El año pasado la formación danesa Sleep Party People presentó una pequeña joya que corregía y ampliaba todo lo bueno presentado en 2011 con su disco de debut. Doce meses después, We Were Drifting On a Sad Song apunta ya a disco de culto, un trabajo que no entiende de modas ni hits y que les confirma como una de las mejores formaciones nórdicas presentadas de un tiempo a esta parte . Por RUBÉN IZQUIERDO
- El sugerente proyecto danés presentaba hace justo un año su segundo trabajo de estudio, un trabajo notable que se movía entre el dream-pop, lo chill y el post-rock
- De elevada carga onírica, la formación liderada por Brian Batz está llamada a grandes logros de mantener el nivel de sus dos primeros trabajos de estudio
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Mañana martes cumple un año uno de los discos más bonitos del curso pasado. We Were Drifting On a Sad Song era el segundo disco de estudio de los daneses Sleep Party People después de su estreno un año atrás con la publicación de un trabajo homónimo cuyo reconocimiento fue menor que el presentado hace 12 meses, aunque ya por entonces plasmaron algunas de las principales constantes de su música.
El proyecto tiene su centro de operaciones en Copenhague, y en su país fue comparado a proyectos como Mogwai o Sigur Rós al poco de su estreno, comparaciones que quizá debamos considerar con reservas, especialmente por la fuerte impronta personal que han logrado darle a sus dos álbumes presentados hasta la fecha.
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Sleep Party People, el disco, llegó a las tiendas danesas en 2011 apostando por una corriente de estilos fijada en torno al dream-pop, la música ambient o el post-rock que valió para dar por buena la etiqueta Mogwai, una bocada de aire fresco en la escena danesa, reforzada por la manera de presentarse al público, protegiendo sus rostros con máscaras de conejo -imposible no pensar en Donnie Darko– y trufando sus composiciones de voces etéreas y de una marcada ensoñación que les valió para abrirse hueco antes del relativo boom que conseguirían ya el año pasado con la edición de We Were Drifting On a Sad Song.
Antes, llegó el asalto a la blogosfera danesa, apoyándose sobre todo en el carisma vocal de Brian Batz, intacto aún en el segundo álbum, un trabajo redondo que sabía jugar con acierto todas sus bazas: era melancólico cuando debe –Melancholic fog se aproximaba al mundo onírico del mejor Vernon- mientras que el título homónimo al álbum se desenvolvía en cierto tono épico que el alejaba de los temas más oníricos, con momentos a su vez chills, sirvan Chin o Heavy burden como ejemplos, desarrollando un segundo trabajo de estudio redondo y del todo elogiable.
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El grupo, amparándose en su acertado manejo de sintetizadores y teclados, logró trascender tras recibir buenas críticas en los medios de su Dinamarca natal, con Soundvenue a la cabeza, desarrollándose una percepción positiva de su música que les serviría para incorporarse al sello A:larm Music, encargados de editar su primer LP.
Grupo relativamente anónimo en lo referente a información personal de sus integrantes, de Sleep Party People sabemos que Batz lidera el asunto y que aparece secundado por cuatro compañeros, ocultos como él tras sus máscaras darknianas con las que hilvanan su discurso hipnótico y desgarrado.
La experiencia de la escucha del segundo álbum disfrutaba de un colofón tan hipnótico como digno de celebración: la estupenda Things will dissppear like tears in the rain y la sentida The city light died, cuya sección de cuerdas al final le confería un adiós épico, con un increscendo electrizante que bien vale mil revisiones.
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