Entre el post-rock y el noise. Ahí se fija el estado vital de Pytra Oyster, banda barcelonesa que ha presentado hasta el momento dos referencias en formato digital, y que aspira a consolidarse partiendo de un excelente trato a lo instrumental. Mucho Ruido & Pocas Notas consolida una apuesta que debería ir a más. Por RUBÉN IZQUIERDO
- Los dos nuevos temas de Pytra Oyster consolidan lo escuchado hasta el momento en el cuarteto barcelonés
- Low o Tortoise, entre los favoritos de la formación, protagonista hace unas pocas semanas de un concierto «a la inversa» en la Sala Slow
Confieso que hasta hace poco no sabía mucho de Pytra Oyster, más allá de alguna referencia lejana que me había llegado de su propuesta anterior, el estupendo (ahora puedo decirlo, después de llevar unos cuantos días zambullido en su música) debut homónimo, presentado de manera oficial en 2012. Hace apenas unas semanas fueron noticia por su concierto a la inversa junto a Liannallull, una iniciativa poco frecuente en salas de pago, que tenía como propósito reflexionar sobre los problemas que una banda de tipo medio tiene para actuar en el circuito de salas actuales, además de acercar su música a aquellos que, por el contexto de crisis actual, no pueden asistir a conciertos por el precio de las entradas, ofreciendo la opción de pagar «una vez se acabe el concierto«, invitando a pagar «lo que cada uno pueda y crea necesario según lo visto» en la sala.
Más allá de la anécdota, y de su elogiable espíritu renovador a la hora de buscar nuevas posibilidades, hoy hablamos de Pytra Oyster sobre todo para repasar sus dos publicaciones disponibles en Bandcamp.
La banda, con base en Barcelona, está liderada por el castellonense Nico Flors, antiguo componente de otras formaciones como Madnoise o Moxley, y se estrenó como comentábamos en 2012 con un debut homónimo, instrumental en su mayor parte, con guiños y referencias hacia formaciones como Tortoise o Low. La banda, además de Nico, la integraron en un primer momento Noelia González (guitarra y co-impulsora del proyecto), el bajista Roy Aspartín y el batería Sito Barbero, dibujando un EP de presentación ruidista y ensoñador, abogando por un post-rock al que supieron sacar partido a lo largo de los cinco temas de su debut, remachados por aquel inmenso Cool drone, tema que se iba a los doce minutos de duración y que coronaba una primera puesta en escena sólida y referencial.
El lanzamiento vino acompañado de un largo texto promocional, en el que se explicaban los orígenes de la banda y como se conocieron Nico y Noelia. Como ellos lo explican mejor, lo leemos literalmente:
Una noche, Noelia soñó que era manager de un grupo de rock formado por mujeres. Oía las canciones, organizaba conciertos y abría una caja llena de álbumes. Sobre ellos, el nombre de la banda: Pytra Oyster. Se despertó y pensó que era un buen nombre y que si algún día tenía un grupo, lo llamaría así. Significa algo y nada a la vez, parece un nombre y un apellido pero no lo es… Lo escribió en un papel para no olvidarlo y volvió a dormir.
Unos años después, seguro que más de cinco y menos de diez, Noelia fue a un concierto del grupo de su hermana. Nico era el técnico de sonido y Noelia se quedó embelesada con la concentración y el amor con que trabajaba, con las largas barbas que se gastaba. Empezaron a hablar y se enamoró de lo que vio tras aquellas barbas. Nico se enamoró de lo que intuyó tras las gafas de Noelia.
Y en algún momento, empezaron a hablar de música. De Sonic Youth, de Enrique Morente, Kyuss, Tortoise, Queens of the Stone Age, Jeff Buckley, Patti Smith, Radiohead, Low, Bonnie ‘Prince’ Billy, Mark Lanegan, Nick Drake, Bill Callahan, John Coltrane, Viaje a 800, Wilco, Miles Davis, Betunizer, Cuzo, Betty Davis, Elliott Smith, Cowboy Junkies, Matt Elliott, TOOL, AC/DC, Los enemigos, 713avo amor, Bob Dylan, Beach Boys, Marvin Gaye, Sunn O, Lisabö, Sex Pistols, Erik Satie, Nina Simone, The Velvet Underground, Neil Young…
Así empezó todo y así arrancó un proyecto que sumaría posteriomente con Roy y Sito, incorporados de manera natural a la banda, completando la cuadratura del círculo para centrarse en una instrumentalización soberbia (el margen para los minutos vocales son escasos en relación a los vocales «a veces cantan, a veces no. Cuando no cantan, les gustaría sugerir espacios imaginarios, no muy evidentes, cambiantes«, leemos en las notas promocionales de su primer trabajo, una acertada definición sobre la cascada de emociones sobre la que se edificaron aquellos temas, cuya hoja de ruta mantienen en esta segunda publicación digital, a la que han titulado como Mucho Ruido & Pocas Notas, dos temas adicionales que se suman a su repertorio anterior, manteniendo la intensidad instrumental.
Para acabar de entender el universo musical de la banda, nada mejor que echarle un ojo al blog de reciente creación donde hablan de algunas de sus inquietudes similares, a partir del cual descubrimos la llegada al grupo del batería Pep Soler. El blog se creó en fechas recientes y puede consultarse en el siguiente link, un must en forma de «diario discontinuo», según sus propias palabras.
Recupera su primer trabajo en formato Bandcamp: