Las dos componentes de Girlpool, en una imagen promocional
El primer disco de las angelinas Girlpool es ya una realidad. Hace apenas unas semanas nos referíamos a ellas precisamente para hablar de los distintos adelantos filtrados y su debut homónimo confirma las buenas expectativas con las que se presentaban entonces. Por RUBÉN IZQUIERDO
- Big Joy edita el primer cassette de Girlpool, formación que debutaba ayer con su primera publicación en formato físico
- El dúo angelino había adelantado ya en fechas recientes los primeros temas del disco
Ya han pasado algunas semanas desde que hablamos por primera vez de Girlpool, dúo con reminiscencias punk afincado en Los Angeles (vienen de Echo Park) que se han estrenado en la edición física de la mano de Big Joy. Su lanzamiento se enmarca en la espiral de nuevas bandas californianas a las que venimos asomándonos de un tiempo a esta parte (ayer mismo entrevistamos a Beach Bums, sin ir más lejos), una estupenda cosecha que hace de la soleada California una de las zonas más prolíficas del momento en cuando a nombres emergentes se refiere.
Las californianas sorprendieron ya entonces con un punk de corte lo-fi, que tenía hasta el momento en American beauty el mejor ejemplo de hasta donde podían llegar. El cassette, que arranca con Blah blah blah, muestra una urgencia constante de inicio a fin: ninguno de los temas llega a los tres minutos y las letras acumulan una afilada ironía constante a lo largo de todo el álbum, en el que el carisma de ambas se mantiene intacto, sirviendo como prueba la más reposada (y lo-fi) Love spell o la conocida American beauty con la que cierran el siempre vitamínico asunto del debut, resuelto aquí con una energía soleada, y contagiosa, de la que se beneficia el disco.
Girlpool, de estreno
El lanzamiento se publicó ayer martes y se ha realizado a través de una doble vía, digital y cassette, que les sirve a Clecle y Harmoon para presentarse en sociedad. El disco ha sido grabado y mezclado por Tabor Allen y cuenta con art-work de Gianni Gigliotti, encargado de ilustrar esta pieza de debut en siete actos, de los que conocíamos ya temas como Jane o American beauty. Plant and worms, cantada a ratos a dos voces, refuerza el buen trato a las letras, lo mismo que Jane, donde se refuerzan como contadoras de historias («Tommy went a walking«, se arrancan a golpe de guitarra), otra de las constantes de un disco
El disco puede escucharse en Bandcamp: