Odio París reaparecen con su segundo disco de estudio, trabajo que sirve para cerrar su primera etapa creativa y para romper un largo silencio desde la publicación de su primer trabajo

Había muchísimas ganas de reencontrarse con Odio París. Los casi cuatro años de diferencia entre su disco de debut y el Cenizas y Flores (Mushroom Pillow, 2016) que ahora presentan evocan una espera lo suficientemente grande como para acercarse al disco con muchísimas expectativas, un escollo del que salen bien parados con un trabajo que recupera lo mejor de su primer apuesta, sumándole el feedback sumando durante todo este tiempo, ya sea en los conciertos o en el largo proceso de elaboración de su nuevo trabajo.

Con producción de Joe Lambert, Odio París entregan su trabajo más laborioso hasta la fecha, reflejando influencias autoconfesadas como Los Planetas y exhibiendo una madurez artística que se explica en parte por todo lo vivido durante toda esta pausa, un parón de casi cuatro años “algo forzado, más que intencionado”, marcado por la “carga emocional” de lo vivido, superando incluso la idea de abandonar el proyecto para regresar a lo grande de la mano de Mushroom Pillow. “Cuando necesitábamos más ayuda aparecieron ellos y toda esa emoción se transformó en muchas ganas de trabajar”, lo que ha dado como resultado un disco de sonido elaborado -“nos encanta hablar y hablar sobre el sonido que queremos encontrar, sobre como tienen que ser las canciones”, nos cuentan en la entrevista que nos han concedido para Shook Down UNDERZINE vol. 6, a la venta el próximo mes de marzo- con hits torrenciales que nos permite recuperarlos en su mejor versión.

Al acabar los conciertos de presentación del primer disco participamos en varios recopilatorios como Coloreando a Daniel Johnston, De Viaje Por Los Planetas o un recopilatorio de Gainsbourg organizado por un fanzine”, lo que les sirvió para “empezar a sacar punta al sonido que perseguíamos para este nuevo disco”, experimentando en el local de ensayo desde el que grabaron todas esas canciones intermedias. Las sinergias de ese proceso sirvieron de estímulo para sentar las bases de Cenizas y Flores, trabajo en el que muestran su mejor cara con hitazos como “Camposanto” o “Geometría coaxial”, dos de las canciones con las que empezaron a insinuar el disco equilibrado que han acabado por presentar.

Disco menos pop de lo que podía intuirse en los primeros adelantos, la propuesta shoegazer de Odio París se mantiene intacta para alegría de los seguidores de dicho sonido en clave estatal –Triángulo de Amor Bizarro sacan disco también este año con Mushroom Pillow y Celica XX volverán también en 2016-, la banda desliza en él ciertos componentes autobiográficos, tal y como nos explicaban en la entrevista comentada. “Son letras personales, que por lo general hablan de relaciones y de las experiencias que hemos vivido a lo largo de estos últimos cuatro años, con buenos y malos momentos”, indican en un trabajo de título dual que resume, en fin, el cambio de etapa que ha representado para ellos este disco.

Escucha el disco en Spotify y lee nuestra entrevista en el próximo número de Shook Down UNDERZINE: