Después de poco más de 24 horas de la publicación de Lioness: Hidden Treasures, la obra póstuma de Amy Winehouse, el disco ya se había situado en el nº 1 de las listas británicas. Sin duda, la publicación ha creado expectación, sobretodo por tratarse del legado de la cantante, fallecida en julio de este año.

Posiblemente por esta expectación creciente hasta el día de su publicación, Lioness: Hidden Treasures puede decepcionar. Se trata de un cajón de sastre que mezcla canciones inéditas que no entraron en su primer álbum, Frank (2003) rarezas de temas de su gran obra, Back to Black, (2006) versiones de clásicos del soul o colaboraciones con artistas tan poco cercanos como Tony Benett o Nas.

La obra póstuma de Amy Winehouse es, contrariamente a lo que se podía esperar, un mix de canciones que se aleja bastante de lo que hubiera podido ser su tercer disco, siguiendo la evolución que ya hubo desde Frank a Back to Black, en el que los temas sonaron más contundentes, posiblemente más comerciales pero también dolorosos: así era ella.

Encontramos poco de ese dolor en Lioness: Hidden Treasures. Los dos únicos temas nuevos, que podrían haber aparecido en el tercer disco de Winehouse son Best Friends, Right? y A Song For You, que se mantienen fieles al estilo marcado en Black to Black. En ellas reaparece el tan característico tema de Amy: el desamor y el sufrimiento por el amor.

Las pinceladas más coloristas del álbum corren a cargo de las versiones que incluye. Hay deliciosas versiones de The Girl From Ipanema, Will You Still Love Me Tomorrow? O una version ska de Our Day Will Comes, un tema de 1963 de Ruby & The Romantics. También las dos sonadas colaboraciones con Nas, en Like Smoke, o con Tonny Benett, con un duo en lBody and Soul, publicada hace unos meses.

El punto menos sorpresivo del disco son las versiones que se descartaron de Tears Dry On Their Own o Wake Up Alone, mucho más suaves que las que se publicaron finalmente en Back to Black, o Valerie, la canción que Amy cantó en la mayoría de sus conciertos a pesar de que nunca se incluyó en un álbum.

Se trata, más que de un álbum póstumo, un homenaje a la artista con retales de las distintas etapas de su carrera. Para conocer los detalles de la selección, se ha publicado un vídeo en el que los dos productores con los que más trabajó Winehouse (Salaam Remi y Mark Ronson) cuentan cómo fue la selección para Lioness: Hidden Treasures, un homenaje en toda regla. N.SOLANO