Los Rotos son una banda de Barcelona que apuesta por el Rock&Roll de siempre. Es su vía de expresión y no necesitan seguir las tendencias del momento para poder transmitir su mensaje. Tras su primer disco, Roto’n’roll (Warner, 2010) Los Rotos regresan con Rojo, un segundo trabajo que insinúa más que enseña. Además, con esta nueva propuesta, Los Rotos arrancan su carrera de autogestión después de cambiar de sello discográfico.

Este jueves estaremos con ellos en la presentación de este nuevo álbum. Será en La [2] de Apolo, acompañados por la banda Aeropuerto. Hablamos con el líder de la banda, Edu J. Montoya, en su hábitat natural, la vila de Gràcia en Barcelona, para que nos cuente como nacen los Rotos y nos avance algo de lo que encontraremos en su presentación. Una entrevista de NORMA SOLANO

¿Recuerdas tus inicios musicales?
Crecí en Cornellà y cuando me tuvo mi madre salía con uno de los miembros de La Banda Trapera del Río… Creo que empecé fuerte, aunque siendo ya algo más consciente recuerdo pasarme un verano escuchando en un walkman la banda sonora de Pretty Woman mientras leía cómics. Tenía Roy Orbinson, Bowie, los Red Hot… era muy chula. Después ya con mi padre vino la época más glam, vinilos de Lou Reed, Led Zeppelin, T.Rex, la historia de cuando después de ver a Queen en el Mini Estadi se coló a bañarse en unas piscinas de Les Corts…

¿Crees que han influenciado en tu estilo como compositor?
Si, sobre todo esa última época, y me parece algo realmente bonito. Recuerdo cuando una chica después de escuchar una de nuestras primeras maquetas me dijo que le recordábamos a Radio Futura… Me vinieron un montón de recuerdos a la cabeza. Me di cuenta de que toda aquella música ya la llevaba dentro, Nacha Pop, Tequila… en mi caso además la parte literaria me tocó especialmente. Cuando era crío también escuchaba mucha música en inglés pero la que cantaba era en castellano.

Los Rotos al completo, en una imagen de archivo // Ray Molinari

¿Cómo nace la idea de Los Rotos?
Desde crío siempre me había gustado escribir canciones, pero nunca he sabido tocar bien la guitarra, que por entonces era el único instrumento que tenia en casa. Fue encontrar un compañero que lo hiciese y empezar a salir temas a cascoporro. Grabamos siete u ocho canciones en un par de días, mientras comíamos Donetes y bebíamos Xibeca en una habitación sin ventanas que él utilizaba como laboratorio para revelar fotos.

¿Es difícil la tarea de defender el rock’n roll en una época influida por las modas como la nuestra o es un género eterno?
Creo que desde el punto de vista artístico somos un grupo al que nunca le ha influido mucho la moda actual. Llevamos más de cinco años tocando, nos sigue bastante gente, por suerte, y se podría decir que todavía no hemos estado nunca de moda. Eso nos hace auténticos. No creo que sea bueno fijarse demasiado en las tendencias mediáticas. Si a ti te gustan las hombreras,  ¡lleva hombreras! Estoy seguro que en un plazo de seis o siete años estarás de moda como mínimo un par de veces.

Vuestras letras describen ambientes cargados, personajes con vidas difíciles… ¿hay referentes literarios en vuestro imaginario?
Muchos. Me gustan mucho los poetas decadentes. De hecho confieso que soy lector habitual de poesía aunque no aguante los recitales… ¡Es que me hacen pasar un bochorno! Yo necesito recitar con música, cantar. No entiendo como ellos lo hacen sin… Lo admiraría si me gustase, pero no me gusta.

Chinatown, Batman, Blade Runner… Los referentes cinematográficos parecen constantes
Me gusta mucho el cine. El de Jarmusch, el Lynch más macarra, los autores de ciencia ficción y también el cómic. Nuestras canciones están llenas de guiños a todo esto, si bien más en el primer disco que en Rojo. Blade Runner, por ejemplo,  es una canción que habla sobre el espacio personal y al margen del sampler del final no tiene nada que ver con la película. En cambio canciones como Chevrolete del 70 o Muñecas rusas son mucho más explícitas.

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¿Qué otras diferencias destacarías entre vuestro primer álbum, Roto’n’Roll, y Rojo, al que ahora presentáis?
Esta de la que hablábamos es una de los más importantes. Literariamente es menos cómico y lo bueno es que eso también ha tenido su reflejo en la música. Roto’n’Roll era un disco demasiado honesto, una explosión. En este nos insinuamos más.

Una diferencia, menos estilística y más a nivel de organización entre los dos álbumes es el cambio de discográfica… ¿En qué aspectos lo notáis más?
Ahora tenemos mucho más control del rumbo de la banda. Tenemos que pedir menos permisos si queremos dar un paso hacia un lado u otro.

La gira fue bastante amplia para Roto’n’Roll, ¿Cómo la recuerdas y que cambiaríais en la de Rojo?
Espero que esta vez todos tengamos claro lo que eso significa. Cuando acabamos la primera gira, Gerard, nuestro bajista y amigo, se dio cuenta de que eso no iba con él y dejó la banda. Fue un golpe duro. Además nos pasaban cosas muy extrañas, en gran parte también por lo que comentábamos antes. Nos suspendieron conciertos el mismo día de la actuación y nosotros nos organizábamos otros la misma noche para no hacer kilómetros en balde, presentábamos el disco en Fnacs donde no lo tenían en venta y nos lo compraban a nosotros mismos… Supongo que esas cosas en la industria pueden pasar, pero si se van repitiendo es el síntoma más evidente de que algo no funciona. Es una lástima que con tantos recursos un proyecto se vaya al garete por culpa de no hacer algo tan sencillo como es escuchar.

Edu, con Los Rotos en el backstage de la sala Sidecar // Ray Molinari

Además de músico también eres ilustrador. ¿De dónde sacas la inspiración para todo ello?
Wow! Es muy difícil saberlo… De la belleza, supongo. Aunque reconozco que también me atrae mucho el desastre: la tristeza es muy atractiva. Creo que la inspiración está siempre delante de ti, pero es muy difícil darse cuenta. Es como si fuese un acuerdo entre lo que percibimos, lo que somos y el momento… ¿Siguiente pregunta? (risas)

¿Hay alguna disciplina que te sientas más tuya o te sientes cómodo en todas?
Soy muy crítico con mi trabajo, así que en realidad me siento incómodo en todas. Por eso tardo mucho en acabar. Intento ver cada pieza como público y buscar en qué las puedo mejorar, aunque siempre procure mantener el espíritu original del inicio del proceso, ‘lo visceral’. Por eso procuro tener a alguien a mi lado que me diga basta, ¡se acabó! Entonces me lo creo y me conformo.

¿Crees que hay sinergias entre tus distintas creaciones? ¿O consigues crear una parcela distinta para cada una de ellas?
Dedicarme también a la ilustración de una manera más profesional me ha ayudado a adquirir nuevos hábitos creativos en la música, y al revés. Es como hacer un viaje o dar un paseo con los ojos muy abiertos…

Edu en Visions, en Gràcia, la primera sala donde expuso

También has diseñado distintos objetos ‘craft’, has participado en varias ferias y colaborado en blogs, y eventos… ¿Es compatible ser rockero con ser craftie?
¡Claro! ¿Qué crees?,  ¿que estás chicas cuando se ponen a coser no se ponen un buen disco de PJ Harvey? Les gusta la Casa Azul, pero también Patty Smith… Es totalmente compatible y enriquecedor. Creo que en general el mundo de la música está cargadísimo de prejuicios. Una vez, por ponerte un ejemplo, después de hacer un conciertazo de rock en el Sidecar, se me acercó un tipo a decirme que menudo roquero era si llevaba puesta una camiseta de Snoopy… Es a eso a lo que me refiero.

Entonces, ¿has visto muchas diferencias entre el circuito craft, el de la ilustración y el de la música?
Se parecen en muchas cosas. Imagino que es porqué incluye más sectores. Los medios, los programadores, las discográficas… Llevo mucho tiempo dibujando, pero desde que decidí empezar a enseñar mi trabajo como ilustrador, y no hace ni un año, he tenido muchas más oportunidades de entrar en el circuito que en más de cinco que hace que me dedico a la música, y sinceramente no creo que sea por un criterio de calidad. Es más bien un tema de modas, de lo que hablábamos al principio. Araceli que es quién lleva esto de Visions, dice que mi estilo dibujando gusta mucho ahora, y es curioso que lo diga la única persona que me suspendió una asignatura en toda la carrera.

Volviendo a Los Rotos, este jueves presentáis vuestro álbum Rojo en La [2] de Apolo. Cuéntanos qué vamos a ver allí…
Para empezar, no estaré solo… Si queréis os invito a que vengáis a conocer al resto de la banda. No son craftis, solo roqueros, ¡pero no muerden!

Allí estaremos. Los Rotos presentarán su álbum este jueves, 7 de Junio a las 21:00h. en La[2] de Apolo.

Los Rotos son Edu J. Montoya (solista), Lluis Vidal (batería), David Espinola (bajo) y Marc Grau (guitarra).

Portada del segundo trabajo de Los Rotos, Rojo