Ayer ya hablamos de lo más importante de la fiesta de presentación del Line-up del carte del Primavera Sound, que no es otra cosa que la configuración del mismo, así que para hoy dejamos nuestra visión de lo que dio el primer tramo de la jornada de ayer más allá de los nombres, que iremos repasando en la web y en la revista, como es menester, en los próximos meses.
Ni las filtraciones que Internet nos arrojó a primera hora de la tarde –un spoiler como un piano, vamos- ni el fútbol ni el frío restaron público a la jornada. El mismo que se aglomeró en ordenadas filas poco antes de las 19:00 horas. El acceso a la sala retrasó un tanto el inicio de la presentación, que arrancó con un desfile de mariachis mexicanos, saludados con honores por el respetable. “Quince primaveras tienes que cumplir”, cantaron entre aplausos los amigos, calentando el inicio de la jornada con guiño interno a esos quince años, todo un rito iniciático, repasado además con tino con una colección de postales en la que se rescataba una banda por año desde la instauración del festival.
Saber en parte la configuración del cartel no le quitó intríngulis al asunto, y que la organización había preparado algo especial es algo que se empezó a ver tras la actuación mariachi. El actor/presentador de la gala, un presunto (muy presunto) trabajador de Sillicon Valley apareció para activar la definitiva cuenta atrás que daría paso a la configuración del cartel.
En su breve discurso se hizo un repaso a parte de la historia interna del festival, repasando algunos hitos –poner en el mapa al Fòrum, la multipremiada Line Up con la que se presentó el cartel del año pasado y el saludable estado de salud por el que pasa el festival–, tirando de ironía para recuperar gazapos antiguos, como aquella tarjeta monedero de infausto recuerdo para muchos o el frío que pasamos todos hace un par de años, cuando el invierno floreció en primavera. La filtración del cartel, consumada tras varias apariciones fake, no escapó a su discurso, bastante entretenido y en consonancia plena con lo que reunió allí al respetable, que no era más que el dar paso a una jornada lúdica.
Ajustado pues en los tiempos, su speech dio paso al meollo central, la presentación de la famosa app, desvelada al fin como un videojuego de estética retro, un cruce imposible entre el mejor Target Renegade y el añoradísimo Another World que ablandó los corazones de todos aquellos que nos situamos al otro lado de la brecha digital.
Las pantallas fueron pasando y con ellas un cartel del que ya hablamos ayer, con más músculo del insinuado en un primer vistazo, equilibrado en la mal llamada clase media y con varias propuestas a reivindicar. Para no duplicar contenidos, recuperamos aquí el primer vistazo a la configuración del cartel.
Como ya sucediese en la Gala de hace dos años o en la película del pasado curso la presentación del cartel y su correspondiente vídeo resumen fue lo más jaleado de una jornada que consolidó ese ritual tan difícil de explicar, y que tanto gusta a algunos, entre los que me alineo- como el de aplaudir una sucesión de nombres ante una pantalla.
Más allá de aplausos, el festival volvió a dejar claro su poder de convocatoria y su habilidad para transformar algo tan sencillo como un comunicado de prensa en una actividad colectiva, la misma que genera los discursos perdurables.
- Texto: R. IZQUIERDO
- Fotografías: ERIC PÀMIES