Hoy recuperamos lo último de Stumbleine, trabajo presentado el curso pasado por este enigmático productor de Bristol, cuya carrera parece ya consolidada gracias a la gran acogida generada por el álbum de debut que presentó el pasado verano, una acertada mezcla de shoegaze y chillwave. Por ART VANDELAY
- Productor de Bristol, nuestro protagonista de hoy se esconde bajo el nombre de Stumbleine, pseudónimo con el que ha presentado varios trabajos hasta el momento
- En su disco de debut destacan las colaboraciones femeninas con las que blinda su proyecto, especialmente la muy acertada de Steffaloo
¿Quién se esconde tras Stumbleine? Sabemos que sus portadas transmiten una nostalgia de entrada inabarcable, que acumula pasado musical en Swarms y que tiende a buscar colaboraciones femeninas con las que explotar su acertada mezcla de chillwave y shoegaze. El resto sigue instalado en el misterio, un mistero que ha sabido rentabilizar bien, apuntalando una propuesta que, tras varios EP’s, presentaba el pasado curso su primer LP, un trabajo con el que mantiene la línea nostálgica de los anteriores, manteniendo también en las estructuras externas -diseño de portadas, colaboraciones, etc- una misma hoja de ruta con la que el autor de este proyecto de Bristol ya consolidado ha sabido moverse hasta la fecha.
El inicio de More than words, uno de los mejores temas de Sunshine Girls, trabajo disponible en su bandcamp, resulta conmovedor. Pequeñas punzadas melancólicas con las que arrancan una historia situada a mitad del tracklist del álbum, y que vale para resumir la esencia de un trabajo de corte intimista, que parece mirar hacia sí mismo de manera tan evocadora como recogida.
Steffaloo, una de las colaboraciones del álbum
Las sensaciones no varían mucho en el arranque real del disco, una Lunar que parece querer jugar con todos los tags recogidos en el bandcamp del grupo: shoegaze, chillwave, electronic… todo cabe en un álbum que tiene en temas como Bleached sun sus momentos más chill. Los dos temas forman parte de Sunshine Girls, EP presentado el curso pasado que confirma todo lo bueno insinuado por este, en ocasiones, enigmático proyecto a lo largo de los últimos meses, un trabajo que en parte debería ser considerado como un campo de pruebas para lo que vendría después
Hablamos de enigmático porqué de Stumbleine poco se sabe. Se aprecia su técnica y se admira un prestigio acumulado que ha hecho de él uno de los mejores beatmakers del momento, lo que le ha valido para acumular un prestigio consolidado partiendo de su Bristol natal, admirándose tanto su capacidad para componer y jugar con los samplers como su rol como remezclador.
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Comentábamos al principio que este Sunshine Girls era uno de los tra disponibles bajos de nuestro protagonista, cuya última edición real es la que llevó a cabo meses después con la publicación de Spiderwebbed. Hablando ya del álbum que hoy recuperamos, conviene arrancar diciendo que lo decíamos con anterioridad nos vale para este trabajo en el que se mantiene la melancolía como punta de lanza de una proyecta que juega a trufar su esqueleto anímico con la utilización de voces femeninas de ecos tristes, confiriendo una propuesta telúrica adictiva en sus primeras escuchas.
A nuestro hombre de Bristol se le conoce pasado musical formando parte de Swarms -lo que reduce su personalidad a tres opciones-, dejando una pregunta sin respuesta hasta el momento: ¿hasta cuándo podrá mantener este anonimato?. Por ahora el dique de contención se ha mantenido intacto pese a su prolífica actividad, habiendo publicado ya un puñado de EP’s, varios remixes y la edición definitiva de su álbum de debut, permitiéndose alguna licencia -como la versión del Fade into you que realiza de Mazzy Star-.
Sólido en su composición y acertado en las diferentes colaboraciones que llevó a cabo en el acabado del álbum, entre las que destacamos la de Steffaloo en la citada Fade into you o la que lleva a cabo Birds Of Passage en Catherine Weel nos hace tener una idea de hasta donde puede llevar esa propuesta shoegaze suya, fijando un debut que ha contado hasta la fecha con el benéplacito de la crítica, por más que, en relación a otras propuestas, su llegada al gran público haya de considerarse como tímida, algo que afecta el acabado en sí de la obra, alzada con temas de indudable belleza, como Capulet, o envolventemente atmosféricas, como Solar flare, todas ellas poseedoras de ese algo con el que ha empezado a tejer su camino. Que dure.
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