Hasta ahora conocíamos la cara más frívola de la familia Olsen, la de las hermanas gemelas famosas prácticamente desde que nacieron por su papel en Padres Forzosos con una errática trayectoria profesional desde entonces, noticia siempre más por sus frivolidades personales que por sus respectivas carreras interpretativas. Elizabeth Olsen, su hermana pequeña, ha demostrado que aún había esperanza para la familia, y lo ha hecho con una interpretación asombrosa, multipremiada en la escena indie estadounidense, con sonado pasado por Sundance incluido. Por ART VANDELAY
Ficha Técnica: Martha Marcy May Marlene, 2011
Dirección y guión: Sean Durkin
Intérpretes: Elizabeth Olsen, Brady Corbet, Hugh Dancy, John Hawkes, Sarah Paulson, Julia Garner, Louisa Krause, Christopher Abbott.
Fecha de estreno: 27/04/2012
Atormentada por sus recuerdos, Martha abandona la secta con la que vivía y se recluye en casa de su hermana Lucy. La joven tratará de adaptarse a su nueva situación, pero los recuerdos demasiado intensos de la etapa que acaba de cerrar le impiden avanzar hacia adelante, sumiéndose en una constante angustia interior que le afligen de manera constante
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Martha Marcy May Marlene es un film deliberadamente Sundance. Sus costuras son las propias del cine indie made in USA concebido bajo la sombra del popular festival de Utah, algo que el propio festival reconoció sin titubeos a la hora de premiar a Sean Durkin con el premio al Mejor Director en su última edición.
El film analiza sin tapujos los efectos que una secta liderada por un posesivo y enérgico gurú causa sobre la joven protagonista, a la que difumina su personalidad cambiándole el nombre y reduciendo su voluntad a su antojo. El film parte de la huída de la misma y en cómo trata de rehacer su vida en casa de su hermana Lucy, por más que el miedo y la vergüenza a lo recién vivido le impidan desvelar su trágica experiencia, algo que condicionará de entrada su llegada al nuevo hogar.
Narrada con gran frialdad -hay quien ha visto paralelismos con el cine de Michael Haneke, y algo de eso hay en la distante puesta en escena de su director- el film centra su mirada en la imposible reinserción social de la joven, después de haber sido prácticamente lobotomizada por la comunidad que la acogió en su momento, un proceso de alineación que topa de lleno con la mundana y tranquila vida de su hermana, incapaz de hacer frente a las múltiples necesidades vitales que Martha necesita tras escapar de la secta que atormentaba su día a día.
Uno de los grandes méritos del film reside en la pericia de los flashbacks. El film nos muestra el nuevo día a día de la joven en su nueva casa adoptiva, alternando sus intentos (casi siempre baldíos) de recuperar la normalidad con los flashbacks de la vida que acaba de dejar atrás, marcada por la asfixiante rutina impuesta por la secta y su líder, quien no tiene reparos a la hora de abusar de las distintas jovenes captadas por la cerrada comunidad que lidera.
Son los flashbacks los que ordenan el relato y recogen las miserias de la secta, integrada por un grupo roto, marcado por el uso de la violencia y el sexo y que tienen en Martha una víctima potencial
Con un final precipitado y ambiguo del que conviene no comentar nada, el film mantiene a lo largo de todo el metraje un tono áspero y contundente, en el que sobresale sobre todo la extraordinaria composición de personaje llevado a cabo por Elizabeth Olsen, quien se marca un tour de force interpretativo sin precedentes en la familia, destapándose como uno de los nuevos íconos del cine made in Sundance que llega justo cuando Hollywood parece llevarse a Jennifer Lawrence, a la que tanto disfrutamos en aquella Winter Bones que comparte parte de su claustrofóbica esencia con el film aquí comentado.
La película termina por ser un tremebundo cuento de terror, en el que la idílica casa de la hermana de la protagonista actúa como terrible contraste con el drama recién vivido, al que la protagonista mantiene en secreto por iniciativa propia, dejando crecer los fantasmas que la atormentan en su amenazado por derribo mundo interior. Cine independiente bien entendido, si el film termina por funcionar con la sobriedad con la que lo hace es gracias a la excelsa Elizabeth Olsen, principio y fin de una de las películas más celebradas de la temporada.