De vez en cuando, surgen bandas con las ideas muy claras, dispuestas a acelerar el proceso de consolidación de su proyecto a golpe de talento. Es el caso de Highly Suspect, un trío de Brooklyn que, totalmente al margen de la industria, ha presentado un EP de resultado más que convincente, convirtiéndose en unos habituales de la escena local y presentando en fechas recientes su primer videoclip, Bath salts. Por ART VANDELAY
- La banda empezó como un proyecto de versiones, hasta que se mudó a Brooklyn y apostó por la producción propia con el objetivo desarrollar una carrera autogestionada, de absoluta concepción DIY
- Integrada por los hermanos Meyer y Johny Stevens, la formación Highly Suspect se presenta como una de las grandes joyas a descubrir de la Brooklyn más rockera
- Los tres temas incluidos en el EP insinúan el potencial de la banda, fijada al margen de las grandes compañías discográficas hasta el momento
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Redundar a estas alturas en el carácter multidisciplinar de la escena brooklynita quizá sea caer en el tópico, sobre todo en una web como esta donde la cantidad de grupos llegados de aquellos lares supera con creces cualquier otro tipo de procedencia previa. Y con todo, siguen habiendo grupos que nos sorprenden o enganchan, gracias a sus propias particularidades y al buen hacer de bandas como Highly Suspect, nuestra protagonista de hoy.
Highly Suspect es un trio de concepción enteramente indie cuyo sonido se entronca con la vertiente más rock de su Brooklyn referencial, plasmando unas variantes próximas a bandas como Cream o los primeros King Of Leon. Pese a ello, Highly Suspect tuvo un inicio curioso, funcionando como banda de versiones hasta que apostaron por la producción propia, iniciando entonces una senda evolutiva que les llevaría a transformar su sonido, apostando por el rock de cuna como medio de expresión.
El grupo, integrado por los hermanos Meyer -Rich y Ryan son gemelos- y por su amigo común Johny Stevens se instaló en Brooklyn poco después de tomar la decisión de apostar por sus propios temas, en un intento de pulir su estilo y dejarse inducir por el torbellino cultural de la zona, tomando las riendas por completo de su carrera, en una suerte de DIY integral -ellos hablan de guerrilla- que les ha llevado a controlar al completo su obra, no sólo también en su vertiente artística sino que también en los aspectos ajenos a la música.
Ello les llevó a llevar a cabo un altísimo ritmo de conciertos ya publicar en la red sus primeros trabajos musicales, logrando con Bath salts su primer gran éxito. El tema forma parte del EP que presentaron a mediados de año, The Worst Humans, en el que acompañaban a su pequeño hit de otros dos temas, Gumshoe y el muy rockero The go. Los temas se grabaron con el grupo instalado ya en Brooklyn, adonde llegaron provinientes de Cape Cod en 2011, grabando en Studio G junto al productor Joel Hamilton con masterización del prestigioso Adam Ayan (The Rolling Stones, Nirvana). El resultado es una primera aproximación a su sonido contundente, en el que los hermanos Meyer arropan a Jonathan Stevens con una puesta de largo sobria y sonora, a la altura del género al que se han abocado con convicción.