Estrenado a principios de curso, el debut de Dûrga exhibe un sentido conceptual reforzado en el apartado visual del disco
Dûrga – Venjança (Autoeditado, 2017)
Los valencianos Dûrga debutaban a principios de año con ‘Venjança’, un disco de corte conceptual que sienta las bases de su propuesta instrumental, mecida en el debut desde los Westline Studios. Con producción de Juan Blas, con trabajos previos con formaciones como Nothink, Toundra o Viva Belgrado, Dûrga se mueven en el mismo arco que las bandas referenciadas, exhibiendo un universo propio en el que prima la reivindicación de un mensaje propio, subrayado a lo largo de todo el álbum. «El grita contra el egoísmo y la necedad de la humanidad», dándole voz «a la naturaleza para que nos lance un mensaje».
De ese modo, el disco dibuja diferentes parajes. «Un tema es el océano, otro los bosquets, y así consecutivamente», todo ello personalizándolo con «leyendas japonesas, los yokais». El sentido conceptual del disco se termina de desarrollar con el art-work que acompaña el disco, a través del cual se vertebra una continuidad temática. Hablamos con ellos sobre el desarrollo vital y conceptual del ‘Venjança’.
Texto: A. VANDELAY | Fotografía de portada: GARAY GREEN
¿Qué tal si empezáis contándonos los orígenes del grupo?
Pues cada miembro tocábamos en otras bandas de diferentes estilos como punk-rock, indie, crust… pero siempre habíamos tenido otras inquietudes musicales en común, más encaminadas hacia el post-rock y la música instrumental. Santi y Carlos se conocieron por una amiga en común, pusieron un anuncio en Facebook y David se unió. Probamos un par de ensayos, vimos que la cosa podía funcionar y decidimos tirar para adelante.
El disco tiene un remarcable sentido conceptual. ¿Cuánto os llevo preparar el LP? ¿Partisteis de algún referente en concreto?
Empezamos a trabajar en el álbum a principios del año pasado, a la vez que lanzamos Vent, nuestro tema de presentación como banda. Durante toda la primavera y verano acabamos de cerrar y pulimos los temas hasta que entramos a grabarlos en agosto. Los temas fueron saliendo de forma natural, con ideas que los tres miembros fuimos aportando al proceso. No intentamos parecernos ni imitar a nadie, pero a lo largo del disco sí que es verdad que se pueden encontrar pasajes que recuerdan a bandas que nos gustan y nos han influenciado de algún modo como Toundra, Viva Belgrado, Berri Txarrak e incluso otras más pesadas como Mastodon.
En el disco tratáis de “dar voz a la Madre Naturaleza para que clame venganza contra el ser humano, ya que es el responsable de que ella se esté muriendo”. ¿Cómo surge la idea?
Somos personas que en mayor o menor medida y a título individual hemos estado y estamos envueltos en actividad política/social, y muchas de nuestras inquietudes van dirigidas en esa dirección. Así que queríamos que nuestro disco tuviera un mensaje directo, en el que estuviéramos los tres de acuerdo y que en ningún caso fuera banal. Ya desde el principio salió la idea y todos lo vimos bien, queríamos hablar de cómo nos estamos cargando nuestro propio hogar. Y poco a poco fuimos madurando la idea. No queríamos que fuera un lamento, sino un grito de rabia, una oportunidad de venganza, que la Tierra merece y con motivos.
Habéis escogido cinco yokais japoneses para articular el disco. En vuestro Bandcamp de hecho se pueden leer las traducciones al castellano. ¿Ha sido una figura literaria utilizada únicamente para este disco o planteáis darle continuidad?
Bueno, estamos empezando a componer lo que será el siguiente disco, por lo que aún queda muchísimo trabajo por delante; esta es una cuestión que a nivel interno se está planteando. Todo se verá…
En el proceso de composición de los temas también nos planteábamos que queríamos transmitir, o que elemento de la tierra podríamos intentar describir y a partir de ahí conducíamos la canción hacia un lado o hacia otro
En el Bandcamp se completa la info contextualizando cada track. ¿Concebisteis cada canción a partir de los Yokai seleccionados o se dio al revés?
Pues la verdad que un poco de las dos formas. Una vez decidido el tema, Carlos se metió en el trabajo las letras y concepto y fue dándole forma poco a poco. En el proceso de composición de los temas también nos planteábamos que queríamos transmitir, o que elemento de la tierra podríamos intentar describir y a partir de ahí conducíamos la canción hacia un lado o hacia otro. Por ejemplo, Baku ya la teníamos pensada como lo que es y lo que representa ese Yokai…como una nana para proteger los sueños. En Ôgenos/ Amemasu sin embargo primero teníamos la canción, con partes más metaleras y pesadas, y pensamos que una ballena gigante como Amemasu mostrando toda su furia era un Yokai que encajaba perfectamente con la música
El disco cuenta con un artwork muy trabajado que completa la experiencia. Imagino que planteasteis desde el principio que su sentido viniese dado por los dos elementos. ¿Cómo fue ese proceso? ¿Costó darle un sentido unitario?
Tuvimos claro desde el principio que queríamos que se mostrase esa fuerza de la naturaleza, y que mejor muestra de ello que cualquier animal que depende de ella. Tomando como punto de partida el significado de las letras y de las canciones, fue algo relativamente sencillo elaborar el artwok. Entre todos lanzamos una lluvia de ideas, Santi (nuestro guitarrista y encargado de la parte visual del grupo) hizo varias pruebas y con la que más nos gustó tiramos para adelante.
Queda claro que el tema gráfico es importante para vosotros. ¿Con qué ilustradores habéis trabajado para completar el disco?
Tenemos la suerte de que Santi, nuestro guitarrista, es ilustrador. Su proyecto cómo diseñador se llama Matamua design, así que se él encarga de todo este tema. Por eso mismo es muy importante que todo el trabajo realizado en el local y estudio esté cuidado hasta el final del proceso, en este caso el tema gráfico. Ya no por temas de marketing (que al final es para lo que sirve), pero lo planteamos desde una autoexigencia, como un respeto a todo el trabajo realizado. Tuvimos la suerte de poder trabajar la portada, carteles, etc con mucho tiempo y sin límites económicos (ya que el diseñador pertenece a la banda). Además, la motivación de trabajar en nuestro propio disco hace que se haga de manera muy cuidada, y creemos que de alguna manera lo conseguimos, ya que todos estamos contentos con el trabajo musical y gráfico de nuestro primer trabajo.
Jugar con diferentes corrientes, ¿es algo destinado solo para este disco o lo planteáis para vuestra carrera en general?
Nos gusta todo tipo de música, y aunque Dûrga se reconozca dentro del post-rock/metal, creo que nunca vamos a dejar de “jugar” con otros estilos. No sería real, lo llevamos dentro. Venimos de grupos que tocaban palos como el punk-rock, el hardcore, etc y esa influencia se deja notar mucho en nuestras composiciones.
El hecho de tener una estructura tan pensada imagino que fuerza a que el directo mantenga un orden determinado. ¿Qué podéis explicarnos del directo?
Durante esta última gira de presentación de Venjança, además de interpretar el tema “Vent”, básicamente tocábamos el disco de cabo a rabo, salvo alguna versión que intercalamos por medio y otro tema nuevo.
El disco representa muy bien nuestras actuaciones. Nos gusta que todo el concierto sea continuo, que no haya apenas parones y que se entrelacen partes cañeras con otras más atmosféricas. Queremos que nadie quede indiferente en nuestros conciertos: que aunque te guste más o menos el post-rock, disfrutes de una intensa experiencia en el directo.
A excepción de los coros y la recitada que se da en algunos temas los tracks son eminentemente instrumentales. En Barcelona tenemos por ejemplo el AMF consagrado al género. ¿En qué estado veis el género? ¿Creéis que se dan buenas conexiones a nivel estatal?
Pues tenemos la suerte de haber compartido escenario con grupos que tocan estilos que van desde pop hasta el punk y metal, y a pesar de no tenerlas todas con nosotros sobre cómo iba a reaccionar el público de estos estilos hemos terminado encajando y teniendo una buena acogida siempre, cosa que nos hace ser positivos y estar muy orgullosos de nuestro trabajo. Creemos que cada vez salen más grupos de post, y por lo tanto cada vez lo escucha más gente. Así que pensamos que el género en sí está en auge, y a nivel nacional tenemos la suerte de tener a Toundra, que sí que es cierto que ha abierto un poco la brecha de la música instrumental a nivel estatal, tanto para que los músicos se animen a hacer ese tipo de música, como para que el público esté más abierta a escucharla. Además hay muy buenos grupos, algunos nuevos y otros ya más consagrados, como Jardín de la croix, Böira, Syberia, Astralia… Son grupos que ya trascienden y se están colando en festivales bastante grandes, cosa que dice bastante de la buena salud de la que goza actualmente el género.
La producción del disco, de hecho, ha corrido a cargo de Juan Blas (Nothink, Viva Belgrado…). ¿Cómo fue el trabajo con él? ¿Llegasteis con las canciones cerradas?
Todos los temas han sido compuestos y producidos por nosotros. Entramos al estudio ya sabiendo lo que queríamos grabar y cómo. Juan tiene mucha experiencia a sus espaldas y trabajar con él ha sido un proceso muy enriquecedor en el que hemos aprendido mucho. Él tiene por costumbre grabar en directo, tocando todos a la vez, con lo que el resultado final se acerca mucho más a lo que serían nuestras canciones en un concierto. Los temas suenan más reales, más crudos, sin excesiva post-producción. Parte de las guitarras también las grabamos en el estudio la Fabrika del Ruido de Requena con David Véliz, al que estamos muy agradecidos.