En el número 6 del Underzine Andrea Galaxina nos regaló una preciosa tira gráfica inspirada parcialmente en ‘Madre’, una de las canciones que Olivia Mateu preparó para su EP de presentación, Vas a Morir EP. Fue uno de nuestros EP’s favoritos en la etapa iniciática de la web, así que, al recibir la tira sin haberle dado a Andrea ninguna indicación previa, nos llevamos una buena sorpresa. Para cuando le ofrecimos a Andrea aquella colaboración -una colaboración que por desgracia no hemos podido alargar, porque desde entonces solo hemos podido sacar un número más del Underzine- ya nos gustaba mucho todo lo que hacía, pero es que desde entonces no ha parado.
Autora incansable de fanzines, a Andrea la conocemos también por el podcast Tirando Bombitas, del que recomendamos sobre todo su última entrega, en donde entre cosas podemos disfrutar del estreno del grupo AJUAR. A Andrea se le podría entrevistar desde muchas facetas, así que asumiendo de entrada que nos quedaron cortos nos atrevemos a mandarle unas preguntitas vía mail para saber más de sus inquietudes artísticas y musicales. No dejéis de visitar su web o de haceros con sus fanzines en varias de las ferias DIY en las que participa. ¡Seréis más felices si lo hacéis!
Nos gustaría ir haciendo un pequeño ventanal de zines, así que si conoces alguno que molaría que salga en este espacio puedes escribirnos a info@shookdown.es
¿Cuánto tiempo hace que haces fanzines? ¿Cuál fue el primero que hiciste?
El primer fanzine que hice y que publiqué fue hace 10 años. Se llamaba Patita de Fauno y lo hacía junto con mi amigo Jose en la universidad. Era muy sencillo: un solo folio doblado y fotocopiado. Lo repartíamos por la facultad de manera anónima y gratuita y en él escribíamos sobre música, cómics, había historietas, pequeños relatos, haikus ¡y hasta un consultorio! Metíamos todo lo que podíamos en tan poco espacio.
¿Qué es lo que más te atrajo del formato?
En aquel momento lo que más me gustó fue que era muy sencillo hacerlo y que no era necesario tener grandes medios para sacarlo adelante. Ni siquiera era imprescindible tener una idea brillante, lo único que hacía falta eran las ganas y esas las tenía. Es lo que me sigue atrayendo a día de hoy: que siendo una cosa realmente simple es capaz de generar unas sinergías increíbles y hacerte sentir realmente bien.
¿Tuviste algún referente de entrada a la hora de empezar?
En aquel momento la verdad es que apenas había visto o leído fanzines. No estaba muy familiarizada con el medio directamente. Sí que conocía, por libros, publicaciones que habían hecho los dadaístas y hacía poco que había conocido el situacionismo y el punk. Eso mi inspiró en la parte teórica. Luego en la parte práctica en único fanzine que había tenido entre mis manos fue El Planeta Amarillo, un fanzine enciclopédico que hacía Rafa Skam sobre música indie-pop. Y aunque igual suena un poco estúpido, el Pequeño País también me influyó mucho, sobre todo la sección en la que los lectores enviaban cartas. Algo más tarde conocí a las riot grrrl y a Hello Cuca y ellas sí que fueron decisivas para animarme a empezar a fanzines por mi cuenta.
Bombas para desayunar funciona también como microeditorial de fanzines, vinculada siempre a la filosofía DIY. La editorial se declara “feminista” y tiene como fin “dar a conocer a autoras de fanzines y otros medios alternativos”. Desde que empezaste, ¿qué evolución has visto? ¿Vamos a mejor o a peor?
No me atrevo a decir si vamos a mejor a peor, digamos que vamos a diferente. Ahora mismo no sé si, por ejemplo, habrá más mujeres que hacen fanzines, pero sí es cierto que ahora tenemos mayor visibilidad. También es verdad que existe una mayor conciencia y cuando hay festivales, encuentros o lo que sea, en los que nuestra presencia no existe o es testimonial hay menos vergüenza en señalarlo, no nos quedamos calladas, lo señalamos, cuando igual hace no tanto tiempo era algo que considerábamos «lo normal» y nadie decía nada. Me hace muy feliz que haya un buen puñado de mujeres trabajando por darnos visibilidad y también las chicas se animen a hacer sus fanzines.
Con Bombas para desayunar habéis editado más de 40 títulos, propios y de otrxs autorxs. El otro día ojeando el catálogo me llamó la atención el de Aguacuate Nena!, sobre todo porque me encanta la canción. De los trabajos que no son propios, ¿cuál te ha hecho más ilusión editar?
La verdad es que todo lo que he editado que no es mío me ha hecho una ilusión enorme. Para mí que alguien acepte que Bombas para Desayunar le publique algo es una mezcla de honor e inseguridad enorme. En plan «jolin qué bien que X le apetezca sacar algo en Bombas» y a la vez «no sé cómo ha podido aceptar que Bombas le saque algo, con lo mierda que es lo que hago». Así que publicar algo ajeno suele ser una vorágine de alegría extrema y miedo gigante. Pero a pesar de esto, estoy tremendamente agradecida y contenta de todas y cada una de las personas que han publicado cosas en Bombas.
Hablemos de tu producción propia. ¿Hay inquietudes comunes a lo largo de tu bibliografía?
Por supuesto. Yo tengo la teoría de que hago una y otra vez lo mismo. Todos mis fanzines, por ejemplo, están inspirados por la música y por el feminismo. El feminismo sobre todo atraviesa, de una manera u otra, todos los fanzines que hago, unas veces más explícitamente y otras menos pero siempre está ahí. También hay una reflexión constante sobre mi propia vida, sobre el arte (no porque los fanzines sean arte, que nada más lejos de la realidad, sino porque es algo que me preocupa así en general), sobre el fanzine como medio…La mayoría de las veces estas «reflexiones» no son evidentes pero siempre están ahí.
Estos últimos años ha proliferado la creación de encuentros sobre zines. Internet nos ha dado mil recursos pero también diluye la producción. ¿Por qué crees que son importantes los zines hoy en día?
Creo que los fanzines han sido importantes siempre como instrumento de resistencia y de difusión; como un canal alternativo en el que poder expresarte más allá de aquellos que establece el sistema como los más adecuados. Y es por eso que el fanzine sigue siendo muy importante a día de hoy, aunque hayan aparecido mil canales nuevos respecto a los orígenes del fanzine hace 100 años. La capacidad de resistencia de ir a la contra del fanzine es estremecedora. El gesto de coger y hacer algo de manera hiper-precaria, sin tener, en muchas ocasiones, ni idea, con una factura, en muchos casos, muy cutre y que sean 0 rentables económicamente son lo opuesto totalmente a lo que desde el Sistema se nos dice constantemente que es lo bueno: el virtuosismo, el esfuerzo, el ser cada vez mejor, el ser productivo, etc. Los fanzines representan una oposición radical y por eso son tan importantes.
En el UNDERZINE 6 colaboraste con una ilustración muy guay sobre Tirana y una de sus canciones. ¿Te gusta introducir elementos musicales en tu obra? ¿Buscas interconexiones de manera regular?
Sí, claro. Todos los fanzines que he hecho tienen mil referencias musicales. La música es mi principal fuente de inspiración, así que de una u otra manera siempre está ahí. Además me encanta hacer promoción a los grupos que más me gustan: en los cómics que hago las protagonistas siempre escuchan discos de mis bandas preferidas, llevan camisetas, van a sus conciertos… Todo lo más importante de mi vida (el feminismo, el arte, los fanzines, etc.) lo he descubierto a través de la música, así que la música es protagonista siempre.
Sobre Tirando Bombitas, el podcast
En paralelo coordinas un podcast, Tirando Bombitas, centrado sobre todo en la música pop. ¿Qué criterios aplicas para pinchar temas en él?
Para mí Tirando Bombitas es como hacer un fanzine sólo que, en vez de en papel, hablado. Ahora estoy en un momento vital en el que no me encuentro muy inspirada para hacer fanzines, me cuesta un poco ponerme a escribir, sin embargo lo de dar la brasa hablando como que me apetece más. Tuve un momento de flojera en el que pensé en dejar de hacerlo pero por suerte recapacité gracias a que bastante gente me escribió animándome a que no lo dejara. Se lo agradezco mucho. El principal y único criterio que sigo para seleccionar las canciones en el podcast es que me gusten. Sí que es verdad que a veces me veo un poco arrastrada por una especie de necesidad de pinchar novedades, de «estar a la última», que es bastante agotador por eso, para no acabar engullida por esa corriente me gusta hacer programas más «temáticos», monográficos de sellos o de temas random.
¿Lo ves como un complemento a tu obra como autora?
La verdad es que hablar de «mi obra» me queda un poco grande pero sí que considero Tirando Bombitas como una parte más dentro de Bombas para Desayunar.