Complementando los monográficos que incluimos en nuestra revista impresa vamos a ir subiendo también la web especiales sobre algunos de nuestros sellos discográficos favoritos, algunos inéditos y otros publicados también en papel. Arrancamos con Nyàpster, en un artículo que incluye declaraciones de Pau Magrané (PLOM) y Agnès Pe. Más sobre el sello en Bandcamp.
SOBRE PLOM. Plom es uno de los proyectos insignes de Nyàpster, uno de los sellos protagonistas del pequeño especial sobre música electrónica que arrancamos en este número. Tuvimos la suerte de hablar con Pau Magrané, uno de sus impulsores, en la jornada en la que abrió para Molly Nilsson en una sala de Gràcia gracias a Conjunto Vacío, y con él ahondamos en las vicisitudes del proyecto. “En catalán ‘ets un plom’ significa algo así como que eres molesto, y a parte el plom es un metal pesado y tóxico”, nos cuenta sobre el origen del nombre de su proyecto musical, relacionado además con el proceso alquímico de sintetizar oro, con Saturno y con varias deidades demoníacas.
Los orígenes del proyecto arrancan en 2012 como proyecto sonoro de ruido oscuro. “Hice tres canciones en una noche de agosto y ahí empecé. Recuerdo que estaba rodeado de polillas dentro la antigua cocina de una casa situada en un pueblo fantasma del prepirineo, y utilicé para ello grabaciones de campo, el PC de mi madre y un teclado”, rememora de una primera referencia editada de manera conjunta por Chirría Sello y Nyàpster.
Sobre la evolución de Plom, Pau nos apunta que “no estoy muy seguro de haber evolucionado hacia algún destino en concreto, pues como el plomo que se hace flexible según la temperatura ambiente, me gusta proponer conceptos muy distintos entre sí para abordar los temas, grabaciones y conciertos”, matiza antes de revelarnos el momento actual por el que pasa el proyecto. “Últimamente tiro mucho de 180 bpm, ardillismo en las voces y sampledelia abusiva, y mis referencias en este momento son las esculturas de Lucía C. Pino y Ariadna Parreu”.
LA PUESTA EN ESCENA. Una de las particularidades de Plom es su puesta de escena misma. “No sé tocar instrumentos académicamente hablando, ni tengo mucho tiempo para ensayar, por lo que me gusta incorporar al directo lo que llamo despiste visual: si el tiempo me lo permite voy variando de atuendos, pero básicamente lo que me gusta es jugar con la idea de que el público vea una forma indefinida sobre el escenario, o que directamente piense que no hay nadie”.
A la hora de hablar de sellos, Pau nos recomienda varias propuestas de interés. “Recomendaría el trabajo de los sellos 8eminis, San José Tapes y Muerte Cerebral, y colectivos como la gente que monta el Zarata Fest en Bilbao y Madrid. De Barcelona destacaría L’Ull Cec, que todavía sobrevive, o el Lowtoy Fest, así como el trabajo de gente como Hola Distro, Marbre Negre, Demonodrome, Chirría Sello, Club Marabú…”, un largo etcétera que habla bien de su sentido polifacético, matices que nos permiten entrar a hablar en profundidad de Nyàpster.
SOBRE NYÀPSTER. Rememorando los orígenes del sello, Pau apunta que Nyàpster “empezó siendo una plataforma donde ver materializada mi producción sonora, algo con lo que dejar huella más allá de internet”, intenciones que posteriormente decidió ampliar. “Pronto creí conveniente ampliar el catálogo con gente interesante que voy conociendo y hace música. Yo les propongo y luego si aceptan les voy dando la lata de vez en cuando hasta que un día lo terminan, y si en ese momento tengo algo de pasta, pillo cintas, las grabo y listo”.
Con esa filosofía Nyàpster han editado hasta el momento referencias sobre todo de España, aunque en su catálogo se incluya al francés Norman, a quien conoció durante la época en la que este vivía en Barcelona. En esa categoría entrarían también las últimas referencias de la casa. “Espacio Profundo – Antares son dos epopeyas industriales con ciertos pasajes de corte oscurantista y cósmico, grabaciones de campo hechas con un móvil de los caros, posteriormente editadas con algún hardware o software”, rememora de la metodología de trabajo de su última referencia, editada por Trash Van Traxx, “una chavala del Raval”.
La referencia se concretó después de que ella misma le propusiese editarla. “Como soy fan de sus movidas sónicas le dije que sí con los ojos cerrados. Me sorprendió muy positivamente todo lo que hizo, ya que es ruido pero enfocado desde una perspectiva trabajada y poco común”, resalta con admiración. La otra referencia reciente fue el split con Meme Vivaldi, surgido de “la presentación de la tienda Dosmil2000. El puto amo de la tienda, Jorge del grupo Caer-Bien, me propuso tocar junto al legendario JGG en la inauguración oficial, y para ello sampleé de forma bastante aleatoria unos 300 discos editados en el año 2000”. A partir de ahí Pau desarrolló “una serie de canciones de corte marchoso y positivo, sobre las que el día D improvisé ruidos encima”, dando como resultado una grabación homogénea a la que quedaba darle salida física. “Quería editarlo en cinta, pero solo duraba 20 minutos y no lo quería partir en dos caras ni dejar media cinta vacía, así que coincidió unas semanas después que Meme y yo nos mandábamos muchos mails y como compartimos enfoques de la vida musical parecidos le propuse editar un split donde en una de las caras tendría sus 24 minutos de gloria y en la otra ubicaría mi material del 2000, de manera un poco más pulida. En un par de días el Sr. Vivaldi se sacó de la manga la cara B y ya la tuvimos”, concluye antes de recordarnos que el artwork surgió “a partir de un alocado brainstorming a pachas”. El resultado, como el resto de su discografía, está disponible en nyapster.bandcamp.com.
( ͡° ͜ʖ ͡°)☞ El otro proyecto de Nyàpster sobre el que hemos querido departir es el que maneja la leridana Agnès Pe, joven creadora que lleva más de 10 años “trabajando con el sonido y haciendo e interpretando música por necesidad intrínseca. Nací en Lleida y en Nyàpster he editado trabajos como Mytiliade kaj Lentils, surgido de una propuesta para editar con ellos, con la colaboración a las voces de Niebla Fascista”.
La cinta editada en Nyàpster destacaba sobre todo por su peso creativo, algo que podemos comprobar echándole un vistazo a los tags del Bandcamp. “Los tags hacen referencia al imaginario del disco. Es una forma de guiar, de forma previa, la escucha, y para ello suelo inventarme nombres de géneros musicales, ya que no me interesan las etiquetas inamovibles”, resalta antes de destacarnos las influencias musicales que orbitan su universo creativo. “Escucho cualquier cosa sin ningún tipo de prejuicio y me gusta moverme por diferentes ambientes e intentar sintonizar con todos. Uno de los tags que siempre utilizo es “devotional”, aunque admito que en ese caso no es un género inventado: es real y hace referencia a la música devocional, que es un canto que acompaña a las prácticas religiosas y rituales”. Eso es así, cierra, al entender y practicar la relación con el sonido como una liturgia.
EN LAS INTERIORIDADES DEL PROYECTO. A la hora de hablar de su relación con Nyàpster, Agnès nos apunta que contó con “plena libertad” para trabajar el sonido de la cinta, siendo de hecho esa la única premisa inicial: que se lanzase en cassette. “Escogí el tipo de cinta y confeccioné el artwork personalmente. Buscaba que todo ello fuese un tótem, con vida propia, y que funcionase como un ente en el que todo quedase fusionado”, algo que le permitió darle la forma deseada al proyecto. ¿Y hacia dónde evoluciona éste? La propia Agnès nos saca de dudas al matizar que “quizá, en lo musical, he terminado cayendo en las garras de lo melodioso, pero el ruido, la distorsión y el corrinche siempre están muy presentes. La diversión, el descacharre y el humor priman ante todo” y se posicionan casi como una filosofía estética, acentuando el espíritu libre de un proyecto al margen de circuitos y escenas —“me gustan todas aquellas cosas que me sorprenden, lo atemporal y arriesgado”, nos apunta cuando le preguntamos por los circuitos en los que se mueve—, revelando a su vez que su admiración va para aquellos colectivos que generan “propuestas en los márgenes y con independencia”, si bien opta por evitar la idealización del concepto.