Del todo aplaudible. Así habría que calificar la apuesta estival de BCore, sello barcelonés que ha decidido abrir su Bandcamp en una campaña bautizada como #pagaloquequieras y que permitirá durante toda la campaña estival que el usuario adquiera de manera gratuita, o pagando lo que crea conveniente, buena parte del catálogo discográfico de BCore. Por RUBÉN IZQUIERDO
Ya hace unos cuantos días que BCore anunciaba por sorpresa su (excelente) modo de celebrar las vacaciones de agosto este 2013. Los responsables del sello anunciaron a través de sus redes sociales que durante todo el mes de Agosto (también los días de Julio desde que pusieran en marcha dicha iniciativa) la totalidad de su catálogo discográfico estaría disponible en su Bandcamp en modalidad de descarga libre.
¿Implica eso que BCore regala todo su stock? No necesariamente. La campaña #pagaloquequieras tiene como finalidad eso exactamente, que cada usuario valore la opción de pagar lo que crea conveniente por las joyas disponibles en el catálogo, que son muchas y variadas. Casi inabarcables… y ahí está la gracia del asunto: será el usuario el que valore lo que está dispuesto a pagar por el catálogo de uno de los sellos que más variedad discográfica posee entre su repertorio, una buena manera para profundizar en el debate de los hábitos de consumo entre los aficionados a la música, ahora sin las trabas del IVA, la distribución o costes ajenos a la producción.
Darle al usuario el poder de que sea él quien valore el precio final del producto supone una iniciativa pionera y arriesgada, la invitación a encaminarse hacia un (nuevo) escenario donde se da por hecho la complicidad entre el público y la música, una suerte de tábula rasa que obvia a Werts y demás fatalidades para abrir, quien sabe, y aquí nos ponemos estupendos, un nuevo marco de actuación en el sector.
En el escueto comunicado publicado entonces desde BCore se comentaba que «para haceros vuestras vacaciones mas agradables abrimos todos nuestros lanzamientos en Bandcamp«, apuntando a su vez que «todas las aportaciones serán bienvenidas», por aquello de recordar que lo aquí planteado es darle al usuario la opción de pagar lo que crea conveniente, más allá de que exista la opción de realizar la descarga gratuita.
¿Hacia un nuevo modelo?
Bienvenidas sean en cualquier caso las iniciativas como las planteadas por BCore, cuyo anuncio ha servido además para darle una nueva vida a algunas de sus referencias más antiguas. En tiempos donde prima la inmediatez, volver a disfrutar de sus primeros lanzamientos -ahí están los primeros Delorean o Standstill, los orígenes de Nueva Vulcano, Madee o Charades- ha sido un señor regalo que convendría -y eso ya es responsabilidad de los que consumimos música, que no se quede en anécdota-.
Será en Septiembre cuando conozcamos, en suponemos, los motivos de esta saludable y elogiable iniciativa. Aún es pronto para saber si BCore informará de como ha ido la campaña (sería interesante conocer la ratio de ventas/descargas) y si el sello habrá dado con la tecla a la hora de encontrar un nuevo modelo de distribución musical, debate que Thom Yorke volvió a poner en primer plano hace apenas unos días, cuando mostró su descontento con el sistema planteado por Spotify… siendo posteriormente rebatido a su vez por la propia compañía, que presumió de músculo a través de un comunicando anunciando que en 2013 se alcanzarán los 1000 millones de dólares en concepto de derechos de autor, tal y como explicaban en la edición mexicana de Rolling Stones hace ahora unos días.
Yorke abre otra vía
Casi solapándose con el anuncio de BCore Thom Yorke y Nigel Godrich daban sentido a sus sonadas críticas hacia Spotify… colaborando con el lanzamiento de una nueva plataforma de música por streaming, bautizada como Soundhalo. Lo planteado por esta nueva iniciativa difiere en parte con respecto al contenido de Spotify y su escucha en screaming, ofreciendo la posibilidad de disfrutar en streaming conciertos grabados o que se estén celebrando en directo, un planteamiento diferente, cuyas buenas intenciones quedan empañadas en parte por la polémica auspiciada por Yorke -criticar una plataforma para acabar siendo bandera de otra al cabo de pocos días relativiza sus intenciones- y por la extrema competencia que se encontrará en Youtube, caldo de cultivo para planteamos similares sin pago previo, por más que la apuesta por la calidad planteada desde el portal el otorgue un razonable margen de confianza.