Ahora somos más felices que nunca”, nos cuenta Greg Saunier al inicio de esta entrevista. De esa felicidad emerge un disco de título luminoso, La Isla Bonita, y una celebración honesta, la que les permite soplar sus veinte primeras velas con nuevo disco bajo el brazo. Un trabajo que “suena a los primeros” y que nos recupera a unos Deerhoof en paz consigo mismos, sin la necesidad de facturar obras con las que convencer a nadie.

Deerhoof, que han pasado de ensayar en su cocina “bajito, para no molestar a los vecinos” a facturar una discografía tan sólida como variada no eluden en aniversario los contrastes que atenazan nuestra rutina -”el álbum va sobre todo de la discrepancia que tenemos en Estados Unidos entre la imagen paradisíaca que se genera del país y la realidad”- cantan ahora sobre las mentiras “que nos cuentan desde el poder” mientras siguen engordando su leyenda.

Este año se cumple vuestro vigésimo aniversario. ¿Cómo recordáis vuestros primeros ensayos y cuáles eran vuestras expectativas por entonces?
Buf, recuerdo los primeros días. No teníamos planes de futuro, podríamos romper la banda cada año y volver a empezar. Nuestro equipo estaba en muy malas condiciones y ensayábamos en nuestra cocina sin hacer ruido para no molestar a los vecinos. Al principio éramos los únicos que entendíamos nuestras ideas musicales, y también fuímos los únicos en entender nuestras letras sobre Deer Gods… Todo lo que ha pasado a partir de entonces ha sido una continua sorpresa, pero creo que ahora somos más felices que nunca. Nos encanta estar juntos de gira y grabar el nuevo disco en casa de Ed fue muy divertido.

Acabais de presentar las primeras canciones incluidas en La Isla Bonita. ¿Qué respuesta han tenido? ¿Qué posición crees que ocuparán dentro de vuestra discografía?
La verdad es que pienso que este disco me recuerda a los primeros días de la banda. Volvimos a grabar en casa, sin preocuparnos mucho en cómo sonaría todo, simplemente tratando de descubrir nuestra música juntos. Las primeras composiciones de Deerhoof estaban hechas para alterar a la gente, y en cierto modo ahora vuelve a suceder.

El álbum se publicará el 11 de Noviembre, casi a la vez que nuestra revista. ¿Qué podéis decirnos sobre el disco?
Viajamos hasta casa de Ed Rodriguez en Portland, y estuvimos allí durante diez días. Cocinamos todas las comidas juntos e invertimos unas 15 horas al día en componer las canciones. Nuestro objetivo era grabar demos de los ensayos, con la intención de mandárselas a nuestro productor para después producir el ‘disco real’. Pero escuchamos las demos de los ensayos y nos dimos cuenta de que sonaba tal cuál queríamos que fuera el disco. Lo grabamos de forma accidental.

Leía algunos textos promocionales de Paradise Girls en los que explicas que gente como Joan Jett, Janet Jackson, Kathleen Hanna o Kim Gordon han sido siempre grandes influencias para ti. ¿Lo podrías explicar un poco más?
En realidad no han sido siempre una gran influencia… Nunca había escuchado Janet Jackson hasta este año, por ejemplo. Sabía que Satomi bailaba a menudo en sus videos así que lo busqué y escuché toda su música. Hice una version de «What Have You Done For Me Lately» pero a mis compañeros de banda no les gustó y pensaron que era una idea estúpida. Así que la cambia un poco y se convirtió en «Paradise Girls». Nuestro plan era hacer algo súper saturado y sobreproducido como lo solía hacer Janet, con la ayuda de Jimmy Jam y Terry Lewis. Decadencia y genialidad con el sonido. Todas nuestras canciones fueron compuestas para encajar en este concepto, pero cuando decidimos que nos quedábamos con esas versiones ásperas de las demos, cambiamos el concepto y empezamos a mirar hacia Joan Jett, Kathleen Hanna y Kim Gordon como modelos de rol. Kim fue una de las primeras personas que nos apoyó. Hizo de telonera para Deerhoof la primera vez que tocamos en New York, por ejemplo

Le comenté a Kathleen Hanna que haríamos el Kathleen test para saber si nuestras canciones eran frescas o cursis. Me contestó que ella era muy cursi, y que esperaba que el disco lo fuese de una manera extrema

En nuestro primer número impreso dedicamos un especial a Kathleen Hanna. ¿Erais fans de  Bikini Kill en los 90? ¿Qué tipo de relación teníais con la cultura zine de entonces?
Tocamos con Le Tigre alguna vez, pero Bikini Kill  fue un descubrimiento de este año para nosotros. Anti-decadencia, serio y divertido a la vez, lo definiría así. Hace poco le dije a Kathleen que, mientras creamos nuestras canciones realizamos el Kathleen test, para decidir si lo que estábamos haciendo era freso o cursi. Ella me respondió que : “soy una persona muy cursi, así que espero que este álbum sea extremadamente cursi”. (risas)

Una curiosidad. En 2011 presentasteis la canción Qui dorm, només somia. ¿Por qué cantasteis en catalán? ¿Cuál es la historia de esta canción?
John escribió gran parte de esta canción, las guitarras, la línea de bajo. La llamaba «Light Sleeper». Cuando Satomi empezó a escribir las letras, sabía que quería escribir sobre alguien que no duerme mucho, como Drácula. Una amiga le contó que existe esta expresión en catalán: «Qui dorm, només somia» ´- Quien duerme solo sueña –  y ella decidió hacer toda la canción en catalán. Creo que sus letras son muy bonitas-. Como no todo el mundo entiende el catalán, puedes leer una traducción dentro del álbum.

Ése año tocabais en el Primavera Club, uno de los festivales en Barcelona que tiene lugar en salas de conciertos. ¿Prefieres este tipo de espacios o espacios grandes, cuando tocáis?
Soy uno de esos músicos que aman tocar, sea donde sea. Cada noche es fuerte y cada noche es maravillosa. Me gustan las salas pequeñas y también las grandes. Es como una perversión polimórfica.

Si Deerhoof hubiese seguido el plan de las bandas hipsters del indie-rock hubíesemos desaparecido hace mucho

Portada del último disco de Deerhoof

Portada del último disco de Deerhoof

Siguiendo con esta idea, ¿cuál es el sitio más original en el que has tocado?
Ése es siempre el siguiente lugar donde tocarás. Ése es el sitio en el que nunca esperaba ser capaz de tocar. Nuestra banda debería haber desaparecido hace mucho tiempo si hubiéramos seguido el plan de las bandas hipster de indie-rock. El siguiente show es uno que nunca hemos tocado antes.

Normalmente, vuestras grabaciones son muy experimentales. El otro día leía una entrevista que realizasteis a propósito de Breaking Song y decíais que hay quien dice que es un álbum más pop, a pesar de su complejidad. ¿Qué esperáis de La Isla Bonita?
No creo que lo pop y lo experimental sean incompatibles. Pop significa que gusta a muchos niños y que forma parte de la experiencia de crecer. Experimental significa que no puedes predecir lo que pasará. En otras palabras, música pop. Para el pop, por cierto, no hay una fórmula escrita que lleve al éxito. Una major puede invertir grandes sumas de dinero en crear un éxito pop y fracasar, y algo pequeño y sin pretensiones puede convertirse en un gran éxito. Volviendo a tu pregunta, no sé si La Isla Bonita gustará al público más joven

Breaking Song fue una especie de álbum conceptual, en el que habláis del hecho de romper con alguien como una celebración, más que como algo triste. ¿Hay alguna idea detrás de La Isla Bonita?
Sí. Es sobre la discrepancia entre la imagen del paraíso que tenemos en Estados Unidos y la realidad. Se nos dice que hay igualdad, libertad, democracia, que somos buenos y malos, que la buena vida te espera si trabajas suficientemente duro. Son mentiras que nos cuentan desde el poder, así que cantamos sobre ello.

Me gustaría que nos trasladásemos, por un momento, a los orígenes de la banda, cuando Satomi entró en 1996. Antes de esto, habíais grabado Return Of The Wood M’lady. ¿Cómo fue la integración?  ¿Cuándo visteis que todo funcionaría?
Ella entró en nuestra casa. Ensayamos en la cocina. Empezamos a tocar nuestras canciones. Cantaba con un micrófono hecho con el auricular de un Walkman roto, y no conocía nuestras canciones porque era la primera vez que nos veíamos. Pero ella nos escuchó cantar y canto lo que oía, siempre un momento por detrás. Cuando escuché su voz supe que era perfecta para Deerhoof, y aunque normalmente estamos en desacuerdo en todo lo que hacemos, sigo pensando que es perfecta para Deerhoof.

Apple O’ tenía una parte muy conceptual, inspirada en el mito de Adán y Eva, y Milkman se inspiró en el personaje de Ken Kagami. ¿Me equivoco?
Eso es así en parte, aunque cuando empezamos a escribir las canciones no siempre sabíamos sobre qué tratarían. Cuando estábamos escribiendo las letras para Apple O’, la idea de Génesis iba apareciendo. Pero también es sobre otras cosas, como especies invasoras, Satomi mudándose de Japón a Estados Unidos, la bomba atómica y el dios griego de la música. Cuando empezamos a escribir Milk Man, el personaje era solo un dibujo. Ken nunca explicó nada sobre quién era ese personaje, lo que hizo o cuál era su personalidad o su manera de pensar. El resto, en especial Satomi, creamos todo el resto partiendo de nuestra imaginación.

Un año antes de Milkman llegaba el que es vuestro mejor trabajo para mucha gente, The Runners Four. No sé si fue el más complicado de grabar, pero hicisteis varias pruebas antes de la versión finaI. Si lo grabarais ahora, ¿creéis que el desarrollo cambiaría? ¿Nos podríais explicar la importancia que le dais al trabajo orgánico con las canciones?
La gente paga por nuestro trabajo, así que es nuestra responsabilidad asegurarnos de que decimos lo que queremos decir. Cada grabación, cada canción tiene varias tomas. No podríamos grabar The Runners Four ahora. Era sobre nosotros cuatro en ése momento y ese espacio. Si lo grabásemos ahora sería La Isla Bonita.

Ya acabamos, quería preguntaros sobre un par de colaboraciones, ¿Cómo recordais la de Martha Colburn?
Hicimos grandes colaboraciones con Martha, tanto directos como vídeos musicales. Siempre es un honor colaborar con un artista tan potente. Nos gustaría mucho seguir haciendo ese tipo de cosas. Pero en los primeros años de Deerhoof estábamos solos. Hacíamos la música, la grabación y la parte artística nosotros. Éramos tímidos y además no estábamos seguros de de lo que estábamos haciendo.

Hicisteis una colaboración con Xiu Xiu. ¿Qué recordáis de las canciones que hicisteis para otros artistas?
Con Xiu Xiu tocamos un LP de Joy Division de principio a fin. Fue algo enorme para mí. Nunca antes había escuchado Unknown Pleasures, y Jaime Stewart es un cantante muy potente, así que pude tocar muy fuerte la batería, mucho más fuerte que con Satomi, con quien tengo que ir con cuidado. Siempre disfrutamos tocando versiones y hemos hecho muchas. Incluso cuando tocamos canciones de Deerhoof, a veces parece también una versión, y normalmente es distinta al disco, porque tenemos que preparar una versión en directo, y es distinta al álbum. Creo que las nuevas canciones sí se parecerán más al disco, porque las grabamos en directo.

Habéis publicado más de 10 álbumes. ¿Cómo os gustaría que la gente recordase a Deerhoof?
No hace falta que nos recuerden, porque iremos a su ciudad y tocaremos (risas).

Consulta las fechas de la gira aquí:

Deerhoof

  • Entrevista: RUBÉN IZQUIERDO
  • Fotografía: DEERHOOF