Charlamos con Guillermo y Manel de Juvenilia a propósito de su esperado disco de debut
En cierto modo, los estados de ánimo lo condicionan casi todo. Recuerdo estar muy animado el año pasado y alegrarme bastante de las dos ediciones que High Five Discos publicaron para darse a conocer. Tanto el EP de Juvenilia como el de No Fucks me parecieron estupendos, y la felicidad que me embarga al descubrir nuevos grupos justificaba las horas perdidas ante Bandcamp.
En 2016 me he asomado menos a dicha plataforma, y en consecuencia he repetido con menos frecuencia de la deseada la bonita experencia de darle la primera escucha a un grupo nuevo, o a uno que no conocías. El primer largo de Juvenilia me reconcilia con ese yo más optimista, y el puñado de canciones que editan con Pretty Olivia les permite de paso postularse como uno de las bandas rookies de la temporada.
TEXTO: R. IZQUIERDO | FOTOGRAFÍAS: JUVENILIA
Presentáis vuestro primer LP en Pretty Olivia Records. ¿Qué relación previa teníais con el sello?
Manel: No conocíamos de nada a Javi ni al sello. Yo personalmente lo conocí cuando llegó a mis manos el disco de The Wellgreen y vi que tenía planeado reeditar a los Wild Poppies y sacar a Startrip. Entonces me pregunté quién sería ese tío que sacaba todas esas cosas haciendo tan poco ruido. Recuerdo que, antes de grabar el disco, le enviamos el single y se hizo el loco. Más tarde, cuando empezamos a buscar sello, fue uno de los que salieron primero. Dada la naturaleza de Juvenilia no había muchas más opciones: no queremos booking, ni management, ni vernos obligados a dar tantos por ciento de nuestros conciertos o de nuestros derechos editoriales. También somos demasiado vagos como para autoeditarlo, así que solo nos quedaba Javi. Fue un acierto por nuestra parte, no creo que hubiese funcionado de otra manera.
Ahora que os conocéis mejor, ¿qué es lo que más destacaríais del sello?
Manel: A Javi le mueve lo mismo que nos mueve a nosotros: el amor por la música. No digo que el resto de grupos y sellos no amen lo que hacen pero yo creo que cuando lo profesionalizas, por decirlo de alguna manera, pierdes un poco la chispa original que te llevó a empezar todo eso. Aunque bien pensado, también puedes haber empezado un grupo o un sello para ganar dinero, hay gente para todo. Creo que Pretty Olivia está más allá de todo eso y ser así le da al sello una libertad de acción que no tendría de otra manera. También tiene sus aspectos negativos, como que los medios más generalistas no nos hagan ni caso. Pero a nosotros nos compensa no salir en Rockdelux, y creo que a Javi también.
Vuestro EP fue una de las sorpresas de la temporada pasada, al menos para mi. ¿Qué expectativas teníais al lanzarlo?
Manel: Las canciones del EP (y una versión primitiva de ‘El río’) fueron grabadas para intentar convencer a algún batería, ya que hacía poco que nos habíamos juntado y llevábamos algunos meses ensayando con una caja de ritmos. Afortunadamente, antes de acabar de grabarlas ya habíamos encontrado a Rafa. Esas canciones acabaron en manos de Guille Wild Honey que a su vez se las pasó a Jose Echenique y decidieron sacarlas en un siete pulgadas. Es difícil definir el sonido de un grupo con solo dos canciones que, además de ser tan diferentes entre ellas, fueron las dos primeras que compusimos. Si tienes en cuenta que en esa misma sesión se grabó la primera versión de El Río pues te quedan tres canciones que poco tienen que ver una con otra.
Nuestro propósito es hacer buenas canciones y evolucionar en el sonido, sintiéndonos cómodos con ello y disfrutando especialmente con la grabación, por lo que no nos preocupa mucho tocar más o menos u ocupar rankings.
Partiendo prácticamente de la nada, creo que habéis posicionado bien a la banda dentro del género: habéis podido ir tocando fuera de Madrid y tanto el EP como el disco contarán con buenas presentaciones. ¿En qué momento como formación se encuentra Juvenilia?
Guillermo: Creo que tenemos un concepto de éxito muy distinto a otras bandas. Nuestro propósito es hacer buenas canciones y evolucionar en el sonido, sintiéndonos cómodos con ello y disfrutando especialmente con la grabación, por lo que no nos preocupa mucho tocar más o menos u ocupar rankings.
Manel: Definitivamente tenemos la cabeza en el segundo disco. Vamos a tocar un par o tres de fechas que tenemos pendientes y empezaremos a componer nuevas canciones. Nos sentimos mejor en el local del ensayo que encima del escenario.
Empezasteis a trabajar en el nuevo álbum en invierno del año pasado. Por lo que recuerdo en Barcelona el EP lo presentasteis para la Castanyada, en aquella fiesta organizada por La Castanya. El empezar a grabar a los pocos meses de lanzar el disco, ¿sirvió para daros una nueva perspectiva de vuestro sonido? ¿En qué creéis que habéis evolucionado más?
Manel: Realmente para nosotros no ha habido una evolución propiamente dicha del Ep al Lp o al menos no la hemos sentido como tal. Todas las canciones han salido de la misma manera y ‘Solaris’ habría estado en el disco si no hubiera aparecido en el Ep, algo que en realidad fue bastante casual. Otra cosa a tener en cuenta es que no ha habido descartes, estas once canciones que tenemos son las primeras once canciones que hemos compuesto. Es cierto que al acabar de componer ‘Atrapados’ (que fue la penúltima en ser escrita) sentimos que habíamos roto demasiado con el principio (‘Solaris’, ‘El Río’…) y de ahí salió Extraños, que fue la canción con la que dimos el disco por cerrado.
El disco lo grabái parcialmentes en el Estudio La Reserva. ¿Qué proceso seguisteis?
Guillermo: En La Reserva grabamos la batería y el bajo, generalmente grabadas a la vez. Luego nos llevamos los audios a casa y continuamos añadiendo las diversas capas, pista por pista, con cacharros de válvulas. En la siguiente grabación me gustaría hacerlo en (casi) directo y en cinta. Aparte de ser un sonido más agradable y menos frío lo hace menos tortuoso, ¡no tienes oportunidad de modificar nada!
A veces me da por pensar que nos llega solo el resultado final, pero que en la grabación pasarán mil cosas. ¿Alguna anécdota que recordéis con cariño de la grabación?
Guillermo: Mauri pegando voces atronadoras en mi casa en los coros de El Río. En general le tenemos mucho cariño a toda la grabación, grabar con David de La Reserva fue un auténtico placer y hacerlo en casa te permite hacerlo en zapatillas y pijama, así que imagínate.
Manel: Probablemente Miriam, la novia de Guillermo, no opine lo mismo pero estar dos meses invadiendo su casa cada tarde dio para muchos buenos ratos. También tuvimos algún problema cuando Rafa tuvo que grabar La Oscuridad después de meterse entre pecho y espalda un menú entero del restaurante Pepe de Navalcarnero.
En la nota de prensa apuntáis que, y aquí desafío a mi mal inglés, “jangle pop at its best”. Será algo tópico preguntaros por las referencias pero quería saber qué discos escuchábais cuando decidisteis fundar un grupo pop. ¿Con qué canciones os enganchasteis al género?
Guillermo: Suena prototípico pero es así: los discos y canciones de los Beatles de la infancia y juventud. Y luego es maravilloso que todos compartimos una base importante de influencias y grupos comunes como Feelies, Go-Betweens, el Pasley Underground, Byrds… que teníamos muy claras desde el principio. Ves que muchos grupos fracasan porque no hay una base compartida y eso se acaba notando en su propia música.
Manel: Cuando empezamos a ensayar el plan era copiar a The Feelies pero en el segundo ensayo nos dimos cuenta de que iba a ser más difícil de lo que pensábamos así que nos dejamos llevar y salió Solaris, que en realidad es una copia de The Clean (risas). Es cierto que tenemos elementos que se pueden localizar fácilmente, como las guitarras de doce cuerdas de Mauri, pero nuestras canciones también tienen cosas de las que es más difícil seguir el rastro, como los teclados de Patri.
Siguiendo un poco con eso, en las notas citáis a grupos neozelandeses. Hace poco leí en la Vice un artículo de Quique Ramos sobre el pop de NZ y me gustó mucho. ¿Cuál fue vuestro primer vínculo con grupos como The Clean o Verlaines?
Guillermo: Recuerdo que fue gracias a Jay Reatard, de hecho él era tan fan que viajó a Nueva Zelanda a conocer a Chris Knox antes de que le diese el ictus. La primera canción que escuché fue de The Clean “Billy Two” del compilation y para mí fue algo mágico, ese espíritu naíf y DIY con ese sonido chatarrero grabándose a sí mismos, y esa alegría contenida con melancolía eran perfectas.
Habéis editado en dos sellos diferentes las dos referencias, aunque en cierto modo sois una banda autogestionada. ¿Qué es lo que cuesta más hoy en día en un grupo pop?
Manel: A nosotros lo que más nos cuesta es coincidir los cinco en los ensayos. Entre trabajos, familias, compromisos y otras mierdas a veces nos resulta imposible. Supongo que si te dedicas exclusivamente a esto no tienes ese problema pero no es nuestro caso así que tenemos que sacar el tiempo de donde sea. También es jodido no parar de perder dinero. Tiempo y dinero: eso es lo que más gasta un grupo amateur.
Vamos acabando. ¿Sois consumidores del formato vinilo? ¿Algún disco que debamos comprarnos estas Navidades, a parte del vuestro?
Manel: El vinilo es más bonito que cualquier otro formato, desde luego. Imagínate la portada tan bonita que ha hecho Diego Cano para nuestro disco impresa a 12 centímetros. Es cierto que nos hemos vuelto locos pagando 25 o 30 euros por un disco, pero una buena alternativa es comprar discos nacionales. Por ejemplo, el nuevo disco de Cómo vivir en el campo me parece sublime y creo que cuesta 13 euros. El Club del 12” de Pretty Olivia también me parece una iniciativa estupenda y un regalo de navidad perfecto. Respecto a internacional, Crab day de Cate Le Bon me tiene enamorado, sobre todo después del increíble concierto que dio en Madrid. Mauri: El último de Scott & Charlene’s Wedding, El Deluxe de Omni. Patri: Around the House, de Chook Race.
Y para acabar, alguna reflexión sobre el pop. En la nota apuntáis que el disco sirve en parte para “recordarnos que el pop sigue siendo algo importante”. Es algo en lo que estoy de acuerdo, aunque en los medios a nivel de crítica parezca que cueste más destacar discos de talante deliberadamente pop cuando se escoge lo mejor del año. ¿Créeis que el pop está bien tratado?
Guillermo: Si lo comparas con el techno industrial, sí que está bien tratado, pero hay tal saturación de personas que estamos haciendo música que muchas veces se le da más pábulo al que más llama la atención con su envoltorio o al que es más mamarracho, cosa que en parte entiendo, especialmente en un país con tan poca cultura musical como España en el que la gente ha empezado a escuchar música y asistir a conciertos sólo en los últimos años.
Manel: A lo mejor esta música ya ha dado todo lo que nos podía dar. Probablemente haya mucho más espacio para la experimentación en otros tipos de música y sea más fácil crear algo sorprendente utilizando otros caminos pero luego viene Stereogum y te dice que el mejor disco del año es el de Beyoncé así que no entiendo nada. No sé hasta qué punto el pop está acabado o más bien la industria nos está tomando el pelo una vez más, porque nos hinchan la cabeza con que los jóvenes odian el pop y no quieren ver una guitarra ni en pintura pero luego encuentras a grupos como The Goon Sax y te preguntas si el problema lo tenemos en este país. Aunque bien pensado, más perdidos están en Subterfuge.
Escucha el disco en Bandcamp y aprende más sobre su art-work:
Cuando empezamos a pensar cómo sería nuestro diseño pronto vino a mi mente las ilustraciones de Diego, a quién conocía de hacia algunos años por haber trabajado juntos. Él no se dedica a esto pero le gusta mucho y ya había hecho alguna portada, como por ejemplo la de «Hurra» de Cohete. Diego tiene un estilo muy naïf a primera vista pero en el que vas encontrando matices inquietantes a medida que te vas fijando y creo que eso es algo que también pasa con nuestra música. Por eso creo que el estilo de la portada casa tan bien como canciones como Tu esqueleto o Bambú. Si te fijas, en la portada del disco hay muchos elementos sacados de las canciones (el esqueleto, la columna, el órgano…) y eso refuerza todavía más la conexión entre el diseño y las canciones. También tuvimos la suerte de que a Diego le encantó el disco cuando se lo enseñamos y eso le ayudó a inspirarse, supongo. Yo creo que es importante elegir bien el diseño de un disco y quién será el encargado de hacerlo porque es necesario entender lo que hay dentro para plasmarlo fuera.