El festival Cønjuntø Vacíø alcanza este año su cuarta edición, un aniversario al que llega con su programación consolidada en el período otoñal de conciertos, reforzada además con las (ascendentes) actividades paralelas que se celebran en torno al colectivo. Cønjuntø Vacíø mantiene de hecho su doble línea, discográfica y de programación, con la que se ha abierto un hueco en la escena musical de la ciudad desde su campamento base en Dead Moon Records, punto neurálgico de un colectivo que nació como festival anual y que ha sabido mantener su apuesta discográfica, pasando del disco recopilatorio integrado por temas inéditos de los grupos participantes en cada edición a una sólida colección de lanzamientos en cassette, de la que ya hablamos en nuestra edición impresa.
Más allá del festival, el colectivo celebra este año su primer tour estatal, reuniendo algunos de los proyectos más reconocibles del mismo en un periplo que pasará por varias salas, y que tendrá su particular punto de partida el próximo día 17 en la sala Almo2bar de Barcelona. Showcases y lanzamientos discográficos al margen, Cønjuntø Vacíø celebrará en noviembre una de sus ediciones más completas, con un cartel de mayoría internacional que mirará de frente a referentes directos, acercándonos de nuevo a la sueca Molly Nilsson a nuestra ciudad, en la tercera colaboración entre artista y colectivo estos últimos años.
Cønjuntø Vacíø resiste pues como una de las apuestas más honestas de la ciudad, un ejercicio de resistencia de vuelta a La Capsa del Prat, de nuevo escenario de su programación íntegra.
TEXTO: R. Izquierdo | FOTOGRAFÍAS: Cønjuntø Vacíø
El festival llega este año a su cuarta edición, la tercera en El Prat y me da la sensación de que empieza a ser lo que teniáis en mente desde el principio, complementándolo con la consolidación de CV como sello o las actividades paralelas que lleváis a cabo. ¿Un balance del momento por el que pasa el CV?
Lo cierto es que nunca hemos tenido algo demasiado concreto en mente, tampoco hemos buscado nunca concreción. Nos vamos guiando por nuestra intuición y por la experiencia que nos dan los años. Montar un festival es siempre algo muy complicado y sujeto a un montón de circunstancias que definen el cartel. De hecho, no sabemos cómo será el quinto, ni el tipo de grupos que nos apetecerá traer, ni si querrán o podrán venir, ni de qué manera sucederá todo. El festival ha ido creciendo poco a poco pero, para nosotros, continúa siendo algo totalmente familiar e íntimo que ocupa mucho de nuestro tiempo y con lo que sufrimos y disfrutamos a partes iguales.
Sé que no sois muy dados a destacar cabezas de cartel pero la presencia de Molly Nilsson subraya vuestra relación con ella, habéis colaborado ya juntos en varias ocasiones. Más que un estilo, que también, creo que os gusta colaborar con sellos afines o con colectivos con los que compartáis filosofía vital. ¿Qué es lo que más destacaríais de estas colaboraciones?
Hubo buena sintonía con ella desde el primer día que la conocimos. Desde nuestro punto de vista, es una de las propuestas musicales más interesantes de los últimos años y siempre nos encanta verla en directo y tenerla por aquí. El año pasado no pudo tocar en el festival por una cuestión de fechas, así que este año no podía faltar. En cuanto a este tipo de colaboraciones, no hacemos esto para ganar dinero, así que acostumbramos a acercarnos a personas afines a nuestros gustos o con las que, básicamente, nos llevamos bien.
Este año los grupos internacionales son mayoría en el cartel. Ya os lo hemos preguntado en otras ocasiones pero quería reincidir en la autogestión. ¿Cómo funciona un festival como Conjunto Vacío?
Hasta este año los grupos internacionales nunca habían sido mayoría. En cualquier caso es algo circunstancial y sujeto a un montón de situaciones que han ido surgiendo desde que empezamos a contactar con los grupos. El Conjunto Vacío se financia a través de la venta de entradas y la venta del vinilo. No tenemos subvenciones ni patrocinios, así que todo depende de la gente que viene año tras año a La Capsa que, este año, esperamos que sea mucha.
Una de las apuestas locales es Fingering Eve, lo que enlaza con angoisse records. ¿Podéis presentarnos esta propuesta?
Fingering Eve es uno de los proyectos, a nuestro juicio, más interesantes de la ciudad y lo atestiguan sus pocos pero firmes lanzamientos en sellos como Total Black o Strange Rules. Sacamos su cinta «Detach» hace un par de años, lo que nos permitió conocerle y seguir de cerca sus proyectos. Su sello, Angoisse, es una referencia fundamental para amantes de la electrónica experimental subterránea, dentro pero, sobre todo, fuera de este país.
Volviendo a lo dicho en la primera pregunta, con las actividades que lleváis a cabo durante el año casi podría hablarse de festival multidisciplinar. En la edición discográfica superáis la veintena de ediciones, sin marcar criterios geográficos. ¿Qué podéis comentarnos del sello?
Este último año la actividad del sello ha sido bastante frenética, a veces incluso demasiada. Gracias al sello y a Dead Moon Records, nuestra tienda física en Barcelona, hemos ido estableciendo relaciones con varios sellos, promotores, bandas y proyectos que trabajan de una forma similar a nosotros. Esta es siempre la mejor parte: las colaboraciones que se generan entre personas con las que compartes gustos o maneras de hacer, todo lo que aprendes de ellas y la cantidad de proyectos y personas interesantes que vas descubriendo por el camino. Durante los próximos meses bajaremos el ritmo a causa del festival pero tenemos ya algunos proyectos pendientes que anunciaremos antes de que termine el año. Como desde que empezó, Conjunto Vacío es un ente vivo e imprevisible que nunca sabemos dónde nos va a llevar y con el que nos encanta explorar todos los caminos que podemos y nos apetece investigar.
Este año celebráis otras actividades, como el Vigilar y Castigar o el primer tour estatal Conjunto Vacío. Empezando por el primero, ¿con qué vocación nació el Vigilar y Castigar?
De vez en cuando nos apetece montar alguna fiesta con grupos que pasan por Barcelona. La idea de Vigilar y Castigar nace sin demasiadas pretensiones: nos mueve el puro egoísmo de disfrutar de algunos de nuestros grupos favoritos del momento en salas pequeñas y bailar hasta el amanecer.
Cerrando la pregunta anterior: en septiembre celebráis un showcase en Almo2bar, previo al primer tour estatal de Conjunto Vacío.
En octubre varios proyectos que han editado en el sello irán de gira por la península. Ha quedado todo en familia y nos encantaría volver a repetirlo con otras bandas amigas, de aquí y de fuera, en un futuro. No sabemos muy bien cómo irá todo pero tenemos muchas ganas de vivir la experiencia. Si todo sale bien, nos encantaría repetirlo con otras personas.
Para ir acabando, destaca también la presencia de propuestas danesas/nórdicas, como Internazionale o Damien Dubrovnik. En el caso de Damien el proyecto lo integran los responsables de Posh Isolation, sello que ha influenciado en cierto modo a varios grupos de aquí (hace poco en una entrevista Yago nos comentaba su importancia en el sonido de Univers). ¿Qué representa para Conjunto Vacío poder contar con ellos?
Montar un festival sin dinero no es algo sencillo. Dependemos de mil factores que, al final, definen el cartel y que en muchos casos condicionan enormemente el festival. Configurar el cartel supone muchos meses de tanteos, mails enviados a muchas bandas y, sobre todo, un montón de respuestas negativas. Siempre es más fácil obtener un sí de grupos o personas con las que ya hemos colaborado, como Molly Nilsson, Loke de Posh Isolation, que ya ha venido con Croatian Amor o Lust For Youth, o First Hate. A Mikkel, de Internazionale, le conocemos porque solemos distribuir cintas de su sello Janushoved en Dead Moon Records. La presencia de varios grupos nórdicos o del norte de Europa ha sido debida a una serie de factores impredecibles con los que tenemos que lidiar cada año y, obviamente, a que creemos en sus proyectos y nos encanta tenerles por aquí siempre que sea posible.