El sentido épico que toma alguna de las canciones de Medalla se traslada también a su propio periplo como banda. Hay en Emblema y Poder (El Segell del Primavera, 2017) mucho de superación y determinación, algo que se traslada a su vez al resto de proyectos que mantienen. Grupo de músicos con amplia trayectoria en otras bandas (sus miembros proceden de The Saurs, The Zephyr Bones, The Stagpies y Rapaza), algunos de sus integrantes forman a su vez parte del colectivo Amic Amiant, hacedores de pequeños milagros en el extrarradio barcelonés.
El estreno el pasado curso de su primer largo culminaba un camino que ha pasado por varias etapas, cambio de integrantes incluido entre la grabación y la salida física del álbum, dejando como resultado un debut arrollador, del que salen del todo consolidados como una de las bandas esenciales para explicar la verdadera escena independiente barcelonesa. Confirmados hace unos días para la próxima edición del Vida Festival y tras haberse pateado buena parte de la península defendiendo sus primeras canciones charlamos con ellos sobre los orígenes de la banda, su apego a ese sentimiento épico y el feedback que les ha llevado a nacer curtidos. No es poca cosa.
Texto: R. IZQUIERDO | Fotografías: LIDIA ARRUEGO
No queríamos que el tono épico se quedase en algo anecdótico, buscamos que las letras fuesen capaces de agarrarte, sacudirte y que te llevasen a dejar la piel en los conciertos
Bueno, ahora que el disco ya lleva un tiempo en la calle no sé si podemos pasar balances, pero sí que me gustaría preguntaros por el momento en el que pasa Medalla. Habrá quien considere una ventaja empezar en un sello como el Segell, pero vuestros primeros bolos fueron sin tener prácticamente nada publicado. ¿Cómo ha ido el proceso de dar a conocer la banda?
La verdad es que tener un sello desde el principio detrás del grupo es todo un lujo, no lo vamos a negar. Sí que es verdad que empezamos tocando sin música publicada pero no quisimos empezar a hacer carretera hasta tener el disco publicado, algo que ha sido premeditado y que creemos que ha empezado a dar sus frutos. El disco lleva unos meses en la calle y ya nos hemos pateado media España y tenemos la sensación que cada concierto va a más. No nos podemos quejar.
Más que hablar de los orígenes de Medalla me gustaría saber si podriáis contarnos un poco cuáles fueron las primeras canciones que acabasteis del proyecto Medalla. ¿Difiere mucho de la línea que ha acabado por tener el grupo?
“Emblema y Poder” es un disco que aúna ideas nuevas e ideas viejas. Hay canciones que vienen de la última etapa de The Saurs y otras que se hicieron con el concepto de Medalla ya en mente. A nivel lírico sí que enfrentamos el disco como un todo y nos sentamos a escribir los temas una vez la parte instrumental estaba bastante asentada. La epicidad musical y lírica era algo que queríamos plasmar en este primer disco pero que a la vez no quedase como algo anecdótico: que las letras fueran capaces de agarrarte, sacudirte, y dejarte la piel en los conciertos.
No sé si en esa voluntad recae el peso de la estética. Tanto los vídeos como las fotos de promo, obras de Lidia Arruego, son casi una marca de la banda, un componente más. ¿Estuvo pensado desde el principio?
También fue algo meditado. Sueiro y Lidia Arruego llevaban años trabajando juntos de forma puntualmente en The Saurs y al empezar Medalla decidimos potenciar todo el imaginario visual que había en las canciones a través de videos, carteles de conciertos, fotos promocionales…
La historia de Medalla es la de más o menos cualquier grupo: gente que se junta y quiere hacer cosas
Hablemos de las sinergias entre los componentes de la banda. Sois amigos más allá de los escenarios, algunos compartís aventuras en Amic Amiant… ¿cómo se trabajan esas afinidades en el local?
Si Medalla existe es precisamente por esas sinergias que comentas. Nos conocemos de vernos en conciertos, Amic Amiant, Marc que toca en Zephyr Bones… más o menos la historia de casi cualquier grupo: gente que se junta y quiere hacer cosas.
Tanto Rapaza como The Stagpies como Medalla mismo vienen del extrarradio, uno de los focos de actuación además de Amic Amiant. Hablando del caso de Rapaza y Stagpies, ¿cómo se vive ese salto a Barcelona, musicalmente hablando? ¿Cuesta derribar muros viniendo de fuera?
Las cosas siempre son más complicadas si no estás en el centro de todo, por lo que si vienes del extrarradio puedes tener más dificultades para encontrar oportunidades. La mejor manera de tirar todo esto adelante es unirse, y es algo que afortunadamente pasa mucho en Barcelona entre amigos, grupos, miembros y gente que se preocupa por la música emergente.
La formación actual llegó con el disco ya grabado y empezasteis ya en plazas grandes como el Primavera Club. ¿En qué momento estáis de directo?
El directo es nuestra mejor arma y encima de un escenario es donde más nos gusta estar, por lo que cualquier lugar es bueno. Ahora mismo intentamos cambiar un poco el setlist para cada concierto e ir probando qué funciona mejor, incluso nos atrevemos con temas nuevos. Creemos que es muy importante para un grupo atreverse y no hacer siempre lo mismo en cada concierto, tanto como músicos como público.
Del bolo del Primavera Club, y sobre todo el de Primavera Sound en Apolo, me quedo con la respuesta de la gente. Habían muchos componentes de otros grupos en primera fila. El hecho de ser uno de los grupos con más proyección de esa pequeña comunidad de amigos músicos, ¿es una responsabilidad?
Podría serlo, aunque nuestro objetivo es llegar más allá de nuestro círculo.
Siguiendo con ese bolo, ¿qué tal fue lo de bautizar la nueva La 2 ya renovada?
Lo mejor fue llegar y hacer la prueba de sonido para todos los trabajadores que estaban poniendo a punto la sala. Además que la nueva [2] es cojonuda la mires por donde la mires.
¿Y como vivís desde entro esas sinergias entre bandas? Respecto a vuestros inicios en otras bandas, ¿creéis que se ha potenciado el concepto de comunidad entre bandas?
No sé si es tanto el momento actual como que todos nosotros llevamos ya rodaje con otros grupos y en ese sentido ya nos conocemos un poco entre todos. Aún así creemos que Barcelona en concreto está viviendo un momento muy bueno a nivel musical.
De hecho, tal y como comentábamos antes, habéis pasado por algunos de esos grupos. Marc en The Zephyr Bones, Benoît en Rapaza, Joan en The Stagpies… No sé si todo se extrapola a Amic Amiant. Que en la asociación seais muchos músicos, ¿ayuda a saber por dónde tirar?
Seguramente sí. The Stagpies y The Zephyr Bones son proyectos que tienen más tiempo de vida que Rapaza, por ejemplo, pero en todos ellos ha sido esencial estar en contacto con otros músicos. No sólo a la hora montar el grupo, sino para saber cómo moverte.
Todas las canciones se escribieron durante los Juegos Olímpicos de Río, en 2016. Puede que no sea algo constante en todas las canciones, pero el deporte juega un papel importante
Escribo estas preguntas escuchando Deporte en vano. Hay cierto hilo de continuidad con el deporte, desde en la portada hasta el vídeo de ‘Furor’ o el título mismo del grupo. ¿De dónde surge toda ese hilo de imputs?
Todas las letras del disco se escribieron durante los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro y, aunque no sea algo constante en todas las canciones, el deporte juega un papel importante. El mismo nombre del grupo daba pie a esta fusión y era algo que decidimos aprovechar para la línea gráfica.
Para un deportista frustrado como yo, más de sofá que de pista de atletismo, la canción es un jodido himno. ¿Es autobiográfica? ¿Cómo vais de deportes? ¿Os veremos en la Patxanga Cup que estamos preparando los de 2.000 Enemigos con Ultra Local?
En al Patxanga Cup nos vais a ver sí o sí y esperamos no lesionarnos… De deportes la verdad es que mal, el único que hace ejercicio regularmente es Joan, a los demás nos vale con jugar al Fifa.
Creo que en los bolos de fuera os sigue apoyando Jägger, lo que ayuda a moverse sobre todo en festivales. Me da la sensación de que en ciudades como Madrid ya os resulta sencillo moveros y abrir huecos. Venís de visitar Radio 3, ¿cómo valoráis la acogida en otras ciudades, y en Madrid?
Esta última experiencia en Madrid no podría haber sido más positiva. Alucinamos al ver que había gente que no conocíamos que se sabían los temas y los cantaban todos. La respuesta del público fue súper positiva. Conocimos a gente muy maja, a Tuzz Records (que nos montaron el bolo en la sala Maravillas) y a Fuckaine ya los consideramos colegas, así como la gente de Delia Records que se portó genial con nosotros!
De hecho en Madrid estrenasteis el formato acústico. ¿Vais a mantenerlo?
En directo vamos a seguir haciendo sonar la motosierra pero para cosas más íntimas hemos empezado a tantear las guitarras acústicas, ¡y para según qué tema funciona bien!
A final del año pasado tuvisteis un aniversario algo agridulce de Amic Amiant, por el cierre de la Sala Circus. En 2000 Enemigos ya nos comentasteis como van las cosas por Cerdanyola. ¿Qué impacto negativo tendrá el cierre de la sala para chavales que empiecen ahora a componer y tocar?
Cerdanyola pierde la única sala donde músicos y grupos podían confluir para mostrar su música, conocerse entre ellos y que pudieran aparecer nuevos grupos y propuestas a partir de esta unión. Sin La Sala Circus, la música y las bandas de la ciudad están sentenciadas a desaparecer o a tener que migrar a Barcelona o pueblos de las cercanías para seguir haciendo música.
Casi para ir acabando. En la nota de prensa se citan a King Gizzard & The Lizard Wizard o Thee Oh Sees. ¿Qué discos os han impactado o influenciado más en 2017?
Sueiro: Yo no he parado de escuchar Judas Priest (“Screaming for Vengeance” y “Turbo”), La Urss (“Maravillas del Mundo”), Wand (“Plum”) y ahora mismo estoy muy enganchado al “Polygondwanaland” de King Gizzard.
Joan: Cualquiera de Iron Maiden (menos la época de Blaze Bailey) o de Bruce Springsteen de manera usual. Pero este año, en especial, “Embajadores” de Camellos y “Secret Place” de The Zephyr Bones.
Benoît: I Created Disco de Calvin Harris, Precipicio de Futuro Terror y Secret Place de The Zephyr Bones. A nivel personal, todos los temas de Camellos, Kevin Ayers y como cada año, Pink Floyd.
Marc: Tengo tres discos en mente que este 2017 han sido de mi influencia: Phantom Anthem de August Burns Red, Grebfruit 2 de Benny Greb y el Polygondwanaland de los King Gizzard.