Marem Ladson – All my storms (Mont Ventoux, 2017)
Si has ido al Dcode es posible que hayas visto por ahí a Marem Ladson, artista nacida en Ourense de ascendencia americana, ganadora del concurso de bandas emergentes del festival. Al Dcode llegó tras haber pasado previamente por festivales como el Vida, una trayectoria nada desdeñable para alguien que a día de hoy a editado un único tema, el delicado y luminoso All my storms, avanzadilla de un primer largo aún por grabar, que no impide señalarla como uno de los nombres a seguir en el último trimestre del curso.
Hace unas semanas, gracias a los amigos de Mont Ventoux, pudimos charlar con ella sobre una carrera aún incipiente, que enlaza con su etapa de adolescente, época en la que empezó a componer canciones. Con el single también editado por Mont Ventoux, Ladson prepara su primer disco con banda, previsto para inicios de 2018, un largo en el que dará rienda suelta a la fusión de estilos que marcan su firma. Actualmente instalada en Madrid, tras haber pasado parte de su infancia entre Nueva York y Houston, Ladson aspira a los 19 años a completar esa primera edición, tras haber abierto para nombres como Laura Gibson, Alondra Bentley o CARLA. Tratamos de saber un poco más de ella en la entrevista que nos concedió este verano.
Tu familia es estadounidense y gallega. A nivel musical, ¿ha ejercido alguna influencia sobre ti tu ascendencia? ¿Cuáles son tus primeros recuerdos musicales? ¿Algún autor o autora que haya ejercido una influencia sobre ti a la hora de componer?
El hecho de tener familia americana y española me ha hecho ver el mundo de forma más amplia, descubrir desde pequeña la existencia de realidades muy distintas y comprender los valores del respeto, la igualdad y la tolerancia. La diversidad en mi familia siempre se vio reflejada en la música que escuchaban: En casa, mis padres solían poner música de Frank Sinatra, Bob Dylan, The Police, Madonna, Gary Moore, 50 Cent o Lauryn Hill. Mi tío Irving solía poner rap y hip hop en la casa de mi abuela Pearl de NY. Siempre he sido muy curiosa e inquieta también, y he descubierto a muchos de mis artistas favoritos a través de YouTube, NPR o KEXP Radio. He crecido escuchando todo tipo de música y supongo que de una forma u otra, todo esto ha ejercido influencia sobre mí. Tambien es algo que agradezco porque a la hora de crear dispongo de más recursos y puedo experimentar más. Cuando compongo, realmente no sé de dónde viene el influjo, no soy consciente de ello, me sale de forma tan natural que no lo analizo, es instintivo.
En las notas de Montx Ventoux comentan que escribes prácticamente desde que entraste en la adolescencia. Temáticamente, ¿buscas captar un estado de ánimo concreto?
Empecé a escribir canciones en sexto de primaria porque en el colegio me hacían bullying. Desde ese momento la escritura pasó a ser mi forma de superar situaciones difíciles y no solo eso sino que se ha convertido en la mejor manera que tengo para expresar lo que siento. No tengo la intención de captar estados de ánimo porque sería algo forzado, al contrario, a través de mis canciones canalizo mis estados de ánimo, por eso mis temas abarcan un gran abanico de sentimientos y sensaciones.
¿Qué puedes contarnos de tu proceso creativo?
No tengo ningún método concreto. Las canciones siempre me pillan por sorpresa. Muchas veces me pongo a escribir sin saber siquiera que es lo que quiero expresar, sin saber que me pasa (porque siempre que escribo me pasa algo), y puedo estar días dándole vueltas a una idea, y de repente, estoy a punto de irme a dormir, o dándome una ducha o lo que sea y se me ocurre una frase con la que empieza todo y desarrollo la idea y cuando termino, lo y digo, joder, así que era esto lo que quería decir, y de repente me conozco a mí misma un poco más. Otras veces empiezo con una melodía de guitarra.
En alguna reseña se ha podido leer que textos de Neruda o Goethe influencian tu abanico temático. ¿Qué peso le das a ese origen literario?
Los libros, la música, el arte en general y sobre todo las vivencias del día a día me influyen a la hora de escribir.
Tu debut oficioso llegaba con el single All my storms, y el tema supera ya las 30.000 escuchas en Spotify. ¿Es representativa del sonido que buscas? ¿Marcará la pauta de tu primer disco?
All my storms es el adelanto de mi álbum debut y sin duda representa en sonido lo que será este primer trabajo. Sin embargo, la temática del álbum será bastante amplia ya que recogerá canciones que escribí desde mis 14 años hasta la actualidad:, las relaciones y conflictos personales, la inestabilidad emocional, el descubrimiento de mi propio yo, la distancia, el amor no correspondido…
Folk, pop, rock… son algunas de las etiquetas que se han utilizado para describir tu sonido. Musicalmente, ¿por dónde tirará el disco?
No me gustan mucho las etiquetas porque no me gusta limitarme. Se lo que hago pero no creo que pueda clasificarlo, y tampoco creo que sea necesario.
El disco está previsto para 2018, aunque ya has participado en algún festival, como el Vida. ¿Cómo fue aquella experiencia?
Si alguien me hubiese dicho hace un par de años que iba a tocar en el Vida, compartiendo cartel con Fleet Foxes y Devendra Banhart, y con solo una sola canción publicada, jamás le hubiese creído. Pero así fue. Llegue con mi banda con mucha ilusión y ganas de compartir con la gente mi música. Cuando me subí al escenario me sentí arropada por el público, y sobretodo agradecida al equipo Prisma, a Nacho y Javi de Mont Ventoux y a Dani del Vida Festival por creer en mí.
Creo que tu paso por el festival llegó gracias al Proyecto Prisma. ¿Estás en contacto con otros creadores de tu edad? ¿Te sientes parte de algún circuito o escena en concreto?
La verdad es que no me siento parte de ningún circuito concreto. Aunque sí que estoy agradecida de que surjan proyectos como Prisma para alentar el talento emergente en la escena independiente.
Creo que participaste en la gala de la final de cortometrajes del festival de Verin del año pasado. ¿Qué tal fue la experiencia?
Si, el año pasado me invitaron a tocar allí y fue una experiencia genial, tocar en un auditorio lleno y completamente en silencio, frente a un público repleto de artistas del mundo del cine y otras artes. Fue maravilloso.
Otra colaboración destacada de estos últimos meses fue la de Fender. ¿Qué puedes contarnos de aquello?
Sí, hice una colaboración con Fender y Roommate Hotels junto a otros artistas como Nine Stories, Alondra Bentley o Pavvla. Fue muy divertido, grabamos un video en 360 y podía moverme por todas partes, incluso cantar en la bañera!
Siguiendo un poco con eso, ¿en qué circuito de conciertos te ves más cómoda? ¿Qué puedes contarnos de tu set?
Me gusta tocar en acústico en salas porque es más personal, más íntimo, la gente presta más atención… Pero tocar con mi banda es más divertido. En los últimos conciertos me han acompañado Chico Pérez al teclado, Carlos Bueno al bajo, Alex Echevarría a la guitarra y Guille Hernán / Gabriel Carral a la batería.
Imagino que a la hora de buscar conciertos Madrid ofrece muchas posibilidades. ¿Cómo recuerdas tus primeras veces en el escenario?
Actualmente vivo en Madrid. En mis primeros conciertos sentí cierto pánico porque era consciente de que estaba contando mis intimidades personales a completos desconocidos. Con el paso del tiempo, he aprendido a distanciarme de mis propias canciones y he descubierto que en realidad, las intimidades cantadas no son tan íntimas, y que un público al que consigo transmitirle algo deja de ser desconocido.