Empezaron como una solución sostenible, como un método más para intentar detener (o ralentizar) la lenta destrucción del planeta, y se han convertido en un elemento ornamental más que completa looks muy pensados, con mensajes o dibujos sencillos y pueden demostrar al mundo desde compromiso social o ironía con el sistema hasta una preocupante superficialidad. Las favoritas: las de nuestra banda más querida. Por PICOTT GIRL
Durante las vacaciones, visitando lugares de carácter más rural que nuestro entorno habitual, hemos (re)descubierto paisajes, costumbres o estéticas que nos recuerdan tiempos pasados… o no tanto. La tote bag, elemento imprescindible en la estética festivalera o de conciertos, es, parece ser, uno de los inventos más antiguos de la humanidad.
Se pueden encontrar estas bolsas de algodón en las tiendas más tradicionales, donde se venden cestos, sombreros de paja y manteles, delantales o estas bolsas –¿para comprar el pan?- con bordados tradicionales, hasta monumentos o edificios históricos, llegando a pisar el límite de lo kitsch. En resumen, un claro dominio de las referencias a la naturaleza y a lo barroco, y con el uso del bordado en lugar de la serigrafía.
Nos preguntamos en qué momento estas bolsas pasaron de ser un elemento más del ajuar para convertirse en el accesorio más trendy… y todo empezó como una idea ecologista: sustituir las bolsas de plástico por una bolsa de tela, lavable y reutilizable. Con este cambio, las bolsas de tela se convertían en un elemento que formaría parte del paisaje urbano, ya que se utilizarían para llevar cualquier cosa necesaria, y por lo tanto, el mejor escaparate para las marcas.
Muchos sellos discográficos empezaron a distribuir estas bolsas con su logotipo, y hoy en día son casi la totalidad de las bandas de la escena indie a nivel internacional quienes incluyen, sin excepción, una tote bag en su colección de merchandising, haciendo las delicias de sus fans, que pueden mostrar al mundo cual es su pasión
Tal y como vemos en The Tote Bag Book, este tipo de bolsas ‘para todo’ se han convertido en un lienzo para todo tipo de manifestaciones artísticas. Son muchos los diseñadores que han querido plasmar sus dibujos en una tote bag, con mejores y peores resultados, de más o menos profundidad. Así, podemos ver por la calle tote bags con un mensaje social, u otras que tienen simplemente un carácter estético, o incluso de integración en una tribu urbana, como las tote bag de festivales de música, que dejan claro que los hemos visitado, o las que solo muestran un objeto, a menudo de carácter hipster.
Estas bolsas se han convertido en una hoja en blanco en la que escribir y mostrar al mundo lo que somos, cada uno, con el acierto que tenga. Afortunadamente, siempre se saben encontrar buenos usos a todos los objetos: