La reciente gira de Mumford & Sons dejó en el recuerdo, además de su folk épico, el buen hacer del dueto californiano Deap Vally como primeras protagonsitas de la noche. Con un estilo marcadamente diferente, sus teloneras demostraron que su propuesta va en camino de convertirse en una de las más interesantes de la siempre activa escena californiana, en su caso aproximándose a sonidos más clásicos, unidos por su amor hacia el blues. Por RUBÉN IZQUIERDO
- La reciente visita de Deap Vally abriendo para Mumford & Sons sirvió para presentar formalmente su trabajo en nuestro país, destacando sobre todo por el poderío escénico de su propuesta musical
- Comparadas con The Black Keys, etiqueta de la que rehuyen, su propuesta destaca por su potencia escénica y su innato carisma, especialmente extrapolable en sus sonados directos
- Aupadas por la blogosfera made in USA, su nombre figura entre los confirmados para el próximo Coachella
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Hay ocasiones, no pasa siempre, en el que el grupo que abre al cabeza de cartel te atrapa por algo. Algo de eso pasó con Deap Vally, formación angelina de reciente paso por Barcelona y Madrid teloneando a Mumford & Sons, una doble visita con la que dejaron un gratísimo sabor de boca en las dos ciudades, empezando a engrandecer así su corte de seguidores, algo que sin duda les irá muy bien para dar a conocer su álbum de debut previsto para el próximo mes de Junio.
Deap Vally es el proyecto personal de Lindsey Troy (cantante y guitarrista) y Julie Edwards (batería y coros), sumándose así, con matices, a la creciente lista de formaciones en femenino llamadas a copar parte de la atención de la escena internacional, en su caso partiendo de un sonido más clásico, con referencias que van de The Doors a The White Stripes… y The Black Keys, una constante en las diferentes entrevistas que han concedido hasta la fecha, etiqueta con la que no están del todo de acuerdo, y con la de hecho, más allá de su concepción como dúo, comparten más bien poco a nivel melódico y rítmico.
Y es que el sonido crudo, duro y sin concesiones de Deap Vally disfruta de alma propia, armada con riffs poderosos y ecos a géneros de gran calado como el blues, algo que dejan muy claro en su propia definición, publicada en varios de sus redes sociales: «We are valley girls. We sing the blues. We play rock’n’roll. We sweat. We move. We groove. We are Deap Vally«, una declaración de principios directa y contundente que las distancia de esa etiqueta black keys.
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Con Coachella en el horizonte Deap Vally estrenarán su primer LP este mes de Junio, piedra de toque definitiva para un proyecto que cuentaya con el respaldo de la blogosfera norteamericana y que gozó de una buena acogida abriendo para Mumford & Sons
Las chicas del Valle, Deap Vally
Aún es pronto para saber hasta donde llevarán su propuesta. De momento, los tres sencillos publicados las sitúan en la buena línea, copando posiciones nobles en la blogosfera norteamericana… estando confirmadas además para el Coachella 2013, una prueba de fuego destinada a acabar de confirmarlas casi al mismo tiempo en el que publiquen Sixtrionix, primer LP previsto para Junio, con edición de Island Records y producción de Lars Stalfors (Matt & Jim, Cold War Kids) grabado en directo en Los Angeles, una apuesta por preservar su sonido crudo y directo, trasladando así el buen hacer mostrado hasta la fecha en sus actuaciones en directo.
Que el disco respete esa potencia adrenalítica exhibida en sus directos es sin duda una grata noticia que hace cuanto menos justicia a su puesta de largo sobre los escenarios, en donde el derroche de energía que muestran apabullan prácticamente desde el minuto 0. Así sucedió en Barcelona, donde llevaron a cabo una actuación poderosísima -actúan descalzas e inundan el escenario de rabia y furia, valiéndose de su sola presencia para llenar el escenario- que sirvió para escenificar ese directo presentado hasta la fecha como su mejor carta de presentación.
Póster promocional de Deap Vally
De las costuras al rock
Las dos integrantes de Deap Vally se conocieron hace dos años en California, concretamente en su San Fernando Valley natal. Edwards trabajaba en un taller de costura y al poco de conocerse Troy, que acudió como alumna al mismo, trató de convencerla de manera sistemática para sumarse a su proyecto rock, arrancando una colaboración que si destaca por algo es por la convivencia de estilos, desplegados ya desde su single de debut hace unos meses, Gonna make my own money, y mantenido en el resto de canciones presentadas hasta la fecha, con Lies a la cabeza.
De aquel encuentro en el taller de costura surgió la opción del rock, unidas como estaban por su amor por el blues y el rock, dos constantes que, unidas al mimo con el que presentan sus trabajos -la galería de pósters de su concierto es simplemente espectacular, dejamos sobre estas líneas uno como muestra, el resto puede consultarse aquí– y a su acertada presencia en la red han servido para que su nombre cuaje, haciendo grandes las expectativas para su primer Largo.
Dejamos por último algunos de los temas disponibles en Spotify del dúo. Para disfrutar de Sixtrionix habrá que esperar: