Pronto se cumplirá un año del paso de Olympic Flame por Primavera Sound, concierto que en cierto modo cerraba la primera etapa del grupo para lanzarse a los preparativos de su segundo EP. Pasados los meses, el grupo navega a mar abierto con Thalassa (Autoeditado, 2019), que presentan apenas tres meses después del lanzamiento del documental conceptual Wide Noise, Deep Light. La banda presentó esta pieza audiovisual el pasado mes de enero con un concierto en formato de cámara exclusivo, diferente pues a la lluvia de sintetizadores con la que aterrizan esta noche en el Heliogàbal de Barcelona.
Con la maquinaria a toda vela -vienen de enlazar su presentación oficial en la Sala Apolo de Barcelona con el estreno de este nuevo formato en el pasado Record Store Day- Olympic Flame brindan en Thalassa una nueva entrega de sus épicas capas de sonido, perfectamente acopladas en temas como ‘Seagull’, uno de los singles de presentación del grupo, al que vistieron con propio videoclip, protagonizado por la bailarina Anna Pérez Moya.
En su nuevo viaje, Olympic Flame entregan un trabajo intenso, Thalassa, con el que cristalizan todo lo preparado en los albores de su segunda etapa vital, macerada en el pequeño encierro creativo que llevaron a cabo el pasado verano. De ese viaje y el espacio vital a ocupar por uno de los grupos más inquietos de la escena local hablamos con ellos antes de su paso esta noche por el Heliogàbal de Barcelona.
Entrevista: R. IZQUIERDO | Fotografía de portada cedida por Olympic Flame
Me gustaría empezar evocando los orígenes del grupo, así que vayámonos a 2014: ¿Qué recordáis de los primeros días de Olympic Flame?
Solemos decir que la fecha de nacimiento de Olympic Flame es en 2014 porque es cuando la idea germinó en nuestras cabezas y se empezaron a gestar las primeras canciones pero en realidad no hubo ensayos de verdad hasta después de lanzar el primer EP ya que cuando lo grabamos, aunque todos los integrantes nos conocíamos de largo, aún no tocábamos juntos.
¿Y cómo vivisteis esa primera etapa?
Recordamos muchas horas sentados delante de un ordenador a punto de morirse grabando demo tras demo hasta las tantas de la madrugada día sí y día también en un local de 16m2 del barrio de La Pau. Disfrutábamos mucho la verdad.
Vuestro primer EP apareció primeramente en digital, tuvo una segunda vida en físico y contó con presentación en el Primavera Sound. ¿Fue un punto de inflexión para consolidar el proyecto?
Si nos referimos a consolidar el proyecto a nivel interno la respuesta es no. Siempre hemos tenido claro hacia dónde queremos ir y trabajamos muchísimo para que la máquina siga adelante así que, desde nuestro humilde punto de vista, las cosas que nos van sucediendo son pasos y no fines. Si nos referimos a consolidar el proyecto de cara al público la respuesta es si. Nuestro primer EP apareció primeramente en digital, como una seta. El primer punto de inflexión fue sin duda poder editarlo de manera DIY con Hidden Track Records. La verdad es que fue entonces cuando la máquina empezó a caminar hacia adelante. Unos meses más tarde llegó el Primavera Sound y fue un auténtico gustazo tocar allí.
En vuestro nuevo trabajo hay en parte un nuevo hilo conductor, que es la búsqueda de nuevos sonidos. ¿Ha sido el trabajo de mayor exploración sonora hasta la fecha?
Sin duda alguna. “Thalassa” se conceptuó como un paso entre todo lo que teníamos hasta la fecha y lo que será nuestro primer LP. Necesitábamos poder sacar de nuestras cabezas todas las ideas, colores, granulados y recursos que hemos ido acumulando durante los dos últimos años antes de seguir con nuestro camino creativo hacia nuevos paraderos. Tenemos muchísimas influencias e inquietudes que tras dos singles estaban esperando una excusa para florecer y esa excusa resultó ser “Thalassa”.
Otro elemento conductor es el agua: “la banda se enfrenta un nuevo elemento cuya fuerza y serenidad admira y teme al mismo tiempo: el agua”. ¿Cómo surge la idea de moverlo a partir de ahí?
Olympic Flame siempre ha cabalgado conceptualmente entre el deporte y la exploración espacial. A priori esto puede parecer completamente inconexo pero si te paras a pensarlo, para conseguir una meta en ambos ámbitos hay un trabajo en equipo que queda en segundo plano en beneficio de la causa. El equipo en sí queda a la sombra de una causa mayor dejando de lado los egos para dejar paso a la satisfacción personal por un logro colectivo. Así es como funcionamos nosotros y es como nos queremos mostrar al mundo. Dicho esto, mientras pensábamos sobre qué hablar recordamos un concepto que alguien, a modo de curiosidad, nos contó en su día mientras charlábamos de deporte: “Un nadador siempre está cabalgando entre dos dimensiones”. Nos pareció increíble trabajar sobre esa imagen. De ahí nació el primer tema que compusimos para “Thalassa”.
¿Cuál fue?
Es “The Swimmer”, que habla sobre una persona enferma que no sabe si vivirá o morirá y lo único que puede hacer es nadar plácidamente entre esas dos realidades. A partir de esa analogía fuimos estirando del hilo hasta tener los temas del EP.
¿Cómo fue el trabajo previo a la entrada al estudio? ¿Se dieron cambios en la forma de componer y trabajar las canciones?
Para poner la creación de “Thalassa” en contexto primero debemos hablar de calendario. Después del concierto del Primavera Sound lanzamos el single “Pioneers” y justo después acabamos de perfilar nuestro minifilm “Wide Noise, Deep Light”. Después de todo esto nos plantamos en agosto.
Fue cuando empezasteis a grabar
Sabíamos que durante 2019 queríamos seguir ofreciendo material y seguir girando pero para lanzar un trabajo nuevo y poder preparar un lanzamiento en condiciones había que tenerlo todo listo a principios octubre. Teníamos diez semanas para crear “Thalassa” desde cero con todo lo que ello conlleva: componer, escribir, producir, grabar, mezclar y masterizar. Tenemos la gran suerte de que nuestra base de operaciones es Two Ties Recordings, el estudio de Ignasi Canals y Silvia Limones, así que todo el proceso ocurrió allí. Básicamente no hubo un “previo”. Fue más bien un un “durante”.
Uno de los elementos que trabajáis con más mimo del grupo es el tratamiento visual de vuestra obra. ¿Qué importancia le dais a lo estético, y hasta qué punto es importante para vosotros que el proyecto no se quede tan solo en las canciones?
Cuando quieres explicar algo, en nuestro caso a través de la música, no puedes ceñirte únicamente a las canciones. Nos gusta ir un poco más allá de lo estrictamente musical y poder mostrar cosas que añadan profundidad y complejidad al resultado global.
No sé si ese elemento, que no sea un proyecto únicamente musical y que se incida en la puesta en escena, el vestuario o la escenografía, se podría generar del mismo modo sin una autogestión plena. ¿Cómo tomáis las decisiones en ese sentido?
Tenemos la gran suerte de que siempre hemos hecho lo que nos da la gana. Cuando teníamos “compromisos” teníamos la misma libertad que ahora que nos lo autogestionamos absolutamente todo. Confíamos al 300% en lo que hacemos pero también somos conscientes de cómo está el panorama musical por lo que al final uno se encuentra haciéndose a uno mismo de escenógrafo, de diseñador, de booker, de sello y un sinfín de cosas más. También te digo una cosa, es una pasada lo que llegas a aprender trabajando de esta forma y lo que te curtes. De todas maneras nos encantaría que el día de mañana la maquinaria de Olympic Flame fuera más grande y potente para poder tener herramientas y aliados suficientes como para seguir creciendo en todas nuestras vertientes.
En las últimas semanas habéis presentado oficialmente las nuevas canciones en Sala Apolo, y estrenado un nuevo set más acústico (con sintes) en el Record Store Day. ¿Ha sido complicado adaptar las canciones a ese nuevo formato?
¡En realidad no tiene nada de acústico, no te imaginas la que podemos llegar a liar con cuatro sintes! Teníamos muchas ganas de poder ofrecer un set más reducido pero que pudiera expresar el mismo espíritu que nuestro formato original en sitios donde logísticamente nos eran inaccesibles. Como siempre seguimos apostando por el hardware, o por decirlo de una manera más romántica, sin ordenadores de por medio. Es laborioso en cuanto a distribución de arreglos pero no complicado.
¿Tiene que ver con el modo en que componéis?
Nuestras canciones están compuestas y arregladas desde un punto de vista muy orquestal. Después, al producirlas y grabarlas, decidimos que instrumento haría qué y repartimos funciones e instrumentos. Básicamente es como si escribiéras el guión de una pelicula, escribes y defines los personajes y después se decide que reparto los va a interpretar.
¿Cuál de los dos veremos en la próxima cita del Heliogàbal?
El dia del Heliogàbal veremos el formato Synth.
Del concierto en el Museu Europeu d’Art Modern recordamos el hecho de cerrar una etapa, y la verdad es que fue bastante emotivo poder despedirnos del EP así, con un set de cuerda exclusivo para la ocasión
Otra de las aventuras recientes del proyecto fue el estreno del minifilm de 35 mm ‘Wide noise, deep light’, en el que se recogía parte del imaginario vital del grupo. ¿Cómo se gesta la idea y que supuso para el grupo disponer de semejante despliegue visual?
La idea surgió de manera espontánea. Originalmente sólo íbamos a grabar el concierto de presentación de nuestro primer EP en el CAT hace un año y medio. Al ver el resultado de los videos pensamos en que sería muy guai poder mostrar parte de nuestro imaginario y enlazar esos vídeos añadiendo pequeñas cápsulas entre canción y canción. Después pensamos que podría ser aún más guai hacer un rework instrumental de algunos de nuestros temas para acompañar las cápsulas y entre una cosa y otra nos fuimos animando hasta acabar teniendo “Wide Noise, Deep Light” entre las manos.
El film se presentó oficialmente en el Museu Europeu d’Art Modern y contó con un pequeño set diseñado para la ocasión, concierto con el que en parte arrancabais esta nueva etapa. ¿Cómo recordáis aquella cita?
El concierto que ofrecimos el día de la première de WNDL fue muy especial ya que fue una oportunidad para poder escribir arreglos para un cuarteto de cuerda y de montar un set completamente distinto al que estamos acostumbrados pero que nos encantaría poder explorar más. En el grupo se dan hay muchas inquietudes, y esperamos la oportunidad para poderlas llevar a cabo. Una de ellas es la de poder contar con una sección de cuerdas ya que, muchas veces, al grabarlas en nuestros trabajos nos tenemos que controlar un poco por que sino en directo serían indefendibles. Nunca grabamos nada que no se pueda tocar en directo, es una de nuestras máximas. Aquel día cerrábamos una etapa y la verdad es que fue bastante emotivo ya que es casi como despedirse de una parte de ti.
En la autogestión que comentábamos al principio situaríamos también el encaje con la escena actual en Barcelona. ¿Es un buen momento para impulsar proyectos a través de los propios medios? ¿Sois optimistas al respecto?
Todos los inicios són complejos y más si te autogestionas pero… ¿Qué no es complejo? Lo que si es cierto es que somos una banda un poco solitaria en el sentido de que no somos un grupo que puedas etiquetar en una movida o al que puedas adjudicarle una parroquia y esto es algo que nos gusta muchísimo ya que siempre hemos querido hacer algo que sólo pudiéramos hacer nosotros y que nos dé una identidad artística que vaya madurando con el tiempo. Evidentemente no es fácil. ¡A grandes aspiraciones, grandes complicaciones!
Casi para ir acabando, quería preguntaros por el vídeo de ‘Seagull’, uno de los adelantos más potentes de vuestro nuevo EP, Thalassa. Habéis dirigido vosotros el mismo, que cuenta con la interpretación de la actriz Anna Pérez Moya. ¿Qué podéis contarnos a nivel estético y formal del clip?
Anna és una buena amiga y una actriz brutal, hacía tiempo que queríamos hacer algo juntos y cuando surgió la idea de hacer el videoclip de Seagull se lo propusimos sin pensarlo dos veces. En un par de semanas, mientras buscábamos vestuario y localización, Anna se preparó una coreografía preciosa. Recuerdo que, al final de la primera toma, la pista quedó en silencio, sólo se le oía a ella jadear y estábamos todos con la boca abierta después de verla bailar.
Anna hizo un trabajo espectacular en ‘Seagul». Al acabar la primera toma la pista se quedó en silencio y estábamos todos con la boca abierta después de verla bailar
Última pregunta obligada: ¿planes de futuro próximos?
Llevamos trabajando conceptualmente sobre nuestro primer LP incluso desde antes de empezar a trabajar en “Thalassa”. A día de hoy ya tenemos unas cuantas cosas guardadas en la recámara, una idea general de cómo queremos que sea y hasta un nombre que nos sirve para visualizar la totalidad de como va a ser. Lo único que podemos avanzar es que va a ser completamente distinto a lo que hemos lanzado hasta ahora.