Aprovechamos el estreno del nuevo vídeo de Painted Zeros, centrado en Too drunk, para hablar de su estupendo EP de presentación, que tiene precisamente en Too drunk una de sus grandes bazas. Al disco llegamos hace unos días, y par de escuchas después ya estábamos escribiendo un mail a su principal impulsora, la compositora y vocalista Katie Lau, para conocer un poco más el proyecto. Con ella hemos hablado sobre algunas de las claves de esta formación de vocación DIY, completada por su fiel escudero, el batería Jared Kaner, y por Dave, su último bajista hasta el momento. Juntos presentaron hace unos meses S V A L B A R D, trabajo con el que dan sus primeros pasos, con el primer largo ya en camino y la sensación de haber iniciado el camino en la dirección correcta gracias a temas como Polar night o Too drunk. La propia Katie nos lo cuenta después del vídeo.

Painted Zero’s- «Too Drunk» [Official Music Video] from House of Nod on Vimeo.

Si algo llama de entrada la atención en Painted Zeros cuando te sitúas por primera vez ante su Bandcamp, su Spotify o la plataforma que utilices para escuchar música, es el nombre de su EP de debut. S V A L B A RD. ¿De dónde demonios viene eso?, le preguntamos a Katie Lau, vocalista y alma mater del proyecto.  “Svalbard es el nombre de un archipiélago noruego… Es una ciudad con un clima ártico un poco extremo, y también es la sede de un proyecto  increíblemente apocalíptico llamado The Doomsday”  (ver recuadro adjunto)

Centrándonos de nuevo en su proyecto musical, conviene apuntar que Painted Zeros es la aventura musical más personal de Katie hasta la fecha, y la culminación de un largo período de autoaprendizaje en el que enlaza estilísticamente con algunos de los grupos que han acompañado su camino a la madurez. “Aunque crecí escuchando sobre todo música clásica y el pop que mis padres ponían en el coche no tardé mucho en descubrir el punk”, nos revela revelando por donde transitan sus influencias musicales. “Me hacía mis propios recopilatorios en casa para el Walkman o el CD portatil, con bandas como Operation  Ivy, Anti-Flag o Bigwiw. También escuchaba a The Unseen y a bandas emo o emo screamo, como Rites of Spring, City of Caterpillar o Rites of Spring”, concluye.

De ahí al cassette que editaban hace unos meses, con el que daban por superada su fase más maquetera, sin desprenderse del todo de su vertiente DIY. “Es un formato que me gusta mucho, aunque haya gente lo que deteste. Hace poco tocamos en el Mercury Lounge y cuando dije que llevábamos cassettes un grupo de personas nos abucheó. A mi me  el cassette gusta mucho, así que…  ¡qué se jodan todos!”, concede entre risas. “Y es un formato que en la escena DIY y el punk siempre ha funcionado bien: es de bajo coste y te permite lanzar tiradas pequeñas”, rescata entre las virtudes de un formato que, en su caso, llega con edición especial.

Banda apegada a Brooklyn, la retahíla de bandas que nos recomienda desde allí nos descubre a un montón de nuevos nombres. “En Brooklyn hay un montón de bandas, muchas muchas. No sería capaz de enumerarlas todas, pero adoro a Mitsky… ¡de hecho acabo de reservar su último vinilo!”, exclama predicando con el ejemplo en este arte cada vez más raro de comprar discos. “Me gustan también Bury Me at Makeout Creek, y luego hay bandas como LVL UP, Porches, Gingerlys, Devin, Bethlehem Steel o Sharpless que escucho también”, enumera antes de barrer para casa.  “Nuestro bajista Dave toca en Trace Mountains y tiene su propia banda, Slight, así que procuramos estar al día”.

Painted Zeros

Katie Lau, de Painted Zeros, en una imagen promocional

LAS PRIMERAS DEMOS. Volviendo a su sonido, la evolución en Painted Zeros se ha notado sobre todo en la producción de sus trabajos. Del sonido maquetero de las primeras demos al EP de ahora, donde todo parece más cuidado, encarando ya la grabación de su primer largo. “Nuestras primeras canciones eran muy maqueteras”, demos en realidad en el sentido más amplío de la palabra. En X (Flatline), por ejemplo, “aún estaba aprendiendo a grabar, y la batería no era de verdad… aunque ahora hemos regrabado el tema y al fin suena como quería en realidad que sonara en su momento”, resalta con un punto de satisfacción.

La evolución se deja sentir también en la banda, cada vez más rodada y acoplada al sonido buscado. “Jared comenzó a tocar conmigo cuando me gradué, hace un par de años, aunque hemos cambiado de bajista unas cuantas veces”. Estabilizado el proyecto, Painted Zeros han regrabado más temas, como Call black o Palm tree, aunque no abandonan por ahora, actitud DIY manda, la idea de grabar en casa.

KATIE TOMA LOS MANDOS. Fue la propia Katie quien asumió el mando en la producción de  S V A L B A R D. Preguntada por si sistema de grabación, nos cuenta que “en primer lugar pongo siempre las baterías, y luego añado las guitarras, el bajo y la voz. El disco que sacaremos próximamente también lo hemos hecho así, está acabado al 90%, así que estoy muy contenta con el resultado”, si bien para el disco contará con ayuda externa. “Creo que sonará todo mejor”, anticipa pese a lo alto que que quedó el pabellón con esta primera aproximación a su sonido.

Grabar en casa nació por pura necesidad y por algo de comodidad: no había dinero para ir a un estudio, y además estaba el hecho de que es donde me siento más cómoda a la hora de trabajar mis canciones. A menudo consigo ideas nuevas para las canciones durante la grabación, ideas que acaban siendo cruciales para que la canción tome su verdadero significado, así que trabajar de este modo me permite buscar el sonido que busco, las limitaciones en realidad son mis conocimientos acerca de la mezcla y la producción

Painted Zeros

Formación completa de Painted Zeros

POLAR NIGHT, ¿CANCIÓN FETICHE?. A falta de estrenar los temas del nuevo disco, Polar night parece tenerlo todo para convertirse en la canción fetiche de la banda. “Es la canción del EP más importante para mí, con el permiso American life”, nos confirma la propia Katie. “Últimamente, cuando alguien me pregunta sobre nuestra música le digo que es rock. El disco sonará un poco diferente, con más espacio para canciones más reposadas”, en las que dar rienda suelta a su afición por la guitarra acústica, por más que sea en temas como Polar night donde todo quede más definido. Si hubiese que escoger un tema que defina a Painted Zeros, todo lo que no fuese escoger Polar night sería errar el tio.

Pese a ello, es el vídeo de Jaime el que mejor resume el espíritu DIY del proyecto liderado por Katie. “Jared estudió cine antes de tocar en Painted Zeros, y se encargó de la grabación del vídeo junto a nuestros amigos Hanan y Lyssette, partiendo de un juego de palabras basado en la palabra deseo”. De aquel punto de arranque surgió un rodaje “divertido”, del que quedó un bonito recuerdo.”Nos quedamos el estudio de Danny de Black Bell durante toda la noche, tocando y bebiendo chupitos”

¿Le daría a Katie resaca aquella noche de grabación?. Eso nos hace hablar de Too drunk., el otro gran hit de la banda “Me temo que es casi autobiográfico, he tenido un puñado de resacas en las que acabé vomitando desde la mañana hasta la tarde del día siguiente… beber así es un poco estúpido”, concede refiriéndose a uno de los himnos del grupo, con esos coros in crescendo en la que canción que cierra la carta de presentación de los de Brooklyn, un bonito colofón a esta bomba adrenalítica .

LA PARTE GRÁFICA DE S V A L B A R D. Los cassettes lilas de S V A L B A R D nos dan una muestra del mimo con el que Painted Zeros viste su obra. “Hasta el momento Helen Hofling se ha encargado del artwork de nuestros lanzamientos. Es una buena amiga de la Universidad que conocí en primer curso, y una artista que admiro mucho, con la que tengo afinidad”. De esa afinidad surgió una amistad que se ha mantenido intacta, desde los años “en los que vivíamos juntas”, compartiendo espacio vital en “una cooperativa de veinte personas veganas basada el consenso mutuo”. Sobre su obra, Katie considera que “tiene una gran estética, siento un profundo respeto por su estilo y su trabajo personal, y la considero prácticamente una hermana de sangre”.

BROOKLYN, VISTO DESDE BROOKLYN. Nuestra charla con Katie se acerca a su final, pero no puedo evitar el preguntarle por Brooklyn. Siempre idealizada, ¿cómo se vive desde Brooklyn el fenómeno Brooklyn?. “Siempre hay algo que hacer o ver aquí. Hay grandes espectáculos cada noche, y a veces para complicado recuperar el aliento… En parte es bueno para mi, porque siempre me ha gustado ir a conciertos, así que es muy impresionante lo que sucede por aquí, la variedad de estilos que hay y los diferentes círculos de gente que se conocen”, nos cuenta sin disimular para nada su fascinación con todo lo que rodea al área geográfica donde vive y vertebra su carrera musical..

Creo que hay gente trabajando para ofrecer buena música y preocupándose por poder mantener un circuito de música en vivo”, comenta entre los puntos positivos antes de enumerar los negativos. “Supongo que también habrán bandas de mierda que no contribuyan a hacer nada original, que no conecte con nadie o que no haga nada que valga la pena escuchar, pero eso debe pasar en todo el mundo, no?”. Pese a ello, Katie se despide prácticamente con una oda a su admirado Brooklyn. “Siento una gran estima y mucho respeto por gran parte de la música que se produce por aquí, la que hacen viejos conocidos y nuevos nombres”. Su aportación al legado da fe de ello.

Escucha S  VA L B A R D en BANDCAMP:

  • ¿Qué es Svalbard?
    En Svalbard se encuentra el Banco Mundial de Semillas, conocido también como Svalbard Global Seed Vault. El recinto es en realidad una enorme despensa subterránea de semillas de miles de planta de cultivo de todo el mundo, almacenado en el archipiélago de Svalbard, cerca de Longyearbyen.
    El almacén se concibió como el más grande del mundo, con el propósito de salvaguardar la biodiversidad del las especies de cultivos, y es conocido a nivel internacional como la Bóveda del fin del mundo, ya que es capaz de sobrevivir todo tipo de desastres naturales al estar construida a 120 metros de profundidad en una montaña de piedra arenisca.

 

  • TEXTO: RUBEN IZQUIERDO
  • FOTOGRAFÍAS CEDIDAS POR KATIE LAU