Hablábamos ayer, a propósito de Bill Baird, de la casualidad y la suerte a la hora de acabar escuchando a algunos de nuestros (nuevos) autores de cabecera, y lo dicho entonces nos vale para Audrey Ellis Fox, una autora poco conocida por estos lares -a nosotros nos llegó a través de un recopilatorio en el que aportaba un tema- poseedora de una solemne trayectoria profesional en el que la poesía, la ilustración, el videoarte y la música se funden en un magma creativo de primer orden. Por RUBÉN IZQUIERDO
El poema que descansa sobre estas líneas es uno de los conforman la obra literaria de Audrey Ellis Fox, artista multidisciplinar con el que seguimos la andadura de nuestro Boulevard particular, tras el publicado el pasado mes de Septiembre en esta misma sección. Audrey Ellis Fox encarna, en ese sentido, esa idea que algunos hemos idealizado de Los Angeles, la que se deja arrastrar por su tsunami creativo, la que se intuía en L Word y su hervidero cultural o, tirando hacia épocas más remotas, la de la efervescencia de Mulholland Dr. o el ánimo por la experimentación de Maya Deren, con la que Audrey comparte pasión por el videoarte con poso intelectual. A todo ello nos evoca la obra de nuestra protagonista
Siempre he admirado en ese sentido a la gente que logra destacar en más de una disciplina artística. La polivalencia creativa, quizá por aquello de que me resulta ajena de entrada, me despierta tanto respeto como admiración, así que a las primeras escuchas del primer trabajo musical de Ellis Fox, que puede consultarse en su página web junto al resto de su obra, me llamó la atención de entrada. Fue imposible no adentrarse en su obra, exhibida de manera considerable en su página web, donde se amontonan los poemas, ilustraciones y vídeos realizados de un tiempo a esta parte, con el Soundcloud que hoy recogemos como guinda final.
Lo hizo además por la definición que acompañaba a su presentación en la web: Music/Installatin/Video, Poetry… y todo ello es cierto. Audrey Ellis dirige sus vídeos, compone poesía, dotada además de una gran intensidad, y completa su proceso creativo añadiendo a su galería fotografías de corte artístico e ilustraciones que llaman la atención por su marcada personalidad, erigiéndose en una suerte de artesana, guardiana de su propio legado creativo.
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Muy activa en la página web que le hace las veces de portfolio, algunos de sus vídeos son sobre todo de corte experimental, marcados por una intensa sensibilidad artística, como I’m like, un trabajo que presentó en 2010 y que alternaba experimentación musical y vídeo, dando como resultado una obra más museística que musical de gran riqueza creativa. De aquella época también era Look directly, un perturbador collage donde todo lo dicho con anterioridad quedaba doblemente acentuado, desarrollando un trabajo conceptual y psicológico, con una densidad apabullante que no desagradaría a una Maya Deren, ignoro si una influencia directa y reconocida, aunque la evocación queda ahí, contemporánea.
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Es una pena que el ritmo de creación audiovisual no haya mantenido el mismo ritmo creativo de la primera etapa, aunque hace 4 meses se descolgaba presentando un cortometraje que, si bien rompía con el tono experimental de su obra anterior, servía para volver al ruedo con un cortometraje de siete minutos, concebido de modo más convencional pero manteniendo parte de su esencia, presentándolo en un riguroso blanco y negro .
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Dejando de lado su faceta pictórica y fotográfica y centrándonos en la musical, en su Soundcloud nos topamos con Marketable + A Gambler, un compendio de temas sobrios e intimistas, menos rompedores que su producción audiovisual pero dotados de un gusto evidente, cuya escucha recomendamos desde aquí. Servidor se queda con el sentido atmosférico de A cold reprise, sin descuidar Waitress in the dark, puede que uno de los temas que más fortuna a hecho en la red de su selección natural, aunque el tono medio se mantiene durante los doce temas.
El resultado convence y nos muestra el potencial que tiene por delante nuestra protagonista, poseedora de un caudal artístico poco común que invita a seguir de cerca su propuesta global. Y aquí acabaría la cosa si no fuese por su último proyecto en activo.
Buscando un vídeo con el que ilustrar su faceta musical más allá de las composiciones videoartísticas mostradas antes, nos topamos con Audrey al frente de un nuevo proyecto, actuando como solista en la refundación de The Echo and The Sound, formación de corte más bien punk fundada en 2011 por Brian Rich, Douglas y Sarah Jewell, esta última como solista. Y si bien Rich y Jewell han mantenido sus roles prácticamente en las diferentes etapas del grupo, lo cierto es que investigando en la red nos encontramos hasta con tres solistas: la citada Sarah, Audrey Ellis -quien aparece acreditada en el Bandcamp de la banda- y Erica Varela, con la que Rich grabó el videoclip de 15 shades of hell.
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Con Audrey en la banda apenas encontramos testimonios videográficos, más allá de dos temas grabados en el Lot1 Café de Los Angeles el pasado mes de junio, del que rescatamos el tema Red satin on her, un torbellino de emociones y géneros -ellos lo llaman contry-esque and gothic-cantina styled y a falta de una definición mejor la tomamos prestada-
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Multidisciplinar y con el difícil logro de no desentonar en cada nuevo cometido planteado, la obra de Audrey Ellis Fox nos remite a otras épocas, haciendo de la experimentación y la búsqueda constante de nuevos recovecos artísticos un importante leit motiv.