona que creyó muchísimo en nosotros como grupo, mientras nosotros estábamos básicamente tocando para desfogarnos, y se ofreció a sacarnos un disco. Había cosas muy positivas, pero a veces la forma de trabajar o de hacer, simplemente no encajan.
Edh: Ahora intentamos asumirlo todo nosotros. Gandula la fundamos juntos, pero el verdadero trabajo lo hace Alfons. Desde el Wanananai, nos implicamos un poco más y lo ayudamos más. En los últimos años también hemos coeditado el CD de Os Meus Shorts, y el último disco de Espaldamaceta. No es porque nosotros tengamos el afán de sacar más cosas, sino porque Espaldamaceta en aquel momento no tenía sello con el que sacar. Nico, de Os Meus Shorts, quería hacer algo con nosotros, y le ayudamos en lo que pudimos: ya le dijimos que nosotros no podíamos poner pasta porque no tenemos, pero toda la parte de notas de prensa, distribución, contactos para bolos y estas cosas, claro que sí. No es un sello al uso, no vamos buscando bandas, son cosas puntuales. La banda es Za! estrictamente. A veces nos envían mails grupos, pero la respuesta es “me sabe mal, pero…” y les explico, pero les digo “pues mira, por el tipo de grupo que eres y por lo que acabo de escuchar yo te recomiendo que hables con este u otro sello” . Pensamos cosas a veces, como montar una plataforma, donde los socios que quieran se autoproduzcan bajo el amparo de Gandula, pero que el trabajo lo gestionase cada grupo. Una mezcla entre autoedición, y una ayuda para hacerlo. Pero bueno, somos un poco vagos y no nos ponemos.
duPau: Es que es muy complicado todo el trabajo que hace un sello, y la cantidad de horas que tienes que hacer, de diez mil cosas diferentes que hay que tener en cuenta… es un curro administrativo muy bestia.
Edh: Sin Alfons, realmente hay que decir que estaríamos igual tocando en la fiesta de nuestra abuela: nos ayuda mucho con los discos y hace muchísimo trabajo. Él además está trabajando en una empresa que se llama La Cúpula, que ayuda a bandas y sellos a colgar la música digitalmente.
Escucha el disco aquí: