Amber Papini y Nathan Michel se asociaron en 2009 con Brian Betancourt para publicar un EP sin nombre que llamó la atención de la prensa especializada por su frescura y personalidad. Aquel modesto EP les abrió las puertas a Merge Records, casa entre otros de M Ward, con los que acabaron por firmar un debut de lo más prometedor . Por RUBÉN IZQUIERDO
- El multi instrumentalista y miembro del grupo Nathan Michel firma la producción del disco, compaginando así su carrera en solitario con la del grupo, que fijó su base en Nueva York
- El debut homónimo de la banda confirma la elegancia del primer EP, marcando la hoja de ruta de un grupo que tiene en Friends of friends uno de sus temas más reconocibles
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Hospitality. Hay grupos, no todos, que suenan como se llaman. Y Hospitality es uno de ellos. Lo son al menos en su disco de debut, al que han titulado de manera homónima y en el que han concentrado una alta dosis de elegancia, apoyada en la acogedora voz de Amber Papini, eje central de un proyecto en el que también figuran Nathan Michel y Brian Betancourt.
Los tres dieron vida en 2009 a un EP sin nombre que llamó la atención de parte de la crítica estadounidense, sentando las bases a su vez para su primer LP, presentando ya este 2012 después de oficializar su fichaje conMerge Records.
Hospitality resolvió con éxito el dar continuidad a su excelente primer EP, en un trabajo que tiene en Nueva York un destacado telón de fondo
En el EP previo descubrieron algunas de sus cartas, firmando un trabajo con influencias variadas, en un trabajo notable producido por Karl Blau que sirvió como campo de pruebas para el trabajo presentado el pasado invierno. Hospitality, el disco, termina por convertirse en un feliz compendio de canciones -algunas como Betty Wang o Friends of friends simplemente cautivan con su honestidad, mientras que en temas como Julie añadan alguna capa de transcendencia al tiempo se refugian en un intimismo notable en el que terminan por arroparse a sí mismos, un agradecido tiempo muerto que olvidan con las más animadas The right profession o The birthday, puede que uno de los temas mejor resueltos del disco-.
El primer LP de los neoyorquinos recupera así algunas de las canciones que la banda había acumulado hasta la fecha, al tiempo que incorpora de nuevas, siempre con Nueva York como eje central. Debut en suma más que correcto, con momentos ensoñadores (Argonauts, por ejemplo) y un buen tono general marcado por el buen gusto en las composiciones y lo aseado de un sonido que se sabe encantador, pulido por el productor Shane Stoneback (Vampire Weekend, Sleight Bells) y el propio Nathan Michel.