El trío asentado en Barcelona Lansbury participará este viernes en la final del Bala Perduda de la Sala Apolo de Barcelona. La cita, que será retransmitida en directo por el programa 2000 Enemigos Mortales de La Nada Colectiva (20:00h, Scanner FM), supondrá su segundo concierto en sala tras su paso por la semifinal en La [2] de Apolo y nos sirve de excusa perfecta para hablar con ellas sobre los orígenes del proyecto y sobre las claves de sus primeras canciones, disponibles en su propio Bandcamp.

Tras conocerse estudiando Diseño Gráfico, Berta Sagristà (guitarra y voz) y Ariadna Veas (ukelele y voz) integran la formación junto a Lucía (batería), la última en llegar hasta la fecha. Partiendo de sonoridades folkies y próximas a la chanson francesa, en su universo musical encontramos alusiones «a la precariedad, las crisis existenciales, best-selles que además resuelven crímenes de noche y el sin sentido de todo en general«, tal y como ellas mismas explican en sus notas promocionales. Nos reunimos con ellas en un bar del centro para saber más sobre «Algo de Violencia» (Autoeditado, 2015), la colección de canciones que tienen disponible en Internet como material previo a la grabación de su primer disco.

TEXTO: R. I. | FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR LANSBURY

¿Qué tal si empezamos hablando de los orígenes del grupo? ¿Cuándo y cómo arranca el proyecto?
Berta: Ari y yo estudiamos juntas en la universidad, hicimos Diseño Gráfico. Nos pasábamos de 10:00 a 22:00 en la Universidad, así que tuvimos muchas horas al empezar.
Ari: Nos conocimos en el grupo de Teatro. Berta por entonces ya tocaba la guitarra, y yo en tercer año me compré el ukelele. Lo típico que llevas toda tu vida queriendo tocar un instrumento y no te animas hasta que lo haces…. Empezamos a improvisar en las pausas y en horas muertas, y de allí salieron los primeros temas.
Berta: Al estar en el grupo de teatro teníamos mucho tiempo para ensayar..
Ari: Creo que el proceso de empezar las canciones fue muy rápido, y bastante fluido. Una de las primeras canciones que cantaremos en la final viene de esa época. Ahí sigue, aguantando

¿Cuál es?
Berta: 18 de juliol Día Internacional del Drama. Lansbury tiene ese toque alegre… (risas)
Ari: Algunas letras son muy autobiográficas. De hecho siempre estamos con que nos gusta mucho el drama, en plan de cosas sencillas de la vida. Estamos en Barcelona, somos jóvenes, sufrimos la precariedad… Hoy Berta se ha tirado medio día en el tren por un fallo de la Renfe. Al final cantamos sobre esas cosas. ¡Hay mucha chicha cotidiana en nuestras vidas! (risas)
Berta: Hemos decidido que como son cosas que pasan mejor hacer canciones y reírnos un poco.

¿Y cómo sigue el grupo a partir de esas canciones?
Berta: Primero entró Laura, una compañera saxofonista, y posteriormente se incorporó Lucía. Ahora estamos Ari, Lucía y yo.

¿Qué cambios creéis que son más significativos?
Berta: Lucía aportó toda la parte de la percusión. Ahora la idea es ampliar a medio plazo, e incorporar un bajo.

Me ha gustado mucho el título de la canción que comentabáis antes
Berta: Pues fue el inicio de todo. Viene de un día de mierda que tuvimos. Ari me llamó en plan “me ha pasado una cosa que tal”. Y yo estaba igual, así que de ahí viene el título… de un día de mierda.

Entonces, a partir de ahí sale la idea de consolidar el grupo. ¿Qué recordáis de vuestro primer concierto?
Berta: Lo hicimos en una terraza de una colega. Fue el día que vimos que teníamos que ponernos un nombre, y escogimos Lansbury
Ari: Estuvimos unas cuantas horas apuntando nombres. Al final acabamos hablando de Angela Lansbury, y de ahí a Lansbury. Lleva mil años actuando y es un icono para nosotras.
Berta: Después de aquel bolo hicimos varios conciertos para colegas, hasta que entramos en el circuito de bares

¿Recordáis los primeros?
Ari: Los dos primeros fueron en el Zoo Bar y en La Sonora. También hemos tocado en galerías y demás
Berta: Estabámos en esa dinámica cuando nos apuntamos al Bala Perduda. Teníamos una trayectoria muy corta, así que fuimos a las semis sin presión. De hecho no pensábamos en ser seleccionadas cuando nos pillaron
Ari: Nos lo tomamos como un premio. De hecho es la misma filosofía que llevamos a la final: es una buena oportunidad para enseñar lo que hacemos, así que procuraremos disfrutarlo, independientemente del resultado.

Vuestro set es sobre todo acústico. ¿Estáis en proceso de electrificarlo?
Ari: Con el tiempo nos gustaría experimentar un poco más en lo eléctrico, pero por ahora hemos trabajado sobre todo el formato acústico
Berta: Por el tipo de canciones que tenemos y el circuito por el que nos movemos ya nos va bien. Suponemos que será una mutación natural, que iremos viendo cómo se produce. Cuando tocas en petit comité ya vas con esa idea de no petar el volumen. Lucía por ejemplo en la mayoría de bares donde ha tocado lo ha hecho con cajón
Lucía: Se ajusta también al tipo de canciones e historias que trabajan. Son conciertos de mucha proximidad, de hablarle al público. Se crea un poco clima de sala de estar, de contarte la vida. Pasarlo a eléctrico supongo que será un proceso largo

¿Creéis que hay un hilo conductor?
Berta: No sé si se da entre las canciones, juraría que no. Los temas los repartimos entre Ari y yo, y creo que las diferencias de estilo se ven pronto. Tenemos influencias diferentes porque hemos escuchado cosas muy diferentes, por lo que yo juraría que, más que las letras, lo que une a las canciones es el tono.
Ari: A mi me gusta pensar que el núcleo es similar, que lo que es diferente es el envoltorio.
Berta: Seguramente, si hablamos tanto en los conciertos es porque tenemos la necesidad de explicarnos, o de poner en contexto las letras. Variamos mucho de ideas, de idiomas… al final todo está relacionado con lo que nos viene de gusto en ese momento.
Ari: Lo del idioma es algo que vamos hablando. Al final suponemos que acabaremos tirando por una dirección.
Berta: Algunas de las que teníamos en inglés eran muy poco nosotras, más allá de que se parezcan a cosas que escuchábamos. Las que cantamos en catalán y castellano son por lo general tienen más feedback con el público

¿Cantar en inglés os ponía una barrera emocional?
Ari: En parte sí. Cuando haces canciones en un idioma que entiendes de una manera más fluida te sientes más vulnerable. Escribes letras que la gente entenderá de primeras, y en cierto modo sí te expones más. ¿Hasta qué punto queríamos eso al empezar? En inglés era mucho más fácil poner distancia
Berta: Los temas en castellano y catalán han tenido una cosa bonita, que es el hecho que han llegado más. Es bonito porque se ven a ellos, no a nosotras.

¿Qué podéis contarnos de las grabaciones?
Berta: Puede que las que tenemos del principio de todo se hayan quedado un poco enconsertadas. Hemos ido subiendo otras, y la idea es ir a grabar en condiciones dentro de poquito. La mitad de las que tenemos en Bandcamp de hecho ya no nos representan mucho: ¡en algunas Lucía aún no estaba!
Ari: Creo que la diferencia entre las tres últimas grabadas y las primeras es muy grande. En las que no estaba Lucía queda todo más naïf. El Bala Perduda nos ha servido un poco para eso, para ponernos las pilas y querer profesionalizar al grupo. Ha sido forma bonita de perderle el miedo al directo

Las semis del Bala Perduda nos sirvió para ponernos las pilas y querer profesionalizar el grupo; fue una forma bonita de perderle el miedo al directo

Hablando del directo. ¿Cómo veis la fase de tocar en bares? ¿Qué experiencia os lleváis en ese sentido?
Berta: La sensación es que si tú quieres tocar, puedes tocar. Otra cosa es si te quieres ganar la vida moviéndote por bares…
Ari: Ahora mismo tocar en bares es: “te gusta la música y quieres tocar delante de gente”, pero saltar de ese estado es complicado.
Berta: Lo bonito ha sido ver a gente que apuesta por la música en directo. Gente que se ha arriesgado a multas por el tema de decibelios y las licencias, que apuesta por grupos nuevos…
Ari: Y hemos conocido a gente muy maja. No todos, claro, pero sí que han habido gente que nos han ayudado, aunque el circuito no sea muy muy grande

¿No creéis que falta un punto intermedio?
Ari: Más bares tipo Helio, un punto intermedio entre bar y sala. Y era muy de barrio… Creo que era un modelo muy bueno. Harían falta más locales así, sin sufrir por las licencias, y que los grupos puedan asumir los pagos de la sala. Al final somos muchas bandas pequeñas queriendo empezar. ¡Si solo en el Bala se presentaron casi 300!

Antes me he quedado con ganas de preguntaros una cosa. Vuestro nombre es muy literario… ¿Es una influencia más a las que podáis tener?
Ari: Es difícil de decir aún…
Berta: Lo hemos ido analizando a posteriori. Supongo que es lo que nos ha permitido ver el tipo de influencias que tenemos. El otro día lo pensaba: mi padre ha escuchado música francesa toda su vida, así que imagino que ese toque que nos han dicho que tenemos viene de ahí, de partes en los que la melodía es casi simbólica.

¿De ahí viene lo del drama?
Berta: Ninguna de nosotras ve las cosas de color de rosa, claro. Formamos parte de esa generación que se ha ido dando cuenta de que no todo es fácil. Tampoco es que sea todo una mierda: tenemos que aprender a vivir esos momentos de tristeza, sin que suponga que ello lo arrastre todo.
Ari: Nos gusta verlo en plan: ‘¡la vida es así! Hay más mierda que cosas buenas, pero eso no hace que no debamos dejar de extraer cosas buenas siempre que se pueda, tratar de sacar lo positivo, intentar reírse y seguir explorando.

¿Varía mucho el setlist en función de dónde tocáis?
Berta: Sí que varía. Estamos pensando en llevar un par de canciones tranquilas al Apolo, aunque hay un punto de riesgo en plantarle solo con el ukelele ante un escenario tan grande
Ari: La suerte es que tenemos casi 30 minutos de canciones, lo que nos permite jugar con esa pequeña diferencia.

¿Cuesta conseguir el silencio del público en los directos?
Berta: Depende de la noche. Suponemos que el viernes costará más, porque no es un público que venga a vernos solo a nosotras. Sí que hemos discutido sobre cómo ha de ser el setlist. En las semis del Bala Perduda ya trabajamos mucho los picos del ritmo, y ahora reincidiremos por ahí.
Ari: Es como grabar una cinta de cassette, o hacer una playlist perfecta. Construir un relato

¿Qué papel juega el ukelele ahí? ¿Viviste de cerca el boom post-Manel?
Ari: Sí que es cierto que hubo un boom, aunque tengo que decir que escucho pocas canciones con ukelele… ¡y además lo escuché después del boom! Me apetecía empezar a tocar un instrumento, y al ser cuatro cuerdas me fue bien empezar por ahí.
Berta: A mi lo que me gusta es que le da un contraste guay a las canciones: de las letras tristes al sonido alegre del ukelele.

Voy acabando. ¿Qué podéis contarme a nivel visual?
Berta: Estamos acabando de definir toda esa línea. Habiendo estudiado Diseño Gráfico nos gustaría cuidar mucho esa parte. Seguramente si tuviésemos que ponernos ahora con la visual del disco nos costaría lo suyo decidirnos

¿Y a nivel de vídeos?
Beta: Aún no tenemos nada grabado de manera decente. Hay algunas grabaciones de móvil, es uno de los puntos que tenemos pendientes
Ari: Hemos sido un poco desordenadas ahí, pero con el Bala Perduda nos hemos puesto las pilas. Ahora dentro de nada grabaremos para Openmusic. ¡Tenemos ganas!

Escucha las primeras canciones de Lansbury en Bandcamp: