Todos los que acudimos al Auditori de Barcelona el pasado domingo lo hicimos sabiendo que, salvo hecatombe, de aquella jornada saldría el titular del Primavera Club 2011. Fleet Foxes llegaba con los deberes hechos: disco prominente, candidato a figurar entre los mejores del año, y el recuerdo de su lección de bucólica nostalgia ofrecida en el pasado Primavera Sound. Y no defraudaron, poniendo el broche a una más que notable edición que tuvo en la cita del Auditori su momento culminante, un colofón con el que la organización cierra un gran 2011 en el que ha ampliado y desarrollado, para mejor, los varios proyectos satélite que giran alrededor de su festival madre.
Los de Seattle tuvieron mucho que ver con el rapidísimo sold out con el que se agotaron los abonos del Festival, y la rapidez con la que se llenó el Auditori –a las 20:40 horas estaba prácticamente todo el recinto ocupado- puso de relieve las muchas ganas que habían para volver a ver al sexteto norteamericano, de nuevo con las canciones del Helpssness Blues al frente, sin dejar de lado las rescatadas de su LP de debut (Fleet Foxes, 2008) y del EP previo a su primer lanzamiento, Sun Giant.
Robin Pecknold y los suyos supieron estar a la altura del recinto –el solista de la banda bromeó sobre la excelencia de la sala en alguna ocasión- trufando de instrumentos de cuerda algunas de sus canciones más insignes. En el primer tramo, los autores de Mykonos apostaron por abrir con algunos de los temas de su último trabajo, unidos a hits marca de la casa como la citada Mykonos. Cortes como Battery Kinzie, Bedouin Dress o English house, rescatada del citado EP para cerrar el primer acto de un concierto que dejó para el final buena parte de la traca conservada de su excelente disco de debut, con temas como Ragged word, He doesn’t know why o Your protector. Para entonces, el triunfo estaba ya en el saco. El sonido, el lugar y ellos, siempre ellos, sincronizaron su esencia para hacernos sentir dichosos de estar allí, una esas raras ocasiones en la que todo parece encajar.
Si en el Primavera Sound del pasado mes de mayo las condiciones metereológicas ayudaron a crear la atmosfera adecuada, con el sol retirándose lentamente al compás de Grown ocean –en aquel concierto sonó al principio y no al final, puede que por el hecho de que haya adquirido un nuevo significado para el grupo, visto el gran recorrido que ha tenido desde entonces- , la magnificiencia del Auditori le dio a su nuevo show una aureola especial de las que dejan poso. La puesta en escena, el mimo con el que se escogió el repertorio, así como los cuidados clips que acompañaron las canciones –desde cielos estrellados a montañas bucólicas, pasando por diferentes figuras geométricas de gran belleza- arroparon a un grupo en estado de gracia sabedor de estar ante un momento crucial de su carrera.
El setlist, decíamos, fue diferente del presentado en el pasado Primavera Sound, bien arropada por la ambientación de la Sala Pau Casals del Auditori, sumida a las ensoñaciones líricas de Pecknold, en donde el único lunar -nadie es perfecto, es que no sonara Montezuma dentro de la larga lista de temas seleccionados, entre los que brillaron Helplessness blues, Lorelai, Mykonos -de las más celebradas- y The Shrine/An argument, cuyo videoclip presentaron el pasado jueves.
Cuando la noche parecía ya ganada, sonó Grown ocean y Fleet Foxes cerró el círculo de la perfección. Grown ocean es una rareza por sí misma, su tono optimista, ensoñador, contrasta con la cascada de nostalgia que inunda su nuevo trabajo, y la puesta en escena con la que remataron el concierto antes de los bises fue simplemente soberbia. En ella, en los sueños de Pecknold, hallamos quizá la mejor definición de la banda. El track, la deliciosa interpretación que la banda hizo de una de sus mejores canciones, resume quizá lo que la banda quiso ser en su momento y lo que ha terminado por ser: algo delicado y bello, sublime por momentos. Veraz. Puro talento que nos reconcilia con la vida y nos hace sentir mejores personas. Más libres.
Si la música no es eso, si ese no es su fin, me declaro incapaz de decir que debería ser. R. IZQUIERDO
Ficha Técnica:
Concierto: Vetiver + Fleet Foxes. Clausura del Primavera Club 2011
Fecha: 27/11/2011. Escenario: Auditori de Barcelona
Espectadores: Sold out.
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