Hay grupos cuyo discurso gana músculo con la militancia que predican. The Stagpies podrían entrar de lleno en esa categoría. Habituales en el circuito barcelonés, su rol como integrantes activos del colectivo Amic Amiant junto a integrantes de Medalla (antes The Saurs) y Opatov ha oxigenado el circuito de extrarradio, todo un pulmón para habilitar nuevas vías de directo a grupos de talante emergente. Ese buen hacer en la Sala Circus de Cerdanyola desembocó el pasado verano en la celebración del primer Amiant Fest, del que formaron parte tanto como organizadores como banda integrante del cartel.
Tras haber girado lo suyo el año pasado gracias a Time Lapse (Autoeditado, 2015) The Stagpies siguen apuntalando su directo con nuevas fechas junto a bandas amigas como Keems o Retirada! (este fin de semana en la Freedonia) o los Cala Vento, de riguroso estreno vía Bcore, jugando en casa al abrir para ellos en su admirada Circus. Charlamos con ellos para saber más sobre su música y sobre su manera de entender el circuito local del que forman parte.
TEXTO: RUBÉN IZQUIERDO | FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR THE STAGPIES
Si no me equivoco, Time Lapse (Autoeditado, 2015) fue vuestra segunda referencia. ¿Qué podéis contarnos de vuestra última referencia hasta la fecha?
Time Lapse se gestó a lo largo del 2015, en un momento de terremoto en nuestras vidas, y un poco curioso para la banda, viviendo muchas cosas por separado, en una punta del mundo distinta cada uno, pero con la cabeza siempre pensando en entrar a grabar con Txosse Ruiz en Wheel Sound Studio; salió en noviembre del mismo año. Al final, quisimos mostrar nuestra personal visión del paso del tiempo y los cuatro temas que conforman el EP hacen referencia a las cuatro estaciones del año, pero con nuestra visión personal, sin flores en primavera.
¿Un balance del recorrido que ha tenido el EP?
El balance ha sido muy positivo, durante 2016 lo hemos podido rodar bastante, por el Vallés y Barcelona en múltiples eventos, destacando el Esmolat de Matadepera y el Amiant Fest de Cerdanyola, dos citas que nos hicieron mucha ilusión desde lo personal.
Tirando un poco más atrás, ¿qué tal si nos recordáis los orígenes del grupo? ¿Cómo y cuándo se forma The Stagpies?
The Stagpies se gesta entre 2009 y 2010 en nuestra querida Cerdanyola, aunque solemos decir que empezamos a hacer cosas en 2011, que es cuando Caso entra en el grupo y nos dio la paliza para ponernos en serio y empezar a movernos. A partir de aquí hemos ido muy a nuestra bola, pero siempre acabamos encontrando momentos para encontrarnos, en todos los sentidos.
Siguiendo un poco con eso, me gustaría saber como llegáis al sonido del grupo. ¿Cómo recordáis los primeros ensayos? ¿Llegáis al estilo a partir de encerraros en el local o teníais claro cómo queríais sonar?
Los primeros ensayos fueron tensos a la par que positivos. Caso vino con el «vamos a hacer temas buenos» y fuimos sacando las primeras cosas. Tenemos unas influencias muy dispares y escuchamos todo lo que podemos, por lo que no nos gusta decir que tenemos un estilo determinado o que apuntamos hacia una dirección específica, aunque si que parece que estamos encontrando un sello un poco personal. Pero mañana nos puede dar por dar un giro. No nos hemos planteado cómo queremos sonar, sino cómo sonamos y cómo podemos hacerlo más personal, en el yo de ahora.
Juraría que algunos de vosotros formáis parte de otros grupos, como MEL o Cross and Mulberry Tree. A eso se une vuestra conexión con bandas como The Saurs (ahora Medalla) u Opatov. ¿Os sentís parte de una escena?
Nos sentimos parte de Cerdanyola, de donde vienen todos los grupos que has mencionado y muchos otros, y con los que nos llevamos tan bien que hasta hemos montado una asociación para traernos a las bandas que nos molan a la ciudad. Compartimos local con Opatov y de ambas bandas salen proyectos como MEL (ahora Rapaza) o The Cross & the Mulberry Tree. La escena nos la cocinamos nosotros mismos, como ves, no nos gusta estar parados mucho tiempo…
Creo que sois un grupo totalmente autogestionado. ¿Cómo funcionáis a la hora de buscaros conciertos? ¿Veis una escena o circuito lo suficientemente asentada como para permitir la irrupción e integración de nuevas bandas?
Sí, nos autogestionamos nosotros por completo, hecho que tiene sus cosas buenas y otras no tan buenas. Algo súper positivo es que si queremos montar algo, buscamos a los grupos, les escribimos e intentamos llegar a algo; de ahí nace una bonita amistad y un «tenemos pendiente otro bolo más«. Por otra parte, el hecho de autogestionarse uno mismo te impide a veces llegar a acceder a un circuito hermético o a una escena muy acotada. Aun así, nos gusta montarnos nuestros propios saraos, pues te sientes más metido en el asunto.
Imagino que un concierto importante por todo lo que representó fue el de Bazooka. ¿Qué recordáis de aquella noche? ¿Y cómo os gusta preparar los setlists?
Tratamos de elaborar el setlist en función de dónde tocamos, cuándo tocamos, etc. pero sobretodo según lo que nos apetece tocar a nosotros. Alguna vez incluso lo hemos dejado un poco al azar y el resultado ha sido bastante positivo. Sobre el bolo con los Bazooka, recordamos el concierto en La 2 de Apolo con mucho cariño, era nuestra primera vez allí. Teníamos muchas ganas de tocar en esa sala (¡muchos nervios también!) y llevábamos bastante tiempo preparándolo. Muy buen rollo. Una putada lo que le pasó a los Bazooka (se les rompió la furgo en Madrid el mismo día del concierto), pero muy buen trato con la gente de Extrarradio. ¡Chapó!
Este fin de semana tocaréis con Retirada! y Keems en Freedonia, dos bandas con las que hemos charlado recientemente (la entrevista de Retirada! puede leerse aquí, y la de Keems aquí). ¿Qué nos espera esta noche? ¿Tenéis temas nuevos?
Tanto Retirada! como Keems son gente muy maja, casi amigos ya, me da la sensación de que nos autoadmiramos entre todos, y con quien teníamos pendiente montar un bolo. ¿Los tres somos grupos que nos autogestionamos y todo empezó con un “ei, os apetece montar algo?» y estamos seguros que va a ser una buena fiesta. Tenemos cosas nuevas y muchas ganas de enseñarlas, somos muy fans de cambiar los temas, los directos y todo en general en cada concierto, pero si que es cierto que con los próximos conciertos nos da un poco la sensación de estar cerrando una etapa, y queremos hacer un repaso de donde venimos para seguir hacia adelante.
Vuestra próxima cita será con Cala Vento en la Sala Circus. ¿Con qué ánimo llegáis a la cita?
Cala Vento los descubrimos meses antes de que presentaran el primer disco, en una edición de Amic Amiant, y en ese mismo momento quedamos totalmente flipados. Y se han disparado, para nosotros son uno de los mejores grupos de Catalunya. No exageramos si decimos que llevábamos desde entonces esperando a tocar con ellos, por lo que convierte la fecha del próximo 24 de febrero en algo mágico, redondo.
En alguna reseña se les ha citado como banda próxima a vuestro sonido, además de fijar a Nueva Vulcano como referencia. ¿Estáis de acuerdo?
Es posible que en temas de sonido tengamos muchas semejanzas, pues son uno de nuestros grupos favoritos, de los que hemos mamado desde hace años y a uno de los que más cerca seguimos la pista. Hacen fácil lo difícil y ves en sus temas una cotidianidad personal de una manera tan similar a la de cualquiera que asusta. ¡De mayores queremos ser como ellos!
Ya ha salido el tema de refilón, pero querría aprovechar ese concierto para hablar de vuestra relación con la Sala Circus de Cerdanyola. ¿Qué podéis contarnos al respecto?
La ecuación es sencilla: sin Circus no existiríamos, ni nosotros ni todo lo que hemos dicho antes. Es la sala que nos ha dejado tocar por primera vez, donde asistimos asiduamente a sus conciertos, donde tocamos en sus jam sessions semana tras semana y donde mensualmente programamos las ediciones de Amic Amiant. Les debemos mucho, demasiado. Es una pena que el ayuntamiento de la ciudad les haya puesto enormes trabas durante muchos años. Quizás al gobierno nunca le ha interesado que la gente haya podido acceder a la cultura tan fácilmente. Pero Circus aguanta, como centro neurálgico de la música en Sarda, y aguantará porque no se puede callar.
De hecho, sois parte activa del Amic Amiant, asociación que se ha propuesto (y conseguido) establecer una programación regular en Cerdanyola. ¿Qué creéis que es lo más complicado para vertebrar un circuito local al margen de los medios?
En Amic Amiant somos grupos, aficionados y gente diversa, y mola ver que cada uno aporta su granito de arena. Es muy bonito ver cómo la cosa prolifera y cómo llega a su máximo exponente en un festival como el Amiant Fest. Aun así, el hecho de que esté en una ciudad deslocalizada de la capital supone una serie de trabas en referencia al movimiento de asistentes, dado que el transporte público y sus conexiones no son tan fluidas como en Barcelona. Independientemente de los problemas, podemos decir que estamos muy contentos sobre cómo está saliendo cada concierto y muy satisfechos al ver una continuidad asegurada.
Acabando con eso, ¿un balance del primer Amiant Fest?
La primera edición del Amiant Fest fue una pasada. Pasamos un fin de semana muy metidos en el festi, durmiendo poco y en nuestra “barraca” de fiesta mayor. En la primera edición tocamos los grupos que formamos parte de la asociación (Opatov, los disueltos The Saurs y The Stagpies), además de Rombo y las Ruinas, algo próximo y familiar, pero con presencia. Pero probablemente lo que más nos gustó fue el hecho de ver como la vaga y lejana idea de montar un festival, que alguna vez habíamos podido tener, se materializaba al fin.
Voy acabando. ¿Qué podéis contarnos de la línea gráfica del proyecto?
En relación a la línea gráfica, nunca hemos sido muy fieles a nada. no tenemos mucha idea y nos dedicamos a cosas que no tienen nada que ver con imagen o diseño, por lo que hacemos algo que nos tenga contentos sin fijarnos en si está de moda, es muy guay o no. Somos muy fans de la cultura del Paint. Igual es porque somos del extrarradio.