Y llegó el momento que no queríamos que llegase, el de poner fin a las tre jornadas del Fòrum. Lo hizo con un programa enrome en el que se sucedieron grupos como Veronica Falls, Kings of Convenience, Beach House o Justice. En el Auditori, Jeff Mangum al margen, destacaron Father John Misty y Josh T. Pearson, ambos armados solamente con su guitarra y su carisma para erigirse en los triunfadores de la jornada. Destacamos también el encanto personal de la canadiense Jenn Grant. La disfrutamos en el directo que realizó en el Hotel Zero durante las jornadas del Primavera Pro y nos volvió a cautivar el sábado. Una crónica colaborativa del equipo de SHOOK DOWN
- Beach House, en ausencia de Björk, protagonizó uno de los conciertos más esperados de la jornada, y no defraudaron: Bloom apunta a disco del año
- El Auditorio Rockdelux acogió los conciertos de Father John Misty y Josh T. Pearson. Ambos alternaron su folk intimista con pequeñas dosis de humor con las que sedujeron al público
- Justice y Neon Indian, buenas alternativas para cerrar el Festival bien entrada la madrugada. Ambos cumplieron su cometido
La tercera y última jornada del Festival quedó marcada por la anunciada baja de Björk, que dejó algo huérfano el escenario San Miguel pese al llenazo de Kings of Convenience y la actuación posterior de Saint Etiene, encuadrados inicialmente en los conciertos del Arc de Triomf y trasladados al escenario principal tras la baja de la islandesa. Como en la jornada anterior, los conciertos del Auditorio fueron de los más celebrados.
16:00 Father John Misty (Auditorio ROCKDELUX)
Pese al horario, era una de las actuaciones más esperadas de la jornada. Los más fieles empezaron a concentrarse en la cola del Auditorio a eso de la 15:30, prestos a a disfrutar del directo de J. Tillman, personalísimo autor del que ya está todo dicho. Antiguo batería de Fleet Foxes, cuyo corsé a las baquetas asfixiaba su creatividad, su nuevo rol como Father John Misty le permite volar libre. Y a nosotros nos hizo felices. Muy felices en realidad.
Y es que nuestro hombre, liberado de la épica mística de Fleet Foxes, se presentó en el Auditorio con su versión más pícara. Armado sólo de su ingenio y una guitarra, Tillman alternó los mejores momentos de su Fear Funn (quizá el nombre del LP nos prevenía ya de ese contraste) con pinceladas de humor en las que adoptaba/parodiaba poses de (irresistible) divo, un carisma que explotó cuando alguna seguidora se saltó el protocolo para situarse a los pies del escenario y tomar alguna instantánea del primer héroe de la jornada. Tillman aprovechó el momento para detener momentanemante el show y realizar una improvisada sesión fotográfica que arrancó risas y aplausos a partes iguales. Para entonces nos tenía ganados, aunque el triunfo lo terminó de certificar con algunos de los mejores temas de su nueva aventura en solitario. Sucede además que cuando toco cantar, lo hizo a lo grande. Que Only son of the ladiesman y Hollywood forever cementery sings sonaran como sonaran con los medios de los que disponía -su voz y una guitarra- es un milagro. Y si milagros así son posibles, ¿qué no lo será?. Por RUBEN IZQUIERDO
17:00 Anímic (Escenario PITCHFORK)
Saliendo a la carrera del Rockdelux los acordes del Vice resonaban con fuerza. Senior & El Cor Brutal arrancó unos minutos antes que Anímic, lo que nos hizo acelerar el paso pensando que la banda afincada en Collbató había empezado su actuación. Al instalarnos en las primeras filas del Pitchfork, alivio y suspiros: Anímic aún no ha empezado.
Los directos de la banda se han convertido, hace tiempo que lo son, en una garantía de calidad, con esa alternanza tan firme como acertada entre Louise Sansom y Ferran Palau en su protagonismo vocal. Los dos brillaron con fuerza y mostraron su gratitud de tocar ante «tantos amigos«, conocidos de la casa que arroparon a los firmantes de uno de los mejores discos de 2011, vibrando en momentos como Trenco una branca -para quien ésto firma la mejor canción en catalán en años, si se me permite la proclama- o la adictiva Blue eyed tree.
Sin entrar en la polémica que rodeó a los horarios y que hizo solapar a varias de las bandas de la escena autóctona, conviene señalar que si Anímic destacó por algo es por mantener su elevadísimo nivel de directo, esa feliz mezcla de estilos que permite a la banda desplegar toda su fuerza escénica en momentos como el del último tramo, cuando nos regalaron una delicia instrumental que (re)sitúa a Anímic allí donde andan instalados desde la salida de Hannah, en la cima. Fue tanta la intensidad en ese bloque, de hecho, que el teclado cedió al empuje del golpeo de Louise, quien acabó la actuación sentada sin bajar el nivel. Una delicia. Por RUBÉN IZQUIERDO.
18:15 Jenn Grant (Escenario ADIDAS)
Decidí ir a ver en directo a Jenn Grant siempre que toque en directo en Barcelona la mañana del jueves, cuando ofreció un acústico encantador en la terraza del Hotel Zero, cuartel general del Primavera Pro en las jornadas matutinas del Festival. Grant tomó su guitarra, sonrió a su marido -teclista de su proyecto musical- y nos regaló una breve y pequeña muestra de su LP de un modo encantador. Fue uno de esos momentos de revelación personal, con el sol meciendo los toldos de la terraza, la gente atendiendo a sus conversaciones en perfecta armonía con el espacio y el tiempo y Jenn Grant destilando algunos de los mejores momentos de Honeymoon Punch con una sencillez cautivadora.
Así que dos días tocó repetir en el Escenario Adidas, donde de nuevo el sol volvió a ser protagonista, dejando el sol de las seis de la tarde un tinte cromático a tono con la dulce nostalgia de la cantante canadiense. Más acústica que en su muy recomendable LP -la propia Grant vendió algunas copias al acabar el concierto- y en perfecta sintonía con el medio (las pequeñas gradas del Adidas Original presentaban buen aspecto, aunque en la pista se echó a faltar más gente) Grant repasó algunos de los mejores momentos de su primer LP. Simpática y accesible, demostró que el encanto exhibido en el acústico de dos días atrás no fue casal. Ganas de verla en formato sala. Por RUBÉN IZQUIERDO
19:00 Veronica Falls (Escenario MINI)
Los londinenses son una de nuestras bandas fetiche, y por eso era uno de los conciertos que no podíamos perdernos en la jornada del sábado en el Fòrum. Cuando pasaban pococs minutos de las 7 de la tarde, los primeros golpes de Right side of my brain empezaron a sonar en el Mini. Roxane, James, Marion y Patrick repetían en el festival tras estar en la pasada edición del Primavera Club, pero no pierden el respeto a estos escenarios.
Aunque algo serios, sonaron contundentes y fueron regalando, una tras otra, las canciones que forman su disco debut, Veronica Falls, ante un público que cada vez se animaba más. Roxane como maestra de ceremonias se encargaba de agradecer entre canción y canción el calor del público, y a pesar de que fue un concierto sobrio (muchas de sus letras invitan a ello) los Veronica no decepcionan. Suenan igual de bien en directo que en sus grabaciones, y demuestran en sus conciertos (por si no quedaba claro) que su álbum debut es una colección de pequeñas joyas, y que sin duda son una de las grandes promesas del indie pop en la escena británica.
Dosificaron los singles, intercalándolos con el resto de temas. Sonaron Beachy head, The fountain, My heart beats y después de dedicar el tema que da nombre a su banda a una Veronica que se encontraba en el público, cerraron el concierto con su single de presentación y uno de sus grandes hits: Come on over, dejando así a todos los asistentes con muchas ganas de más. Repetiremos en cuanto podamos. Por NORMA SOLANO
20:30 Girls Names (Escenario VICE)
Girls Names se demostraron en directo mucho más oscuros de lo que sus grabaciones de estudio hacían suponer. Tal vez el malogrado sonido del escenario Vice fue la razón que determinó la balanza más hacia el shoegaze, alejándolos de una cierta tendencia surf lo-fi que ilumina y da ese toque característico al sonido de los de Belfast, y que les sitúa en un territorio muy cercano al de propuestas como las de los compañeros de cartel Veronica Falls.
Especialmente porque las líneas de la guitarra principal, que son precisamente las que marcan los ritmos luminosos , quedaban ahogadas entre el resto de instrumentos, haciendo que algunos de sus temas más interesantes y emocionantes, como Bury me o Lawrence, perdieran gran parte de su encanto. A pesar de todo Girls Names mantuvieron la cabeza alta ofreciendo un concierto más que respetable aunque un tanto frío. Por ANITA MARTÍNEZ
20:45 Kings Of Convenience (Escenario SAN MIGUEL)
Momento de la calidez y la armonía de Kings Of Convenience. El dúo noruego compuesto por Erlen Oye y Eirik Glamblek Boe irrumpen en el escenario sin necesidad de show ni parafernalias de colores. Son simplemente ellos, tal cual. En acústico. Se cuelan, medio discretos, en el escenario San Miguel con esa anti-frialdad nórdica tan abrazable. Y empiezan a tocar la guitarra, delicados, suaves. Hey, baby.
No sabes si fijarte en ellos o embobarte mirando la pantalla mientras un primerísimo plano de Erlen Oye (te) canta y mira tras sus enormes gafas. Es ese pop melódico, elegante, lo que te conmueve. Destilan clase con temas capaces de amansar a las bestias y de reconciliarte con todo ahí mismo. Sientes, en serio que, si es por ti, firmas esa Declaration of Dependence aquí y ahora. Dependencia al equilibrio, al buen gusto, dependencia a una sensibilidad escalofriante que nada tiene que ver con lo cursi. Cantan temazos com I Don’t Know What I Can Save You From, Mrs. Cold” o Misread. “Contentos de estar ahí”, lo han dicho. El concierto es de esos que entran solos, encadenando un tema con otro mejor. Y no acaban en acústico. Les acompaña, ahora sí, toda la banda para dar ritmo a la canción más bailable de KOC, “I’d rather dance with you than talk with you”. Reconocible, a primeras, por esa melodia que invita a dejarse llevar y ponerse …al fin, a bailar. Pero poco, un poco. Y siempre elegantes. Get into the swing, get into the swing, get into the swing… Por ANDREA GÓMEZ & ANNA PACHECO
21:45 Beach House (Escenario MINI)
Posiblemente fue el momento más álgido (y también el último) en el escenario Mini, ya que en cuanto se terminó el concierto de Kings of Convenience en el San Miguel, una ola de gente se dirigía hacia allí para escuchar a Legrand y Scally, Beach House.
Ofrecieron un recital de la misma calidad a la que ya nos tienen acostumbrados, sonando suaves, nítidos y con la belleza que aporta la voz de Victoria Legrand a sus canciones, siempre intacta en los directos. Arrancaron con Wild, incluída en su último álbum, Bloom, y arrastraron a todos los que abarrotaban el escenario mini hacia un viaje onírico y de atardecer en el que se combinaron principalmente las canciones más esperadas de Teen Dream con temas del último álbum, temas nuevos y menos conocidos por el público, pero el conjunto resultó un perfecto y armonioso regalo para todos los que escuchaban.
Sabíamos que iba a ser uno de los mejores conciertos de esta edición, y así fue. El dream pop de este dúo no decepciona en directo. Al contrario, construyen conciertos que son pequeñas obras en sí mismos. Entre el público, caras de embrujada satisfacción. Por NORMA SOLANO.
21:45 Dominique A (Escenario RAY-BAN)
El francés ofreció uno de los conciertos más contundentes en la última jornada de este Primavera Sound. El escenario Ray-Ban sonó en ocasiones de forma atronadora con el recital de Dominique Ané, que se rodeó de una decena de músicos entre la banda y la orquestra, y que no dio respiro al público que esperaba precisamente esta potencia.
Realizó un recorrido por su larga carrera, ofreciendo temas de su último álbum, Vers Le Lueurs, y mezclándolos con otros de sus muchos álbumes anteriores. Potente pero sin estridencias, el francés regaló toda una clase de rock minimalista, eso sí, apostando mucho más por su fuerte voz y su guitarra que por el resto de instrumentos. Por PICOTT GIRL
Josh T. Pearson llegó con la vitola de autor de culto y completó una formidable actuación casi a capella, armado sólo con su guitarra y con un ingenio que cautivó al público en sus brillantes pausas y tiempos muertos
22:00 Josh T. Pearson (Auditorio ROCKDELUX)
Cuando la organización del Festival dio a conocer sus horarios y los caminos de Beach House (21:45, escenario Mini) y Josh T. Pearson (22:00 Auditorio Rockdelux) se entrecruzaron de manera fatídica me sacudió un intenso escalofrío. ¿Qué hacer?
Beach House disponen de un directo poderoso y Bloom es uno de los mejores discos del año, condición que seguramente mantendrán cuando el curso termine, pero Josh T. Pearson es, ya saben, the Last of Country Gentleman, una declaración de principios reforzada con su excelente último disco, con el que rompía un largo silencio artístico y profesional del que sale convertido en una de las mejores y más personales voces del folk de cuna, un trabajo que conviene degustar en la intimidad a modo de recogimiento. El Rockdelux se ajustaba como un guante a su propuesta.
Al igual que Tillman apenas unas horas antes, Pearson sorprendió alternando algunos de los mejores cortes de su disco -una maravilla de siete temas punzantes y sangrantes, digámoslo ya- con relajados momentos de humor, nacidos en su caso de divertidos monólogos en clave texana que arrancó no pocas ovaciones, sobre todo entre el numeroso público anglosajón que arropó a Pearson en su directo. Y aunque de entrada sorprendió el cambio de registro entre la densa tristeza que inunda sus canciones y la hilaridad de los monólogoso con los que sazonó su actuación, lo cierto es que la mezcla sumó en vez de restar y logró que saliésemos del recinto en una nube, sobre todo por la reverencia catedralicia, chistes al margen, con la que todos atendimos a los momentos más intimistas del concierto. Por RUBÉN IZQUIERDO
22:55 OFF (Escenario VICE)
La banda de hardcore punk californiana OFF! formada por estrellas legendarias como Dimitri Coats (Burning Brides), Steven McDonald (Redd Kross), Mario Rubalcaba (Rocket From The Crypt) y el gran Keith Morris (Black Flag/Circle Jerks), tuvo su momento el sábado noche en el Primavera Sound.
La cita era obligada. Una oportunidad única de disfrutar de hard punk del bueno, sin adornos, conciso, rápido, plasmado en temas que dan forma al primer álbum homónimo de la banda americana presentado el pasado mayo. Desde el 2009 sólo habíamos tenido la oportunidad de escuchar algunos EP’s del cuarteto.
En el escenario Vice demasiadas expectativas complacidas por la energía desbordante de un Keith Morris incapaz de controlar su verborrea entre canción y canción. Apabullante. Mención especial a Matt Pike , guitarrista de Sleep, que la noche anterior había sobrevivido a un aneurisma y referencias varias a otros grupos y compañeros de género. El tono el propio de un maestro consentido del punk que nos dejó con la miel en los labios. Nos quedamos con ganas de más, aún cuando temas de apenas un minuto no se pueden exprimir mucho más. Escuchándole fue inevitable pensar en Nervous Breakdow (Black Flag, 1978). Por NURIA VEGA
La presencia de Shellac y Dj Coco en el Festival se ha convertido en una feliz tradición capaz de aglutinar a fieles y habituales de manera sistemática. En el caso de Shellac, el llenazo de ATP confirma el buen estado de salud del idilio. Un hallazgo feliz que ya va por su sexta presencia consecutiva
23:00 Shellac (Escenario ATP)
Los conciertos de Shellac se han vuelto casi una seña de identidad del Primavera Sound, que comienzan a convertirse en el concierto bandera al que todo asistente, sobre todo los reincidentes, debe acudir. Ningún otro grupo puede presumir de llevar seis años seguidos sin perderse una edición sobre el escenario, y eso se nota en la cantidad creciente de público que acude cada año y la sensación de familiaridad que se desprende ante un repertorio sobradamente conocido, pero que nunca cansa.
Shellac ofrecieron como siempre un espectáculo de rock incombustible, con esa contundencia del bajo de Bob Weston, la brutalidad de la batería de Todd Trainer y la crudeza metálica de la guitarra de Albini. Repasaron sus temas desde el EP Uranus, pasando por cada uno de sus cuatro discos de estudio, donde no pudo faltar la performance a cámara lenta sincronizada de los tres miembros, o la coreografía del avión con Wingwalker. Con una magnífica interpretación de Prayer to god, ante un público que se desgañitó literalmente coreando el “kill him, fucking kill him” al unísono, que parece haberse convertido en el himno de Shellac por excelencia.
Aunque estuvieron menos dicharacheros que en otras ocasiones, en las que interactuaban repetidas veces con el público con el ya clásico turno de preguntas, esta vez la particular aportación de Albini vino con una suerte monólogo con una extendida versión de The end of radio. Entre sarcástico, cínico e inspiradísimo, Albini pidió perdón en nombre de la humanidad por los diez últimos años de mala música, hizo un guiño a las letras de Ian Curtis “Dance, dance, dance, dance to the radio”, y concluyó resumiendo con solo unas frases el sentimiento de intimidad que la música provoca “with my headphones on (…) this records are amazing (…) there is no rest of the world”. Por ANITA MARTÍNEZ
02:00 Justice Escenario SAN MIGUEL)
Tenían el papel de cerrar por todo lo alto el festival, y el dúo francés se aseguró la jugada sin arriesgar mucho. Con su puesta en escena particular, apostaron por sus hits, para contentar a su público. Para muchos era el plato fuerte de la noche, y el San Miguel estaba abarrotado bastante rato antes de que empezara el show, con miles de personas preparadas para bailar con las últimas fuerzas que quedaban después de tres días de festival.
La puesta en escena fue la habitual, con su característica cruz gigantesca de neón y ofrecieron una sesión que dejó contentos a todos, a pesar de varios parones algo largos que hubo entre canción y canción, y que desorientaban a muchos, que daban por terminado el concierto.
Apostaron por lo seguro, y sonaron todas las canciones que se esperaban, pero seguramente era la apuesta correcta: el último concierto del San Miguel se convirtió en una gran fiesta. Por NORMA SOLANO
03:15 Neon Indian (Escenario Ray-Ban)
A lo de este grupo le llaman chillwave, electrónica colorista, estética lo-fi y demás nombres rarunos que vienen a significar: fantasía a raudales que suena bastante bien. Y es que el CD de 2011 no podía tener un nombre más clarificador para tan bizarro grupo: Era Extraña. Es de esa música que uno espera una actuación a lo Flaming Lips -¿han inventado un género coreográfico?, eso parece-, pero en cambio te encuentras con un grupo de gente apuesta, moninos, refinados, que han sabido encontrar en los pitillos y las gafas inglesas ese postureo de “grupo guay”.
Y que con unos cuantos neones colgados con luces de arco iris se marcan un concierto a las 3 de la noche del último día -día oficial del ‘dame una silla que me desmayo- que lo compraba cualquiera. Y con un cantante con tupé a la última (algo que no paró de retocar y poner en su sitio durante todo el concierto) que nos deslumbró con su castellano fluido. Y que vale, que una pone Alan Palomo en Google y le responde la wikipedia que es mexicano, pero ya saben ustedes, nosotras somos de esas que vamos a los conciertos a que nos deslumbren. El dossier de prensa se lo dejamos a la gente acreditada. Que se culturicen ellos. Y ¿qué si bailamos?. Espero que no hubiera mucha gente viendo los saltos que dimos en Polish Girl, porque fue de escándalo lo que gritamos. Y disfrutamos. Por ANDREA GÓMEZ y ANNA PACHECO
Lo Mejor:
- El llenazo de Beach House y la sensación, confirmada, de encontrarnos ante uno de los mejores discos del año
- Las tablas de Anímic abriendo Pitchfork a las 17:00 horas. Intensísimo final, teclado al suelo incluido, para una banda que se sabe en el mejor momento de su carrera
- Los directos de Veronica Falls y Off!, dos actuaciones sólidas y destacadas que elevaron el listón de la jornada.
Lo Peor:
- Pocas cosas a destacar como negativas, más allá del lamento permanente por la ausencia de Björk en el San Miguel. El escenario grande quedó huérfano en el prime time.
- Quedarse con las ganas de más en los dos conciertos reseñados, notables ambos, del Rockdelux
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