Colleen Green llevaba tiempo tejiendo un sonido propio en California hasta que editó a principios de año Milo Goes To Compton en vinilo. La de Massachussets completaba así un círculo iniciado dos años atrás, cuando empezó a reunir en cassettes algunos de sus primeros temas en solitario, después de participar de manera activa en varios grupos de la escena local más underground. Escuchado su excelente primer disco, conviene situar a Green entre los nombres más prometedores del año. Semejante caudal creativo invita a ello. Por RUBÉN IZQUIERDO
- Mudada a California a principios de 2008, Green había colaborado en varias formaciones locales antes de centrarse en su carrera en solitario
- I wanna be degraded es hasta la fecha su tema icónico más reconocible, una explosión ramone que deja al descubierto su potencial
- Antes, Hardly Art ya le había editado Green One, para el que ella misma editó el videoclip presentado a continuación
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Hay algo adictivo en la música de Colleen Green, una de esas cantantes capaces de erigir un universo propio con muy poco material publicado hasta la fecha -en Febrero editaba su primer largo, Milo Goes To Compton, con el que daba continuidad a los dos EP’s que tenía hasta la fecha en el mercado, Cujo y Green One– y un sonido cercano a los míticos Ramones, sobre todo en su icónica y notable I wanna be degraded, seguramente su mejor tema. punta de lanza de un trabajo que publicó a principios de año y que ha hecho fortuna en la escena más indie de California.
Es seguramente I wanna be degraded su momento más cercano a los Ramones, por más que su música ha sido comparada a la de voces similares como Helen Love o proyectos con los que comparte otros elementos estéticos y musicales, como All Girl Summer Fun Band o Cub.
Nuestra protagonista nació en Massachussets, trasladándose en 2008 en la mucho más musical California para empezar a pulir su sonido, algo que aceleró con la formación de Fulll House House, grupo que creó junto a varios amigos poco antes de empezar a trabajar en sus propias grabaciones.
Fue así como dio forma a su carrera en solitario, presentando varias grabaciones caseras en forma de cassete como 4 Loko 2 Kalya o el embrión de Miles Goes To Compton, ambas en 2010. Erigida ya en voz propia de la escena local, Green llamó la atención de Hardly Art -digámoslo ya, uno de nuestros sellos discográficos favoritos-, con los que publicó Green One, las cuatro primeras canciones que salieron a la luz de manera oficial, con las que terminó de consolidar su nombre en la escena local.
De ahí a la publicación definitiva de Milo Goes To Compton ya en febrero de este año, una publicación que apareció en vinilo y en formato digital con la que Green recuperaba aquel cassette original aparecido dos años atrás, editado ahora por Art Fag, un trabajo que tuvo mucho de artesanal al ser grabado y mezclado por la propia Green, redundando así en su propia idea de música forjada a sí misma. Es precisamente esa formación autodidacta la que le ha permitido erigirse un discurso propio, cercano al punk y a otras sonoridades -dreamy stoned, resumen en Hardly Art– dando forma a una carrera que seguramente entronca con voces admiradas en esta casa –Best Coast, Dum Dum Girls y un largo etcétera- que dibuja a su paso un futuro prometedor. Dejamos una versión de lo más underground de su tema principal, puede que la mejor forma de disfrutar hitazos como I wanna be degraded.
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