Obra maestra del country rock, en Everybody Knows This is Nowhere el célebre Neil Young se estrenó por vez primera con su banda Crazy Horse, formación que le aportaría la crudeza necesaria para dar forma a algunos de sus mejores discos. Por ALBERTO J. PUYALTO    

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El segundo disco en solitario publicado por Neil Young vio la luz en 1969 y supuso un cambio considerable respecto al primer LP editado un año antes. Tras sus exitoso paso por Buffalo Springfield, y paralelamente a sus colaboraciones con Crosby, Still & Nash, el cantautor canadiense se había presentado ante el público mediante una sólida fórmula folk rock. Sin embargo, asociándose con la banda Crazy Horse (anteriormente conocida como The Rockets), Young empezó a acompañar sus letras de un sonido más sucio, grueso y propenso a las disonancias, que serviría de fuente de inspiración para géneros posteriores como el hard rock o el grunge.

Cuentan que esta mágica unión (responsable de grandes discos posteriores como After The Gold Rush, Tonight’s The Night o Ragged Glory) fue concebida por primer vez en el mítico Whisky A Go-Go. Durante una actuación de The Rockets en 1968, Neil Young subió al escenario para improvisar con la banda y aquella espontánea jam encendió la chispa. Los miembros Danny Whitten, Billy Talbot y Ralph Molina recibieron con agrado la propuesta de colaborar en el segundo trabajo de Young, y acabaron por ser esenciales para dotar de energía a la nueva propuesta country-rock del canadiense.

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El resultado fue el vinilo que traemos hoy. Everybody Knows This Is Nowhere alterna canciones breves con pistas más largas, propicias para la improvisación. Cinnamon Girl abre el disco con un rock de excelente factura y un lirismo particular; en ella resultan destacables los acompañamientos vocales de Whitten, la afinación en double-drop D (presente en muchos temas de Young) y los riffs que cierran el tema, los cuales fueron reproducidos en la brillante Broken Hands de Mudhoney como forma de rendir tributo a la influencia del músico canadiense. El LP continúa con el tema homónimo del álbum, de un inconfundible sabor country, así como con Round & Round, pieza cuyas harmonías corren a cargo de Robin Lane.

Neil Young, en una imagen promocional

Neil Young, en una imagen promocional

Cierra la cara A del vinilo una pista inolvidable, de esas que son capaces de definir la carrera de un artista; Down By The River asienta las bases para crear la leyenda de este fantástico binomio llamado Neil Young & Crazy Horse.

Resulta fácil encontrar paralelismos de este tema con la soberbia Cowgirl In The Sand, la otra pista de larga duración del LP, presente en la cara B. Ambas cuentan con generosos pasajes para la improvisación, donde la banda nos deleita con riffs y bendings de gran riqueza sobre unas líneas de bajo que actúan siempre como referencia. Resulta fácil naufragar en este océano de pasión guitarrera y caer rendido por la contundencia sonora del grupo. Los amantes de las 6 cuerdas encontraran, además, un auténtico pozo de inspiración.

Según refirió años después el propio Neil Young, estas dos canciones de larga extensión (junto con la ya citada Cinnamon Girl), fueron compuestas por el artista durante un acceso de fiebre en su casa de Topanga Canyon.

Completan la cara B un par de temas de consideración: el primero de ellos, The Losing End, se encarga de devolvernos al country norteño cultivado por Young, y el segundo, Running Dry, se presenta como excelente ejemplo de las melancólicas melodías con las que el canadiense siempre ha sabido desenvolverse. En ella destaca también el bello acompañamiento de violín a cargo de Bobby Notkoff.

Definitivamente, nos hallamos ante un álbum notable y absolutamente clave en la discografía de este gigante de voz aterciopelada. Sin la incorporación de Crazy Horse, Neil Young nunca hubiera definido su verdadera identidad y tal vez no hubiera sido capaz de concebir joyas del rock n’ roll como Hurricane o Rockin’ In The Free World. Debo reconocer que su música nunca me atrajo demasiado, pero fue la escucha de este Everybody Knows This Is Nowhere la que me demostró que andaba completamente equivocado.

Portada del álbum

Portada del álbum

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