Nuestras in-expertas sonoras vieron a Wu Lyf el pasado BAM y tuvieron claro que había que repetir. Así que cuando Sala Apolo confirmó su paso por La 2 para cerrar marzo tuvieron claro desde donde cerrarían el mes. Y allí se fueron. Ahora nos explican cómo fue, los cambios respecto a entonces. Una crónica de IN-EXPERTAS SONORAS con fotografías de ALBA GÓMEZ tomadas en el pasado BAM.

Ellery James Roberts (voz y teclado) cantando, a un metro, con miradas furtivas y directas, logra que de World Unite Lucifer Youth Foundation te parezca la organización que merece mayor apoyo incondicional en ese momento

Del viernes 30 esperábamos, como mínimo, gritar mucho. Y gritar bien. En La [2] de Apolo, L’Hereu Escampa teloneaban a los británicos WU LYF. Pocas cosas podían salir mal. Primero, L’Hereu, ese dúo de directos que alborotan. Salieron tempraneros. Guillem (bateria) y Carles (guitarra) son solo dos, pero en el escenario como que se multiplican. Fulminan la calma. Sobradísimos de estilo y con un gamberrismo infanticida que te invita a chillar y a correr por las montañas, L’Hereu Escampa dejaron el ambiente más que entrenado para la afonía de después. Y nada mas empezar Consol, condol el publico ya loco.

WU LYF, el pasado mes de septiembre en Barcelona // ALBA GÓMEZ

Exhaustos L’Hereu, llegaban ahora los de Manchester. Que sí, que tocaron gratis en el BAM del año pasado y a parte de guiris, poco público tenían. Pero La [2] la reventaron -literal- con mitad erasmus y mitad locales que, después de meses vociferando solos en casa, por fin vimos la oportunidad de compartir chillidos. Acompañadas con un público mayoritariamente masculino, de esos que se tambalean, que contornean la cabeza apagando los ojos y desgarrándose el vaquero. Y nosotras, claro, pues encantadas. Modo resumen, dígamos que Alex y su pandilla serían el público esperado. Alex de A Clockwork Orange, por supuesto.

WU LYF se plantaron como quien no quiere en el escenario. Los mismos que apenas dos minutos antes vendían merchandising como si nada. Empiezan potentes y como los habíamos imaginado. Rugiendo, a gritos. El cantante con su cazadora de conciertos y ese rollo satánico que en realidad es puro teatro. Porque que digan I LOVE YOU FOREVER con el volumen puesto en el 100, por lo menos, es tan poético que hipnotiza. Entre sorbo de agua y sorbo, llegan esas canciones supremas como Heavy pop o Spitting blood o 14 crowns for me & your friends que quieres que nunca se acaben.

Y más si tienes a Ellery James Roberts (voz y teclado) cantando, a un metro, con miradas furtivas y directas, que hacen que de World Unite Lucifer Youth Foundation te parezca la organización que merece mayor apoyo incondicional en ese momento. (Googlen su nombre, amigos) Y es que, escuchándolos, contemplando ese show de desgarre vocal y amplificadores al límite, con músicos que cantan con la mano puesta en pecho y sin camiseta, tienes la sensación que más que asistir a un concierto acabas de tener una experiencia pseudo- religiosa. Luego, sales a la calle y lo ves todo de otra forma. A parte de afónica, estás cansada. Y te crees capaz de hacer cualquier cosa. Es ruido que te eleva. Como una bebida energética que te quita y devuelve a la vida, así, en pocos minutos.

In-Expertas Sonoras son ANDREA GÓMEZ Y ANNA PACHECO

Un instante de su actuación el pasado mes de septiembre // ALBA GÓMEZ