El Primavera Sound es un festival nacido y crecido en Barcelona, y este año, por primera vez, se celebrará también en otra capital europea: Oporto. Para los que no la conozcan, es la gran desconocida. Para muchos de los que la conocen, es la bonita ciudad fluvial olvidada y abandonada. O eso es lo que parece. Es posible que esto sólo sea el principio del renacer de Oporto. Por PICOTT GIRL.
La fama tradicional de la ciudad se debe a su vino tradicional: el Porto. A la orilla del Duero, y ya en el municipio de Vila Nova de Gaia, se amontonan una junto a otra las bodegas de vino tradicional, todas de propiedad inglesa. En ellas, se agolpan los turistas –muchos de ellos españoles- que acuden afamados a probar, comprar el vino y también hacerse con algo de artesanía portuguesa, ya sea cerámica o bordados.
Pero hay más ciudad que esto. Muchísima más. Oporto grita ahogada porque quiere otra oportunidad. A parte de la zona del río, en la que se encuentran las casitas de colores del barrio de la Ribera, el famoso puente de Eiffel o las bodegas, Oporto es mucho más. Se trata de una ciudad en bruto, un lugar ideal para muchas cosas, por su belleza, su amplitud, su luz y sus ganas de reinventarse. Un lugar ideal para celebrar un festival de música.
Paseando por sus calles, descubrimos su belleza gastada en miles y miles de edificios que fueron radiantemente bellos y ahora están completamente abandonados y sucios, o por barrios como el de la Ribera, en el que todo el mundo se hace fotos con las casas de colores famosas junto al río pero pocos se adentran en sus calles y descubren la humildad (eufemísticamente hablando) de sus calles y de la gente que allí vive.
A parte de la belleza natural de la ciudad, en el centro encontramos muchos sitios destinados a la cultura. A parte de una zona con librerías que nada tienen que ver con las grandes cadenas a las que estamos acostumbrados –la más comercial es la librería Lello, conocida por ser centenaria- y podemos encontrar de todo en ellas, no únicamente el último best-seller.
A pesar de que no es una ciudad lujosa, en cualquier rincón se respira cultura, y cada vez son más los cafés en los que se puede escuchar música en directo, o centros culturales que potencian las artes. La apuesta por convertir Oporto en una capital cultural también es por parte de los organismos oficiales. Aunque incomprensiblemente permiten que muchos edificios de la ciudad se caigan, literalmente, a trozos, se potencian centros que quieren ser referencias culturles a nivel mundial. Es el caso de la Fundación Serralves, el museo de arte contemporáneo de la ciudad, situado en un entorno único, en medio de un enorme jardín portugués, y en el que se muestran retrospectivas sobre autores contemporáneos y también existe un centro de investigación y trabajo.
Pero la obra faraónica es sin duda la Casa de la Música. Con una parada de metro dedicada al edificio, y con una inversión que finalmente alcanzó los 100 millones de Euros, se trata de una construcción dedicada íntegramente a la música. En ella se encuentra un auditorio inteligente, en el que todos los materiales, luces y detalles están orientados a mejorar la calidad del sonido, y también tiene varias salas en las que se pueden ralizar talleres, workshops y todo tipo de actividades relacionadas con la música.
Optimus Primavera Sound se celebrará en el Parque da Cidade y en el edificio Casa de la Música, dos entornos ideales para la celebración del festival. En el caso del parque, su tamaño y su calidad, junto con la luz de la ciudad lo convierten en algo idílico, y en el caso de los conciertos en la Casa de la Música, las instalaciones son inmejorables y en pocos lugares se puede aprovechar tanto la calidad del sonido para conciertos más acústicos y minimalistas. Si alguien nos preguntara una ciudad para celebrar un Primavera Sound, Oporto sería la respuesta. Seguro que no será lo último que pasa en la ciudad del Douro en los próximos años.