A lo largo del año 2011 publicaron todo su material editado hasta ahora. Su discografía se compone de dos singles y un E.P., y ya están convocados para tocar en la edición de este año del Primavera Sound. Juegan con ingredientes que difícilmente fallan: voces frágiles, teclas suaves, percusión suave y un halo de misterio. El resultado es bello, romántico y seductor. Por NORMA SOLANO
Elephant son el dúo formado por Amelia Rivas, de origen francés, y Christian Pinchbeck, actualmente afincados en Londres. Se conocieron mientras estudiaban, en 2010, concretamente en mayo de ese año, en el que parece que algo pasó, y ellos definen su unión como «We were lovers, now lovers«, hecho que añade algo de morbo y curiosidad a sus letras tristes e impregnadas de romanticismo. ¿Son autobiográficas? No lo dejan claro, pero hipnotizan con sus melodías nostálgicas y sus letras dolorosas.
Según ellos, su música es el resultado de ‘noches de creación febril’, y seguramente eso es lo que les da ese toque de ensoñación, ese punto onírico. Suenan a Beach House y a Tenis, dos de las apuestas del pasado 2011 por parte del Primavera Sound, y es muy probable que por este motivo Elephant tengan su oportunidad en la edición 2012. Se parecen a dichas bandas tanto por el hecho de ser un dúo chico-chica, con un vínculo emocional fuerte como por su synth-pop, más cercano a Beach House por género pero con muchos matices sesenteros que nos recuerdan al matrimonio norteamericano.
En 2011 publicaron todo lo que se conoce de ellos hasta el momento. El primero fue el single que incluye Ants y Wolf Cry, el single debut, de la mano de Memphis Industries, y que salió en el mes de enero. En Julio publicaron el segundo single, que incluía los temas Allured y Actors. Por último, en Noviembre, salió a la luz Assembly, su primer E.P. y que incluye cuatro temas más. Todas las publicaciones se encuentran en su bandcamp.
En unos meses los podremos disfrutar en el marco del Primavera Sound, donde es posible que lleguen con novedades. De momento, nos quedamos con su propuesta que nos arrastra a un viaje romántico desde los años 50 hasta hoy. Ellos mismos explican qué es lo que quieren transmitir en sus canciones, y normalmente el desamor o la desesperación por perder lo amado está presente. El sintetizador ayuda a conseguir el clima nostálgico y misterioso que buscan, pero también pueden expresarse en acústico, como demuestran en su versión acústica de Wolf Cry. Sea como sea, no son aptos para corazones doloridos:
[vimeo id=»16868042″ width=»600″ height=»350″]