Julien Baker se ha convertido por méritos propios en una de las grandes revelaciones de 2015 y apunta a ser uno de los nombres esenciales de 2016. Natural de Memphis, la joven de tan solo 20 años ha conseguido con Sprained Ankle hacerse un hueco entre lo mejor del año a través de una serie de canciones minimalistas, casi de cámara, de tinte melancólico y triste, en un trabajo seguramente no apto para días oscuros, a la altura del dolor que ya nos causaron obras capitales de nombres como The Antlers y su olvidable Hospice o la primera Waxahatchee, formaciones con las que comparte estado de ánimo y en cierto modo intenciones.
Armada con su guitarra, la música de la Tenessee se emparenta también con nombres como Daughter, de regreso este curso, o Torres, con la que las similitudes alcanzan un grado mayor en temas como ‘Vessels‘, una de las mejores canciones del disco, interpretadas en directo para The Unlocked Sessions, que dejamos disponible aquí junto a Brittle boned, otra de sus aportaciones para The Unlocked.
Avalada por nombres con la trayectoria de Sharon Van Etten, Baker camina firme hacia la consagración con un trabajo que concibió alternando su composición con su trabajo en el departamento audiovisual de la universidad de Memphis y que editó a través de 6131 Records, sello con el que presenta esta delicada colección de canciones con la que, a partir de una propuesta minimalista –casi todos los temas son voz y guitarra- que esconde más de lo que puede parecer a primera vista.