Dum Dum Girls llegaron a La [2] de Apolo con el notable Only In Dreams y una pequeña colección de hits que defender. Salieron (re)confirmadas como una de las bandas de la actualidad, un directo sólido con el que ya exhibieron músculo hace dos años en el Primavera Sound y al que la mayor madurez de los nuevos temas contribuye en sobremanera a la hora de hacer cuajar su directo. Si lo que buscaba Dee Dee Penny era la trascendencia lo ha logrado de creces. Crónica y fotografías de RUBÉN IZQUIERDO
Resulta complicado explicar el magnetismo natural de la banda si no las disfrutas en directo. Han tenido nuevos cambios en la formación -la bajista Bambi ha sido sustituida por Malia James, responsable a su vez del notable videoclip de Coming down– y han incorporado un repertorio más oscuro a su setlist. Desde que las vimos por última vez en Barcelona han presentado el EP He Gets Me Hight y facturado el citado Only In Dreams, y el cambio se nota para bien.
Sabedoras que empiezan a tener una discografía de enjundia a pesar de haber lanzado sólo dos LP’s al mercado y EP’s del peso del comentado He Gets Me Hight, Dee Dee y compañía nos ofrecieron una setlist que alternaba temas de cada uno de los trabajos presentados de un tiempo a esta parte con algún olvido doloroso -su versión de There is a light that never goes out redimirá para siempre de cualquier paso en falso que den en el futuro quedó fuera, como lo hizo su deliciosa rareza alemana O mein M, una de las preferidas de quien esto escribe- y con la presencia inédita de nuevos temas que están presentando en la gira, incluidas en la parte final de la setlist.
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Dum Dum Girls, Catholicked
El concierto empezó ya alto, con su versión de He Gets… seguida de Catholicked, una buena forma de entrar en faena con el grupo sintiéndose muy cómodo en el escenario. De dos temas notables a la primera explosión: I will be es puro Dum Dum Girls y el tema sirvió para empezar a desgranar la esencia de la banda con un acertado orden en la sucesión de temas. De allí al volatil Wasted aways, uno de sus temas más guitarreros, con Dee Dee acaparando la atención del escenario -su magnetismo en escena resulta arrebatador- y sus tres compañeras secundando un directo sin fisuras, con Sandy reventando las baquetas y Jules acentuando la fortaleza de un directo que ha crecido con el paso del tiempo hasta alcanzar una madurez escénica que hizo apenas imperceptible el cambio de bajista.
Rest of our lives nos dio el primer descanso de la velada, demostrando que hay en Dum Dum Girls una gran pericia a la hora de leer los ritmos de la noche y que en I Will Be había también espacio para la pausa. Pausa que desapareció en el siguiente tramo de la noche, una explosión de vitalidad con la sucesión de tres de sus temas más reconocibles. Sonó Bedroom eyes y las pequeñas dudas iniciales que tuvimos cuando realizamos la primera escucha de Only In Dreams desaparecieron para siempre. Hay en el nuevo disco de Dum Dum Girls una nostalgia nada fingida, sensaciones bañadas de nostalgia que empezaron a hacer suyas cuando adaptaron a The Smiths, y que nos dejan a cambio momentos como los de Bedroom eyes, casi cuatro minutos de canción que te hacen sentir en el momento adecuado a la hora indicada.
En pleno debate por la hegemonía de las band girls, resolvimos en su momento con cierto sentido salomónico que si Dum Dum disponía del excelente I Will Be como disco, Vivian Girls podían replicar con su excelente directo para reclamar la corona. Disfrutado el concierto del pasado jueves, no nos queda tan claro el acierto de nuestra proclamación: si cada banda tiene un momento, el de Dum Dum Girls es ahora.
Presentado Bedroom eyes, el viento siguió a favor con los dos grandes hits del primer disco. Bang Bang y Jail La La -ya hablamos la semana pasada de ellas aquí– son dos piezas fabulosas a las que la banda da una notable interpretación en directo. La atmósfera creada en los conciertos, el magnetismo del cuarteto, la vitalidad irradiada por Dee Dee, todo encaja en ambos temas y ya para entonces supimos que nuestras expectativas quedaban cubiertas. Es probable que la felicidad esté ahí, en detalles nimios, estallidos de luz y sonido. Tres temas enlazados como si hubiesen sido creados para tocarlos seguidos.
Alcanzado el éxito en el tramo central del concierto, su desenlace nos dejó Always looking -uno de sus temas más deliberadamente rockeros, todo rabia en las guitarra con una Sandy enchufadísima a la batería para hacernos desembocar en la relajada Hold your hand como necesario punto de inflexión, tema con el que cierran su segundo LP de estudio y que abrió en cierto modo la senda de la despedida a una noche que se nos hizo corta.
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Dum Dum Girls, Always looking
El segundo respiro de la noche coincidió con la presentación de dos temas nuevos con los que enfilaron la parte final del concierto. I got nothing y Lavender haze, temas incluídos de un tiempo a esta parte en sus directos a pesar de haberse quedado fuera de Only In Dreams y que sirvieron como preludio a su particular versión del Sight of you de Pale Saints con el que cerraron.
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Para cuando se fueron, todos supimos que volverían con Coming down, y con Coming down regresaron. Un bis de una sola canción, balada desgarradora de seis minutos, hit que empieza casi con un llanto y que trajo el silencio a La [2]. Deberá pasar un tiempo para saber si Coming down es la canción que resumirá para siempre lo que Dum Dum Girls quiso llegar a ser y en realidad ya es, si la altura que alcanzan con el largo y sentido tema central de su último disco será la cumbre, el monte al que acudir cuando queramos reencontrarnos con ellas. En realidad poco importa saberlo, se está tan bien en la cima -por más que ella nos cante que tomorrow I’ll be leaving, by tomorrow I’ll gone que no queremos bajar.
La felicidad, decíamos antes. Lo que quedó tras el concierto, Coming down revivida como bis, fueron cuatro copas vacías y una botella de vino consumada. Todo pasa y nos quedan los recuerdos. Coming down.
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