El pasado 30 de Julio llegaba a Europa Undersea, el EP de The Antlers con el que la banda liderada por Peter Silberman da continuidad a sus dos celebrados trabajos anteriores. Si con Hospice nos desgarró el alma y con Burst Apart nos emocionaron, Undersea ejemplifica la salida a la superficie de los neoyorquinos, que han concebido su nuevo EP como un trabajo artesanal, una joya de orfebrería que alcanza con Endless ladder su sentido más pleno. Por RUBÉN IZQUIERDO
- The Antlers firman con Undersea un trabajo reposado, donde la angustia de Hospice deja paso a una calma oceánica de gran calado
- Presentado casi como un ejercicio conceptual, el EP brilla especialmente en Endless ladder, ocho minutos que recogen la esencia de The Antlers y Drift dive, su single de lanzamiento
- Zelda cierra el EP introduciendo pequeñas variaciones de estilo, dándole una gran importancia a los sintetizadores
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Cuando The Antlers anunció el lanzamiento de nuevo material para el verano hubo quien se emocionó pensando en la publicación de un nuevo LP, algo que ya de entrada parecía poco probable dado el poco tiempo dado entre el anuncio y la fecha de lanzamiento. Finalmente el tiempo confirmó que Undersea llegaría en formato EP, por más que el impacto del mismo -también el modo en el que ha sido presentado y concebido- nos haga estar ante un lanzamiento especial, uno sin duda de los más esperados de la temporada.
Así que Peter Silberman y los suyos vuelven ahora con Undersea, presentando su primer trabajo propio desde Burst Apart, presentado en Barcelona el pasado mes de noviembre -un concierto especialmente emocionante para nosotros, parada de una intensa gira que la banda quiso culminar con la grabación de material propio, abocándose a un intenso trabajo de más de dos meses de duración que terminaría por cristalizar en la edición de este nuevo EP, cuatro temas notables -¿o deberíamos decir excelentes?- compuestos expresamente para la ocasión, todos ellos en esa atmósfera subacúatica con la que han rodeado al asunto, un trabajo en parte metafórico que tiene bastante de liberación colectiva, con el grupo reflotando a la superficie -esos buzos, figura metafórica para los fantasmas que acechaban al bueno de Silberman en sus trabajos anteriores- después de dos LP’s profundos y trascendentales, con aquel homérico Hospice como punta de lanza.
Descrito por la banda como un trabajo que debe asumido con la «serenidad de caer dormido en el fondo del océano«, Undersea se revela como una notable pieza slowcore, un trabajo que lleva al oyente a una tranquilidad irreconocible en la banda, que nos hizo sufrir de lo lindo con Hospice y que ahora nos transporta a la más absoluta tranquilidad con cuatro temas exquisitos, trabajados hasta el último detalle y dotados de una instrumentalización medida -sobre todo en Drift Dive, probablemente el mejor tema del EP Endless Ladder al margen, aunque cueste destacar únicamente a uno de los cuatro-.
Y es que Endless Ladder tiene ese algo especial de los grandes temas. Más de ocho minutos en parte conceptuales -el tema nos lleva a un lento descenso, equipándonos con el traje de buzo para la ocasión- en el que Silberman nos mece con su aflicción, envolviéndonos con sonidos reposados, siguiendo quizá los pasos de Sigur Ros a la hora de presentarnos canciones para la posterioridad de larga duración. Las dos formaciones se han bastado de sonidos oníricos para presentar dos de los mejores temas de la temporada, Valtari en el caso de Jonsi y los suyos, Endless ladder en el de Silberman y compañía.
Culminada la catarsis, Crest mantiene el tono antes de cerrarse el álbum con Zelda, una de las pocas licencias quizá en lo relativo al estilo, siendo quizá el tema menos antleriano de los escuchados hasta la fecha, con el uso nada encubierto de los sintetizadores, una nueva paleta para culminar el fin de la inmersión planteada por The Antlers en sus trabajos anteriores, a los que la banda honra con un EP excelso por momentos.
Escucha Undersea en Spotify.