Formados como banda en Córdoba Viva Belgrado llevan ya algunos años consolidados como formación, experimentando una evolución sostenida desde la salida de su EP de presentación El invierno que terminó por explotar con Flores, Carne, disco con el que han girado por buena parte de Europa gracias a un sonido demoledor que les ha servido para abrirse puertas en el screamo y el hardcore, convirtiéndose en una de las realidades más evidentes de la escena local.
El viernes 3 estarán en el Parc del Fòrum participando en el Primavera Sound, a partir de las 17:45 horas en el escenario Adidas Originals.
Venís de Córdoba y suele decirse de vosotros que bebéis del screamo con raíces europeas. ¿Cómo recordáis vuestros orígenes? ¿Teníais referentes más o menos próximos cuando os juntasteis para vuestros primeros bolos?
Empezamos queriendo hacer algo parecido a Daïtro y Sed Non Satiata, que era lo que estábamos descubriendo en ese momento. La escena en Córdoba es muy pequeña, nosotros no crecimos asistiendo a conciertos ni comprando discos de hardcore, así que cuando nos juntamos no teníamos ningún referente cercano. Todo esto lo descubrimos gracias a Internet.
Leí en una entrevista que previamente algunos de vosotros tenía un proyecto de raíces más folk. ¿Qué recordáis de aquella etapa?
Ese grupo era lo que en principio iba a llamarse Viva Belgrado pero apenas dimos un par de conciertos. Estábamos empezando a tocar y aprendiendo a escribir canciones, así que no teníamos mucha idea de lo que hacíamos y era todo muy inocente. La idea era hacer algo en la línea de Bon Iver o Damien Jurado, pero nunca acabó de cuajar.
Una pregunta válida para los inicios de los dos proyectos: ¿cómo fueron vuestros orígenes? ¿Qué tal es el circuito local de Córdoba para una banda que empieza? ¿Os costó daros a conocer?
Supongo que similares a los de todos los grupos: éramos cuatro chavales que más o menos ya nos conocíamos y con mucha ilusión por ensayar, grabar y tocar. Como te decía, la escena en Córdoba es muy pequeña, si es que se le puede llamar escena. Nosotros aquí siempre hemos sentido que no se nos toma en serio, así que tardamos poco en salir a tocar a otras ciudades.
Superada esa primera etapa, ¿cómo se da a conocer a nivel estatal un grupo como el vuestro?
Pues nunca nos hemos planteado demasiado esas cosas, siempre nos guiamos por la intuición e intentamos huir de la parafernalia. No sabemos si será más o menos producente pero es como nos sentimos cómodos. Por ejemplo, “Flores, Carne” lo subimos sin previo aviso a los pocos días de recibir el master, el mismo día que Berri Txarrak publicaban el suyo, y sin tener ningún tipo de edición física. Hicimos una gira de 19 fechas por el estado y parte de Europa para presentarlo, solo con camisetas y para la que no había ni poster de promo. Es un disco que sacamos sin demasiadas pretensiones, porque después yo me fui dos meses a Japón y a la semana de volver me fui a vivir a Barcelona, así que no sabíamos que iba a pasar con la banda.
¿Y a nivel de giras? Me da la sensación de que siempre habéis trabajado de una manera muy autónoma, tanto a la hora de buscar bolos como a la hora de anunciarlos o moveros.
Siempre hemos funcionado de una manera muy DIY, contactando con colectivos y sin tener miedo a pedir ayuda por Facebook. A nivel de comunicación puedes ver nuestro Facebook: apenas publicamos, y tampoco tenemos Twitter ni Instagram. No nos gusta hacer spam y preferimos postear solo cuando sea realmente necesario. Parece que hay una obsesión por estar siempre presente en el news feed del público, pero generar algo de misterio también nos parece interesante.
Hablabas de colectivos. ¿Con cuáles os sentís próximos después de haber girado o tocado?
Sin duda con los colectivos DIY y los grupos que los rodean. Es algo que se dice mucho pero la diferencia en el ambiente y el trato es realmente palpable en sitios autogestionados.
Retomando un poco vuestros primeros trabajos, en 2012 y 2013 editáis Demo 2012 y El Invierno. ¿Qué importancia créeis que tuvieron esos dos primeros trabajos en vuestro desarrollo como banda? ¿Y hasta qué punto fue importante unificarlos vía Tokyo Jupiter Records?
Nos ayudaron a experimentar, a conocernos como compositores y a descubrir qué era trabajar en un estudio de grabación. El recopilatorio fue una propuesta de Tokyo Jupiter y nos pareció idóneo porque ninguno de esos trabajos había tenido edición física previamente. También fue un subidón de autoestima porque por aquel entonces apenas habíamos salido de Córdoba y que alguien de tan lejos se interesara por editar nuestras canciones nos dio confianza y ganas de tomarnos la banda con más seriedad.
¿En qué créeis que ha cambiado más la forma de dirigir y mover vuestros lanzamientos? ¿Hasta qué punto es importante publicar con sellos que compartan una misma sensibilidad?
De momento la forma de trabajar con Aloud es la misma que hemos tenido hasta ahora y de cara al lanzamiento del disco nuevo tampoco nos imponen nada. No sé hasta qué punto es importante pero supongo que si un sello trabaja con un tipo de bandas conocerá su circuito y tendrá más facilidad para trabajar en el área que a la banda la interesa. De cualquier modo, el catálogo de Aloud es muy heterogéneo y nuestra unión tiene que ver sobre todo con tener visiones similares de la música. De hecho, creo que es la única opción dentro del estado que encaja con Viva Belgrado. Así que si no hubiéramos fichado por ellos seguramente seguiríamos autoeditándonos.
Imagino que el gran trabajo definitorio que habéis tenido hasta la fecha es el de Flores, Carne. El disco de hecho contó una edición internacional, en la que se implicaron un montón de sellos. ¿Qué valoráis de esas sinergias?
Creo que el gran beneficio es que el disco se acaba moviendo por países a los que a priori no llegaría, además de hacer contactos para futuras giras. Nosotros lo hicimos todo por email con ayuda de Walking Is Still Honest.
Siguiendo con eso, ¿cúal ha sido vuestra gira más larga? ¿Qué se lleva una banda como la vuestra cuando pilla la carretera y enlaza varios bolos?
La más larga ha sido la última que hicimos, en abril de 2016. Fueron 28 fechas en 30 días. En las primeras nos llevábamos muchas cosas pero creo que hemos ido aprendiendo y soltando lastre. Al final no hay tiempo para hacer tantas cosas como uno cree. Después de varias giras diría que no pueden faltar toalla, chanclas, colchones hinchables y lo más importante: caja de herramientas. La navaja suiza también es un clásico que salva muchas situaciones. Al margen de eso libros (más de uno por cabeza es un error) y cámara.
Por lo que decías, fichar por Aloud imagino que fue algo importante para vosotros: uno identifica una misma forma de entender la música entre sello y grupo. En el número 5 de nuestra edición impresa hablamos con Mau sobre el “decálogo” Aloud, y todas las cosas que ellos consideran importantes para que música y su mensaje tiren adelante. ¿Qué es lo que más valoráis de la familia Aloud?
Es un sello al que por un lado le guardamos mucho respeto y admiración por su filosofía, forma de trabajar y todo el trabajo que ha hecho por la escena estatal, y por otro, con el que tenemos un vínculo emocional muy grande porque hemos crecido escuchando a muchas bandas de su catálogo. Trabajar con ellos nos hace un montón de ilusión y también nos obliga a autoexigirnos más para estar a la altura.
Como alguna otra gente, mi primer concierto como público vuestro fue el de su festi. Vosotros venís del DIY y habéis tocado en todo tipo de locales. ¿Qué es lo que más os gusta de un festival por otra parte tan de puta madre como el AMFest?
La calidad de sonido es inevitablemente mejor y eso es algo que valoramos. Por otro lado, en el AMFest sentimos que la organización está muy implicada y el trato a las bandas es muy bueno. Nos sentimos muy bien tratados y no es algo que podamos decir de todos los festivales en los que hemos tocado.
2016 marca un punto de inflexión, en el sentido que sale vuestro nuevo y por otra parte esperado trabajo. ¿Cómo ha ido el proceso de grabación y de creación del disco?
Empezamos a componer el disco a mediados de 2015 pero el grueso se hizo durante el invierno. Grabamos durante 12 días con Santi García en Cal Pau y Ultramarinos y creo que el proceso ha sido más relajado que las veces anteriores. Ya conocíamos a Santi y su forma de trabajar, así que teníamos experiencia para afrontar el proceso.
Y por último, saber el set que nos espera en el Primavera Sound y planes inmediatos de futuro.
Tocaremos un repertorio basado sobre todo en “Flores, Carne” pero también habrá temas de los EPs y varios pertenecientes al nuevo álbum. De cara al futuro inmediato tenemos una gira por Europa en julio para llegar al Fluff Fest y en agosto haremos ArcTanGent.