Hasta 12 publicaciones. Este es el cómputo que por el momento se puede detectar que lleva publicados Will Toledo en Bandcamp bajo el pseudónimo de sin contar su último disco (la relación, por completo, puede consultarse aquí)..
TEXTO: CARLOS TORRES | FOTOGRAFÍA: CAR SEAT HEADREST
Este prolífico veinteañero, cuyo curioso nombre viene motivado por su decisión de grabar las voces de sus primeros discos en la parte trasera de su coche para tener “privacidad”, se ha convertido en el paradigma de las dudas existenciales propias de su edad pero bajo un prisma tan brillantemente cotidiano que hacen que su propuesta sea diferente y personal. Unas canciones con las que son fáciles de empatizar y por lo tanto convertirse en especiales.
Si se vislumbra la evolución que ha tenido Car Seat Headrest como propuesta es obvio que ha abandonado el sonido lo-fi de sus inicios para abrazar uno más adulto y accesible, aunque todavía manteniendo ese espíritu DIY que mira sin complejos al indie-rock de los 90 y que reinterpreta los cánones de Pavement, Eels, Guided By Voices o Yo La Tengo sin complejos ni miedo a desvirtuarlos
Dos son los puntos de inflexión que puede interpretarse como fundamentales en dicha evolución. Por un lado la publicación de su disco Twin Fantasy” (Autoeditado, 2011) el cual le otorgó una legión de nuevos fans a través de Bandcamp; y por otro su fichaje por el sello Matador en 2015, que no tardó en fijarse en esta nueva perla surgida de las redes.
La incorporación al sello motivó la publicación de un primer disco, Teens Of Style” (Matador, 2015), en donde se seleccionaba y regrababa varias canciones de sus álbumes anteriores para darles un toque más serio y quitar algo de “impersonalidad”. Will siempre había querido grabar en un estudio de grabación profesional y así cumplía uno de sus deseos aprovechando el apoyo de un sello como Matador.
Aprovechando las buenas críticas recibidas, el Mayo pasado se editaba Teens Of Denial (Matador, 2016), una nueva colección de canciones en el cual Toledo abraza el indie-rock sin contemplaciones y reparte cotidianidad a diestro y siniestro. Dilemas sobre el futuro más cercano, amores mal resueltos, dudas existenciales tocando en antros de mala muerte, angustia y desesperación, sueños hundidos y malogrados como el crucero Costa Concordia (el cual sirve de inspiración al corte más largo y épico del disco),… todo envuelto en guitarrazos potentes, desarrollos largos y cambios de ritmo que le dan al disco un tono mucho más adulto.
Tras Stephen Malkmus y Robert Pollard, Will Toledo aka Car Seat Headrest es el último héroe del indie-rock que necesitábamos. Pero más a lo Clark Kent que Superman como bien dicen algunas publicaciones.