Aún recuerdo el arrebato que me entró por comprarme una guitarra eléctrica y formar una girl band cuando vi a Gurr tocar en Colonia una vez de casualidad. Eran tres chicas que se lo pasaban dabuti en el escenario, la música tenía mucha garra y conseguían contagiar al público la energía que desprendían. Estuve un tiempo enganchada a su primer EP, “Furry Dream”, una mezcla frenética de pop punk y power pop chillón y ruidoso. Me lo pasaba pipa escuchándolo, e incluso Spotify concluyó que era mi descubrimiento del año cuando hizo mi balance musical de 2015.

TEXTO: ANABEL FRIEROS | FOTOGRAFÍA: GURR

Pero, ¿quiénes son Gurr, o mejor dicho, qué es Gurr? Empecemos por el quién. Éste trío mencionado más arriba ahora es un duo: Andreya Casablanca y Laura Lee. Las berlinesas se conocieron en la universidad, trabaron amistad rápidamente y sus afinidades artísticas hicieron evidente una formación musical. Tras un semestre juntas en Estados Unidos, absorbieron cuanto pudieron de la escena musical de la costa oeste, grabaron demos en cassette y volvieron más decididas que nunca a recorrerse los bares de Berlín y tocar en cualquier local que estuvieran dispuestas a escucharlas. Empezaron a lloverles las oportunidades y han ido creciendo en los escenarios, teloneando ni más ni menos a grupos como Bleached, the Coathangers, Jimmy Eat World o Best Coast.

Muchos identifican su sonido con el movimiento feminista Riot-Grrrl de principios de los 90, aunque Casablanca y Lee no se sienten herederas del mismo. First Wave Gurrlcore, ese es el estilo musical con el que se autoetiquetan, y todo empieza a tener sentido cuando escuchas su álbum de debut, “In My Head”, que acaba de salir bajo Duchess Box Records. El álbum es todo un cajón de sastre lleno de historias personales, sentimientos, personajes borrachos e ignorantes, anécdotas y experiencias que reflejan la vida en la capital. Son libres de expresar lo que quieran en el lenguaje que quieran, incluso se cuela por ahí una canción en su idioma materno, rompiendo el molde del conjunto en inglés, que no es otra que el single bilingüe “Walnuss”. El single principal, “Moby Dick”, es un tema suave conseguido con un lo-fi pero nítido sonido de una guitarra y un estribillo melódico. Bajo este género Gurrlcore, como les enorgullece definirse, se distingue una inclinación hacia el garage rock en un primer plano y pop-rock más allá, pero en este cocktail también se mezclan voces a coro junto al surf de la costa oeste. Sea un género u otro lo que les influya, se sacan de la manga su propia personalidad. A lo largo de un álbum todo él grabado con un equipo análogo sin efectos digitales en la Funkhaus de Berlin, las guitarras enloquecen bajo una sonoridad a veces más trash que otras, pero siguiendo el ritmo de una resonancia que perdura en nosotros después de cada canción.“In My Head” expresa lo que la portada del álbum refleja: viajes en un descapotable, melena al viento y sin preocupaciones. Si no fuera por el logo de un supermercado alemán de fondo, podríamos decir que se pasean por las calles hacia las playas de California.

Totalmente aptas para los escenarios y los oídos de todos los públicos. Esperamos a Gurr con los brazos abiertos, pero mientras tanto os dejamos a solas para que disfrutéis con “In My Head”. Escúchalo en Bandcamp: