Nos hemos acostumbrado a que sellos como Hardly Art o Burger Records nos alegren la existencia con trabajos concebidos con evidente buen gusto y un sentido común de lo más destacable, que pasa sobre todo por dar preferencia a publicaciones de calidad como la aquí presentada. En el caso de La Luz el proyecto llega marcado por la buena estrella de Shana Cleveland y hace de su noise surf su mejor carta de presentación. Larga vida a Seattle. Por RUBÉN IZQUIERDO
- Shana Cleveland culmina un 2013 para enmarcar con la salida del primer álbum de La Luz
- El cuarteto de Seattle ya había avisado este curso con la edición de It’s Alive y de Brainwash, cuyo vídeo dejamos al final del texto
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Desde que accedimos por primera vez al personalísimo universo musical de Shana Cleveland que esperábamos con muchas ganas la llegada de este momento. Tras una larga espera, el estreno previo de Damp Face y su posterior fichaje por Hardly Art ya lo podemos decir: el primer LP de La Luz ya está en la calle y cumple de lleno con todas las expectativas creadas, convirtiéndose desde ya en uno de los estrenos sorpresa de la temporada y postulándose a figurar entre lo mejor del curso.
En realidad, It’s Alive podía escucharse desde inicios de la semana pasada, cuando el portal Spin habilitó su escucha en streaming, adelanto que confirmaba las gratas sensaciones que el cuarteto de Seattle habían despertado desde su fichaje por Hardly Art, uno de esos sellos a los que no se le conocen pasos en falso y que siguen haciendo del sentido común y del trabajo bien hecho sus principales señas de identidad
Intuíamos ya por entonces que el torrente Cleveland iba a propiciar un debut a la altura de las expectativas creadas, y así ha sido prácticamente desde su primer track, un Sure as spring rescatado de su primer EP, que nos pone ya en situación, anticipando un festín sur-rock de alto voltaje, en el que sobresalen temas como Big big blood -uno de los picos culminantes del disco- o Pink slime, uno de los temas que ya conocíamos hasta el momento, tras ser adelanto por Stereogum a su debido momento.
Call me in the day, otro de los temas rescatados de su fantástico EP, funciona también como perfecto ejemplo del sonido surfero de La Luz, un garage en clave femenino, y algo oscuro, que se va aquí a los 11 temas, en una de las apuestas de la temporada más firmes para Hardly Art, aquí entregados al surf noise.
Seattle marcó el inicio de su gira, con un concierto especial para conmemorar el lanzamiento de su primer, y muy esperado, trabajo de estudio en formato largo
La banda quiso celebrar el pasado sábado el lanzamiento del disco con un concierto especial en su Seattle natal, pistoletazo de salida para una gira que debería consagrar su sonido de manera ya definitiva, si es que no lo ha hecho ya gracias a temas como el homónimo It’s alive -esos ramalazos tarantianos- con los que la banda nos hace disfrutar en sus mejores pasajes, presentándose como una de las bandas más potentes y carismáticas del momento, tanto en sus momentos más acelerados como en los más envolventes, como la ya citada Big big blood, una de las más escuchadas hasta el momento, con más de 13.000 escuchas en Soundcloud, o las conclusivas Phantom feelings -inicio fantástico y afilado, pura delicia- y You can never know con el que echan el cierre a un debut inmejorable, que confirma expectativas y abre horizontes.
Y es que La Luz vertebran su discurso con tanta facilidad que dejan la sensación de llevar con nosotros mucho tiempo. Mérito de una Shana Cleveland de la que ya hablamos profusamente el pasado verano, principal impulsora de un trabajo que galopa veloz entre guitarras afiladas hacia un triunfo seguro y obvio, avalado por pilares tan fortificados como lo son los del talento, el carisma y el sentido común bien aplicado a un mensaje articulado y notable que hacen de este un triunfo tan rotundo como lógico, sin la necesidad de campañas publicitarias barrocas y farragosas tan en boga estos días. Bendita luz.
Escucha el debut de La Luz en Spotify:
Disfruta de Brainwash, 7» editado el pasado verano, en Youtube. El 7» se editó con Suicide Squeeze Records, mientras que el videoclip fue grabado por Carlos F. López
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