Desde que se anunciase el fichaje de Amanda Mair por Labrador Records cuando la joven sueca de 17 años era prácticamente una niña, el lanzamiento de su primer disco se había convertido en uno de los grandes alicientes de la temporada. El resultado, más que satisfactorio en su intento por huir de tópicos y tejer una notoria e ilusionante carta de presentación. Por RUBÉN IZQUIERDO. Fotografía de cabecera de Samuel Westergren
- El lanzamiento del homónimo Amanda Mair confirma las buenas vibraciones de sus tres singles de debut
- Sorteada la cortina del hype, Mair ya presentó algunos de sus temas nuevos el pasado invierno en Madrid
- Llegada por casualidad a Labrador Records, Mair se ha convertido ya en la gran sensación del nuevo pop sueco
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Convertida en una sensación de amplio calado en Suecia a pesar de su jovencísima edad, la artista sueca había venido avanzando en los últimos meses diferentes sencillos con los que empezar a llamar la atención en el mercado internacional, logrando amplia difusión con aquel sonado Sense en el que se burlaba, medio serio en medio en broma, de comparaciones con miembros del star system más mainstream como Kate Bush. De aquel relativo pelotazo que bordeó terrenos deliberadamente hype pasamos a la oscura House y a la más convencional Doubt, configurando un sugerente tríptico a modo de avance clave a la hora de ir generando expectación para el lanzamiento de su disco de debut, presentado ahora por Labrador.
Mair, captada por el sello sueco siendo una adolescente y responsable ahora de la edición de su disco de debut homónimo, ha terminado por llevar a cabo un más que correcto debut con producción de Phill Ekström, miembro de The Mary Onettes, también de Labrador. Pese a no haber compuesto ninguno de los temas del álbum, Mair se implicó a fondo en la confección de los mismos, que van desde It’s Gonna Be Long y Leaving Early a temas más movidos como What do you want.
El disco logra sumar una (relativa) variedad de estilos, encontrando su pausa en baladas como You’ve been here before y alcanzando resultados notables en temas como Said and done, nuestra preferida, o los tres avances previos sugeridos ya en los últimos meses.
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La joven cantante sueca ya se dejó ver por Madrid el pasado mes de enero, llegó a Labrador casi por casualidad, cuando a los 13 años empezó a grabar versiones por pura diversión, sin más pretensiones que las de mantener un hobby. A través del novio de su hermana, las versiones llegaron a Tom Steffensen, antiguo batería de Club 8 y amigo de Johan Angergard, dueño de Labrador y solista de Acid House Kings, sentando las bases para el contrato discográfico que ha acabado de situarla en primera línea mediática.
Tracklist:
1. Said and done
2. Doubt
3. House
4. Sense
5. Skinnarviksberget
6. Before
7. It’s gonna be long
8. What do you want
9. You’ve been here before
10. Leaving early