Hoy es el turno de la fotografía en Cajón de Arte. Aunque las fotografías que protagonizan una de las series más representativas del danés Johan Rosenmunthe no sean el colmo de la precisión estética según los cánones tradicionales. Bajo el título Off II, el artista presenta unas imágenes que parecen quedarse a medio camino, con sus protagonistas convertidos en píxeles. Por NORMA SOLANO.
- Johan Rosenmunthe es lo que podríamos decir un artista total. La obra en la que nos centramos es fotográfica, pero también ha creado escultura o exposiciones temporales en lugares públicos.
- Off es la unión de la realidad más analógica con personas que el artista conoce solo vía Internet y que representa convertidos en píxeles.
Portfolio
Johan Rosenmunthe (Dinamarca, 1982) es un prolífico artista residente en Copenhague que hace años (sus primeras obras datan de 2007 y 2008) que manifiesta su talento en distintas disciplinas artísticas. En su portfolio encontramos fotografía, escultura, grabado u otro tipo de instalaciones, sumando un centenar de obras.
En muchas de sus obras, encontramos un denominador común: Jugar con el realismo, pero sacando los objetos de su contexto. Eso se puede ver en su instalación TS32339, realizada el pasado año en un centro comercial, en el que cambiaba de lugar las ruedas de los coches y los libros:
También giraba la realidad en la exhibición The exhibition continues, en la que mostraba lo que podría ser una sala de exposiciones después de la celebración de una de ellas:
Sus obras fotográficas más representativas son Off y Off II, en las que Rosenmunthe juega con lo analógico y lo digital. La primera serie, de 2009, contaba con imágenes de espacios sin presencia humana, a los que añadía un efecto de color o de sombras de forma digital.
Off II
En 2010, el artista retomó esta serie para darle una vuelta de tuerca más. Ahora los espacios, cotidianos y realistas, ya no estaban faltos de presencia humana, aunque nunca podemos ver bien a los protagonistas de las instantáneas, ya que se encuentran difuminados con cuadros de color, simulando el pixelado que nos podemos encontrar a menudo cuando estamos en contacto con las tecnologías digitales.
Así lo explica el propio artista, que ya planea 4 espectáculos para este año:
El proyecto mira directamente a la dicotomía de los procesos digitales y analógicas, yuxtaponiendo una contra la otra, y desafía a los espectadores a dar sentido a lo que parece ser una imagen fracturada. Las imágenes proporcionan por sí mismas escenas de aislamiento y soledad, como los personajes dentro son tan aparentemente separados de su medio ambiente.