El colectivo Sisterhood y la editorial Ofegabous lanzan la colección de literatura popular feminista Pulpería

El colectivo Sisterhood presentaba hace unas semanas su nuevo (e interesantísimo proyecto). Hablamos de la colección de literatura popular feminista Pulpería, presentada junto a la editorial Ofegabous, con la que pretenden acabar «con el vacío que existe de ficción feminista en lengua castellana». La colección nace de la necesidad de inyectar «en el imaginario colectivo referentes que faltan, de escritoras y narraciones feministas, porque la representación es importante para el empoderamiento», señalan las organizadoras. El libro está disponible en preventa en la tienda online de Sisterhood y nos vale para hablar con Cristina Jurado, autora del primer título de la colección, Vanth, presentado hace unos días en Madrid.

Entrevista: ROBIN HANNAH | Fotografía: SISTERHOOD – PANTONE

Portada_Vanth

Hace unos meses el colectivo Sisterhood se puso en contacto contigo para que abrieses la colección que realizan junto a Ofeabous. ¿Tenías algún feedback previo con ellas?
Cristina Jurado: Como vivo fuera de España desde hace muchos años no estoy tan informada como quisiera  de lo que colectivos como Sisterhood hacen. Ahora que las tengo localizadas, les sigo la pista.

Tal como apunta Curro Esbri, la colección busca llenar el vacío que había en la ficción feminista en lengua colectiva. ¿Destacarías alguna obra que haya ido en la misma línea?
Cristina Jurado: Creo que la obra de la autora Lola Robles va por esos derroteros. Lola es una escritora de fantasía y ciencia ficción que trata temas como los géneros sexuales normativos cuestionándolos muchas veces u ofreciendo distintas versiones. No puedo dejar de mencionar su relato “Mares que cambian” incluido en la antología Alucinadas (Palabaristas).

Alucinadas

Cuentas en tu blog que al recibir la propuesta enviaste la sinopsis de Vanth. ¿Era una obra trabajada previamente? ¿Cómo surge la idea de crearla?
Cristina Jurado: Era un relato que había escrito para una antología basada en el universo de Lovecraft pero que, por estar editando Alucinadas no pude terminar a tiempo. Cuando pienso en Lovecraft pienso en literatura pulp y en horror cósmico, pero también en misoginia y en un rechazo a cualquier referencia al acto sexual. Tenía claro que iba a escribir algo como contrapunto a la obra canónica de Lovecraft y, por eso, quería que la protagonista fuera una mujer y que el sexo jugara un papel imprescindible en la trama.

Presencia HumanaEn el relato cuentas con la colaboración de Ana Galvañ a las ilustraciones. ¿Cómo fue el trabajo con ella? ¿En qué crees que encajaban más vuestros trabajos respectivos?
Cristina Jurado: Ana Galvañ es una artista extraordinaria. Me gusta mucho su trabajo, que ya conocía por la portada que realizó para la revista Presencia Humana. Tiene un talento especial para estilizar las figuras y sacar lo inquietante que hay en ellas. Me encanta lo que está haciendo para Fosfatina, que se titula Luz Verdadera. Fue muy sencillo trabajar con Ana porque se trataba de que ella interpretara la historia con total libertad. Creo que nuestros trabajos encajan en la medida en que nos gusta sacar a relucir lo extraño, lo insólito, lo inverosímil, e incluso lo absurdo. La vida está llena de cosas peculiares, anomalías las llamo yo, que tratamos de normalizar y racionalizar. Está bien sacarlas a la luz con las palabras o los pinceles.

La obra explora una temática “sabor lovecraftiano”, con diferencias lógicas en el enfoque, el contrapunto que comentas en el post. ¿Qué punto de partida tomaste para crear el personaje de la criatura que toma el protagonismo de Vanth?
Cristina Jurado: Comencé el relato con el parlamento del tipo que está muriendo y que empieza: ”Tu ropa no se parece a aquellas vestiduras de Samarra que una vez llevaste, Vanth. Los muros que te rodean son del mismo blanco de las estrellas nocturnas, que hieren tus córneas cuando paseas tus ojos sobre ellas, buscando la razón por la cual los hombres visten ahora sus moradas de colores tan antinaturales”. Surgió como algo natural, antes de que apareciera Vanth como personaje. En realidad construí la historia alrededor de ese parlamento, que sabía que surgía de un condenado a muerte. El verdugo, por tanto, sería una criatura primigenia y de sexo femenino. Y así surgió la figura de Vanth, que tenía que ser poderosa, incapaz de sufrir pero capacitada para infligir un dolor increíble.

A la hora de construir Vanth fui muy aristoteliana: ella ES, según su naturaleza. Para nutrirse, inyecta un virus a sus víctimas a través del acto sexual y después se alimenta de su agonía. Por lo tanto, simplemente sigue las reglas que marca su ser

Vanth_02Apuntas de ella que no se le puede juzgar con las leyes morales de los hombres. ¿Cómo enfocaste la construcción del personaje?
Cristina Jurado: A la hora de construir Vanth fui muy aristoteliana: ella ES, según su naturaleza. Para nutrirse, inyecta un virus a sus víctimas a través del acto sexual y después se alimenta de su agonía. Por lo tanto, simplemente sigue las reglas que marca su ser. Cuando digo que no podemos juzgarla es porque ante sus ojos, sus clientes son meros productos que le sirven par alimentarse. Ella no los juzga, ni le importa sus vidas. Por eso quise contar la vida de su cliente, llena de luces y de muchas sombras. Era un forma de mostrar que Vanth no se guía por la venganza ni es el instrumento de la justicia kármica (¡aunque estaría bien!), sino que elige a sus presas al azar. Creo que eso es aún más terrorífico.

“Utiliza la prostitución como una estrategia para acercarse a sus presas y cazarlas”  Más allá de Lovecraft, ¿tomaste alguna referencia cinematográfica?
Cristina Jurado: ¡No puedo negar que esta es la manera en la que me hubiera gustado que terminase Cat People de Paul Scharder, con Nastassja Kinski y Malcom McDowell! Ingredientes de esa película me han inspirado vagamente para escribir este relato.

El nombre de Vanth proviene de la mitología etrusca, aunque fijas el contexto de una de las víctimas en plena campaña electoral. ¿Es una obra atemporal? Relacionado con las ilustraciones también, ¿hubo algun planteamiento para acotar la obra en un momento concreto determinado?
Cristina Jurado: En Vanth hay referencias a la tecnología actual, como los móviles, por lo tanto se trata de una historia que sucede en nuestros días, pero creo que el fondo es intemporal porque, aparte de ese detalle, podría suceder en los años 60, por ejemplo. Que el cliente sea un candidato en campaña electoral es una casualidad porque, cuando lo escribí, no estábamos en campaña. En ningún momento hablé con Ana para acotar temporalmente la obra: dejé que ella interpretara lo que iba leyendo. Me parece que el artista tiene que tener libertad para trabajar y crear lo que le dicta su imaginación. El escenario principal, la suite de un hotel de lujo, actúa un poco como el escenario de una obra. La escena es bastante dramática, creo yo, no solo por la crudeza de la acción sino porque a mí me parece visualmente muy teatral. El momento cumbre es el parlamento de un moribundo, como si se estuviera dirigiendo a su depredador, pero también al lector, de alguna manera.

La colección Pulperías, vista por Sisterhood y Ofegabous

¿Cómo y cuándo decidís poner en marcha la colección? ¿Trata de combatir algún vacío concreto?
Sisterhood/Ofegabous: Llevamos más de un año pergeñando este proyecto y sí, trata de cubrir un vacío, el de la literatura pulp feminista y escrita por mujeres, que detectábamos que era un poco un erial. Y también nace con la intención de inyectar referentes nuevos en el imaginario colectivo, porque pensamos que la representación ficcional es importante para el empoderamiento.

¿Qué periodicidad va a tener la colección?
Sisterhood/Ofegabous: Nos gustaría dedicarle el tiempo necesario a cada número, pero ojalá podamos sacar al menos dos al año.

En el caso de Vanth sugeristéis que la ilustradora fuese Ana. ¿Qué criterios seguís a la hora de escoger autora e ilustradora?
Sisterhood/Ofegabous: Hasta ahora, la propuesta a autoras e ilustradoras que nos gustan ha surgido por iniciativa propia del colectivo y la editorial. La verdad es que empezamos apuntando alto y nos ha salido bien, así que seguiremos con este criterio, pero, por supuesto, queremos dar voz a quien tenga algo que decir en este ámbito.

¿Es la colección un complemento añadido a vuestros fanzines? 
Sisterhood/Ofegabous: En principio, Pulpería es un proyecto independiente que surge de la unión de Sisterhood y Ofegabous, así que no tiene relación con los fanzines más que en la filosofía a la hora de hacerlos nosotras mismas, distribuirlos y, sobre todo, hacerlos con un criterio eminentemente feminista y autogestionado.