Elora emprendieron hace ya algunos meses cambios significativos en la manera de afrontar su relación con la música y de trabajar los álbumes que siguen desgranando una discografía que no ha dejado de crecer en cuanto a interés y experimentación, impulsadas en parte por aquella larga gira por Estados Unidos que emprendieron pronto hará tres años, justo a tiempo para acabar de voltear el estado vital del grupo.
Inmiscuidos estos últimos meses en ejercicios próximos a la experimentación y a improvisación Dronebajamicolar (Siete Señoritas Gritando, 2018) marca el definitivo punto de inflexión en una de las bandas más interesantes del panorama underground actual, sentando las bases para una propuesta honesta que va mucho más allá del ejercicio de estilo o del divertimento interno, para redefinir y reformular, en fin, una manera de hacer tan propia como honesta.
Entrevista: R. IZQUIERDO | Fotografía cedida por Elora para esta entrevisa
Dronebajamicolar es vuestro nuevo álbum, un disco que parte sobre todo de la experimentación como mecanismo de trabajo. ¿Es una culminación de las píldoras que explorasteis en vuestro trabajo anterior?
M: Si, totalmente. En los discos anteriores las píldoras, que nombrábamos «esporas», eran piezas improvisadas y precisamente sirvieron de embrión para lo que ha sido el proceso de este último disco. La diferencia es que las esporas de entonces tenían algún punto de producción y edición de estudio, mientras que en Dronebajamicolar las piezas son tal cual como salieron en la sesión de grabación, al natural.
D: Marco y yo ya habíamos probado la improvisación libre en otro proyecto anterior, Paracadutista, y en cierto modo la tratamos tambié en la etapa previa del disco “Tú”, y en la gira por Estados Unidos, hace tres años. La llegada de Borja nos ha estimulado aún más a seguir por este camino, y con él ha surgido rápidamente una química especial y hemos decidido explorarla en otro nivel. Personalmente, me encanta el concepto. Es mágico “eternizar” piezas que no serán repetidas.
B: Definitivamente sí. Desde que decidimos dar un giro al modo en cómo componíamos en Elora, Dronebajamicolar ha supesto la culminación perfecta de la improvisación como modo de creación.
Creo que las impros las grabasteis en los Estudios Medusa. ¿Cómo fue el proceso de grabación? ¿Cómo recordáis las jornadas en las que surgen los temas, y cómo volvéis a ellos en el directo? ¿Se dan muchos cambios?
M: Lo hicimos todo en una tarde, lo que nos ocupó sonorizar, descansar entre toma y toma y organizar los videos, con los que hemos documentado todo el proceso, disponibles por cierto en YouTube. En total creo que estuvimos unas siete horas. En directo serán otros temas, ya que en este disco lo importante es el proceso de improvisación y no los temas en sí… y eso es lo que llevaremos al directo ahora.
B: Yo lo recuerdo como una jornada intensa, pero productiva. A las horas de sesión que tenemos registradas en medusa se suman unas diez o quince horas más de impros que hemos ido haciendo en Micromaltese. Respecto al directo, cabe decir que el proceso es absolutamente el mismo. Recuerdo uno en la sala Slow, el primero en el que hicimos solo impros, y la experiencia fue brutal.
D: Aún tenemos mucho material de esta misma sesión, y es posible que saquemos algunos temas más. Como decía Borja, también queremos sacar algo de las muchas horas de improvisación “no oficiales” grabadas en los últimos dos años en Micromaltese, el estudio de Marco. De conciertos “impro” sólo hemos hecho uno y ha ido muy bien. Ojalá podamos hacer más: es un reto muy bonito.
Ya hemos hablado en otras ocasiones de aquella gira por Estados Unidos que mencionaba antes Daniel. Ahora que ha pasado cierto tiempo, ¿en qué crees que os hizo crecer más como banda? ¿Habéis incorporando mecanismos de trabajo de experiencias vividas allí?
M: Sin duda, la improvisación y la practicidad que te da la urgencia de hacer las cosas bien. En esa gira, a un concierto por día, viajábamos muchas horas y apenas hacíamos pruebas de sonido. A veces te pedían tocar más tiempo del que teníamos de repertorio, así que empezamos a lanzarnos al océano de la improvisación, con resultados bastante satisfactorios. De esa gira salió a demás nuestro disco Dembitsky, que salió a partir de riffs compuestos durante el viaje.
Cuando Rockdelux estrenó el disco se apuntaba que la improvisación basculaba “entre la rítmica kraut y las bandas sonoras imaginarias”. ¿En qué tipo de películas os veis trabajando como Elora?
M: Buff.. de todo tipo (risas). Personalmente creo que son piezas que encajarían en muchos géneros. Quizás sobretodo pelis de ciencia ficción frikis y salvajes, pero en parte lo digo porque soy muy fan de ese tipo de pelis, y de las bandas sonoras de ciencia ficción de los años 50 y 60 tipo “La invasión de los ladrones de cuerpos” (1956) o “El tiempo en sus manos” (1960). Para los títulos de los temas hacemos un trabajo de visualización: en UFO APACHES por ejemplo vimos claramente unos indios Apache haciendo signos de humo para atraer extraterrestres (risas)
D: En realidad molaría mucho tener esa oportunidad. Creo que hay potencial para que Elora las haga en plan “no imaginario”, aunque puestos a imaginar lo más guay sería crear música para películas de gente como Jonathan Glazer, David Lynch o Robert Eggs, aunque yo nos apuntaría a cualquier tipo de película.
B: Desde luego en cine independiente mayoritariamente, pero si tuviese que elegir algún filme, me hubiese encantado componer a base de impros la BSO de Metropolis.
Ya hace años que publicáis a través del sello de Marco, Siete Señoritas Gritando. Marco, después de girar tanto, sobre todo por Estados Unidos, y por tu experiencia también en Italia, ¿qué crees que debe tener un sello autogestionado para no morir en el intento, más allá de honestidad?
M: Honestidad, mucho cariño y dedicación.. y un colchón económico que te permita afrontar todo lo que supone tener un sello, claro. Ahora cumplimos ocho años y nos queda un mundo por aprender…
En paralelo a la salida del disco estrenáis diferentes píldoras en vídeo. ¿Nos las puedes presentar?
D: Ya habíamos hecho cosas con Armand Rodríguez para su proyecto Fuck & Young y nos gustaba su mirada, que pilla detalles íntimos de lo que se está haciendo en estudio. Lo que queríamos enseñar con estos videos es como creamos las piezas a partir de la nada y como eso puede parecer algo natural. Creo que ha funcionado.
A Borja podemos verle también en Agost, donde Marco colabora puntualmente como técnico de sonido, y Marco está también en Linn Youki. ¿Qué es lo que más valoráis de esa capacidad para trabajar en otros proyectos al margen de Elora?
B: Con Marco son muchos años de trabajo juntos. Nosotros (Annabel y yo) llevamos grabando en Micromaltese y trabajando con Marco desde nuestros primeros proyectos. Siempre hemos tenido una conexión musical especial, y es por eso que nos hemos mantenido cerca a lo largo de los años. Ahora, además de haber mezclado el disco que publicaremos con Agost, nos ha sonorizado en varias ocasiones. ¡Lo bueno debe ser cuidado y conservado!
M: siempre he pensado que una de las claves para un proyecto es tener un concepto determinado. Personalmente separo mis proyectos por conceptos. Hay veces que son incompatibles y a veces que tienen puntos en común, un poco es beber e inspirarse de cada input y momento.. de hecho en el álbum #05 de Linn Youki hay 2 piezas de las que empecé a elaborar el concepto Elora. La música es infinita y personalmente aprecio toda clase de música, siempre que sea autentica y original, pero claro.. no tendría sentido hacer un proyecto mezclando Enya y Cannibal Corpse.. ¿o si?
Es, creo, el primer disco en el que Borja participa al 100%100, ya que si mal no recuerdo se incorporó con vuestro disco anterior ya grabado. ¿Cómo son las mecánicas de grupo con la formación ya asentada?
M: Bueno, Borja se incorporó en Dembitsky. Es cierto que los temas ya estaban compuestos, pero su aportación en las líneas de bajo y sonido fue determinante.
B: Más allá de los procesos de creación y las mecánicas, creo que hemos conseguido juntar formas muy parecidas de entender la música. Ojalá tuviese el bagaje que tienen Marco y Dani, a quiénes siempre he admirado por su vasta cultura musical, pero es interesante ver cómo diferentes generaciones pueden unirse y conseguir una química y afinidad tan especiales. Así lo sentimos todos, creo, y la verdad es que el resultado salta a la vista.
¿Qué puedes contarnos del proceso creativo a partir del cual salió la portada del disco? Tengo entendido que participasteis los tres
M: (Risas) Fue el mismo proceso que el musical, pero con una hoja de papel, colores y revistas para recortar. Eso sí, cada uno con su hoja. Probamos de juntar los tres garabatos pero al final nos quedamos con un detalle de lo que pintó Dani
D: La última vez que había probado con las artes gráficas había sido en parvulario, así que todavía estoy asimilando el hecho de haber firmado la portada (risas).
B: Decidimos que la portada del disco no podía romper el modo en cómo se había dado todo. Escuchar las impros mientras improvisábamos la portada fue la mejor decisión que pudimos tomar. Creímos que la de Dani era la mejor, aunque las otras propuestas son muy interesantes también.
M: Las otras dos seguramente las utilizaremos para las otras impros grabadas que sacaremos…
«https://www.youtube.com/embed/f5w-XR9Cez0″ frameborder=»0″ allow=»autoplay; encrypted-media» allowfullscreen>
Ya casi para acabar. Tras una gira tan completa como la que llevasteis a cabo en Estados Unidos, ¿cómo afrontáis el directo en Barcelona?
M: En nuestro estilo, que es muy underground y freak, mal, muy mal. ¡Fatal! (risas)
D: Hablando con gente que vive en diferentes ciudades del mundo, he llegado a la conclusión que ninguna escena es fácil y es complicado vivir de música en todos los sitios. Pero… en Barcelona es peor.
B: Tal y como lo veo yo, Barcelona tiene algo especial. Tan especial, que probablemente sea la peor capital del estado en cuanto a oportunidades para mostrar el interminable talento que hay en la ciudad. Menos mal que hay pequeños emprendedores que apuestan por el underground. Algunos ejemplos, de entre muchos de los que hay, son Ultra Local Records o la asociación Freedonia, de los que están en activo, y solo por nombrar algunos. Pese a todo, la ilusión y el talento hace que esto o pare y todos tengamos ganas de seguir mostrando al mundo lo que hacemos.